20 Octubre de 2020 10:01
Poco a poco se van conociendo más detalles de las horas previas al femicidio de Silvia Saravia a manos de su esposo, el empresario Jorge Neuss, que luego de asesinarla se quitó la vida. El homicidio tuvo lugar en la casa en la que ellos vivían en el country Martindale de Pilar. En las últimas horas se conoció que ambos estaban distanciados y que ella había ido a dormir la noche anterior al crimen a la casa de su hija, Lucía.
Cuando la mañana siguiente llegó, le dijo a Neuss, según publicó el diario La Nación: “Vengo a buscar unas cosas”. Esas habrían sido las últimas palabras que se le escucharon antes del cruento crimen. Así lo declaró incluso una de las empleadas domésticas que estaba en la casa cuando Neuss asesinó a su esposa.
Minutos después de que ella subiera a la habitación en suite, la empleada domestica declaró que escuchó un “click”. Para los investigadores es habría sido el ruido que llegó a escuchar del primer disparo que efectuó Neuss y con el que mató a su esposa para luego quitarse la vida.
Esa discusión, y que motivó que Saravia abandone la casa familiar, fue confirmada también por la hija de ambos, Lucía, que le contó a los investigadores cómo fueron esas horas cuando su madre llegó a su casa después de la fuerte pelea con Neuss.
Aunque en un principio se creyó que se había tratado de un pacto suicida, finalmente para los investigadores esa hipótesis quedó descartada, y ahora la principal duda es si el matrimonio atravesaba una crisis previa al femicidio.
"¿Me puedo ir a dormir a tu casa? Discutí con papá", le dijo Saravia en un mensaje, el cual sorprendió bastante a Lucila y en el cual además ella le respondió que podía hacerlo sin preguntar demasiado qué había pasado.
La hija de la víctima vive también en el mismo country que lo hacían sus padres, y según ella dijo, no existió una charla con su madre para saber los motivos de la pelea.
Lo que sí contó Lucila Neuss, es que al otro día, el sábado cerca del mediodía, las dos salieron cada una en su auto, y que la hija de Silvia la dejó en la puerta de su vivienda y luego siguió hasta una de las salidas del barrio.
Lo que se pudo reconstruir hasta ahora, es que la idea de que Saravia y su esposo Jorge Neuss habían pasado la noche juntos ya quedó totalmente descartada, aun cuando eso fue lo que declararon las dos empleadas que estaban en la casa en el momento en que se cometió el asesinato seguido de suicidio.
Lo que pasó, es que las mujeres sabían que el empresario había desayunado solo en su cuarto, y como vieron entrar a Silvia por la puerta ese sábado al mediodía, pensaron que temprano había salido a hacer alguna actividad.
Sin embargo, ahora se conoció que en realidad Saravia y Neuss habían mantenido una fuerte discusión el viernes por la noche, tan fuerte que motivó a la víctima a irse de la vivienda.
Además del testimonio de Lucila, los otros tres hijos del matrimonio ya declararon ante la fiscal de la causa, María José Basiglio, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Pilar, aunque no aportaron nada en concreto.
Durante la jornada de hoy expertos informáticos realizarán un peritaje técnico sobre los dos teléfonos iPhone, las dos tablets iPad y las dos computadoras que pertenecían a la víctima y el femicida, para intentar desbloquearlos, analizar su contenido y ver, más allá de lo declarado por la hija, si surge algún indicio sobre lo que motivó a Neuss a irrumpir en el baño de la suite matrimonial para asesinar a su esposa de un tiro en la cabeza y luego pegarse un tiro en la sien en el vestidor.
El crimen
En base a los datos que surgieron de las autopsias, se sabe que Neuss sorprendió a su esposa mientras ella estaba adentro del baño, y que después de forcejear, la tomó del cabello y le dio un disparo en la cabeza.Como la bala atravesó el cráneo, el empresario se lastimó uno de los dedos de su mano, lo que sirvió para confirmar que la víctima había sido tomada de los cabellos. Aturdido y con su mujer en el suelo, él salió hasta el antebaño, y allí mismo se puso el arma en la sien, y apretó nuevamente el gatillo.