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"¡Vení a pegarme a mí, cagón!": las amenazas a los rugbiers los otros presos de Dolores

Permanecen detenidos e imputados por el homicidio de Fernando Báez Sosa.

06 Febrero de 2020 16:40
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Después de una agitada "bienvenida tumbera", la convivencia de los diez rugbiers imputados por el homicidio de Fernando Báez Sosa con el resto de la población carcelaria del penal de Dolores se tensó con el correr de los días. Instalados en la alcaldía de la cárcel, no pueden tener contacto con ningún otro preso por estricto pedido de la fiscal de la causa, aunque los reclusos se las ingenian para repudiarlos por el asesinato "a traición" de Villa Gesell.

En las últimas horas, la defensa de los imputados solicitó la "asistencia espiritual" para el grupo, lo que implicaría que, en caso de caberles la prisión preventiva, soliciten alojarse en el pabellón evangelista; "el más tranquilo en cualquier penal del país". Consultado por BigBangFernando Burlando -quien representa a los familiares de Fernando-, ya anticipó no se opondrá a ningún requerimiento: "Que pidan lo que quieran, se van a pudrir en la cárcel de todos modos".

"Están mal, cada día que pasa se vuelven más vulnerables. Tienen miedo. Están asustados", reconocen a este portal desde el entorno de los imputados. Y es que, en efecto, los reclusos los recibieron la primera noche con un cántico particular. "La primera noche no pudimos dormir, porque todos los presos les cantaban a los rugbiers. Normalmente es un penal tranquilo, pero la llegada de estos chicos cambió todo", se quejó en diálogo con BigBang una vecina que vive a dos cuadras de la cárcel y que pidió no ser identificada. ¿Cuál fue el cántico con el que fueron recibidos? "¡Suéltenlos, que los estamos esperando".

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Aunque desde el Servicio Penitenciario se encargaron de "blindar" a los imputados, hay un pequeño tramo del penal que deben recorrer a diario para poder salir al patio en el que pueden escuchar las amenazas que reciben por parte del resto de los presos. "Estos chicos rompieron los códigos, no son queridos por la población carcelaria. Se los hacen notar", reconocen fuentes penitenciarias.

Las amenazas, de acuerdo a lo que pudo constatar este medio, tienen un receptor destacado: Máximo Thomsen, sindicado como "coautor" del homicidio y el que más golpeó a Fernando. "Le gritan de todo. 'Vení a ver si me pegás a mí, cagón', por ejemplo. Los presos se están encargando de hacerles saber su presencia, pese a que no tienen contacto visual y esto les genera un efecto psicológico a los imputados".

El vínculo con los guardiacárceles tampoco es bueno. Según trascendió, los imputados son "altaneros" y están al borde de recibir sanciones disciplinarias. "Lo primero que les dijo uno de sus abogados es que cualquier tipo de conducta violenta los iba a complicar, en especial con la opinión pública. Pero se muestran pedantes con los guardiacárceles, no terminan de entender que están presos o sienten que tienen impunidad".

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Aunque no tienen cocina en la alcaldía, los rugbiers reciben todos los días la comida que les envían sus familiares. "No comieron nunca el menú del penal, sólo se alimentan con lo que les mandan desde afuera", advierten desde el Servicio Penitenciario. "No son tan conflictivos, pero son medio patoteritos. No sé cómo se van a adaptar cuando vayan a un pabellón común".

El almuerzo de los presos en el penal de Dolores

Lunes: fideos con carne. Martes: arroz con carne. Miércoles: polenta con carne. Jueves: fideos con carne. Viernes: arroz con carne. Sábado: arroz con carne. Domingo: polenta con carne. La cena también es rutinaria: se alterna entre pizza y empanadas. Aunque en un principio trascendió que los diez rugbiers habían rechazado la asistencia psicológica, BigBang pudo constatar que al menos cuatro accedieron a una entrevista con un profesional; uno de ellos, Máximo Thomsen, el más complicado en la causa. Después del traslado al penal, los diez imputados conviven en la misma celda: duermen en cinco camas cucheta y tienen un baño privado, un lujo para el resto de la población carcelaria de la cárcel más sobrepoblada de la provincia de Buenos Aires.

El grupo, en tanto, se quebró. "La visita del abogado fue clave y no tuvo que ver sólo con la causa. Hay discrepancias internas, se están peleando. Muchos de ellos, los que menos participación tuvieron en el homicidio, están planteando que quieren abrirse. La convivencia no está siendo pacífica, el grupo definitivamente se quebró", confiaron a BigBang desde el entorno de los imputados.

Muchos de ellos, los que menos participación tuvieron en el homicidio, están planteando que quieren abrirse"

Al momento, hay dos bandos. Por un lado, los "más complicados" encabezados por Thomsen, quienes insisten en la "defensa en bloque". Atrás de él se encolumna Ciro Pertossi, también sindicado como "coautor del homicidio"; su hermano menor, Ciro -quien fue ubicado por testigos en el momento del homicidio y es sindicado como el arengador del 'roce' dentro del boliche Le Brique-; y Lucas Pertossi, primo de ambos y dueño del dispositivo celular con el que se grabó todo el ataque.

"La resistencia se la están presentando dos de los chicos que menos complicados están. De hecho, pese a que se dijo que uno había sido reconocido por los testigos, en la causa no figura eso", advierten. ¿Quiénes son los que comenzaron a romper el scrum? Alejo Milanesi, secundado por Matías Benicelli Blas Cinalli. "La reunión con el abogado fue justamente para intentar mantenerlos unidos, pero hay una ruptura. Probaron el sabor amargo de la cárcel, pese a que están en un sector resguardado, y empezaron a caer en la realidad de que pueden enfrentar una pena máxima si siguen en bloque".

Las discrepancias comenzaron en su propio seno familiar, pocos días después del homicidio que tuvo lugar en la ciudad de Villa Gesell. No todos los padres de los imputados están de acuerdo con esta defensa, porque creen que están "hundiendo" a muchos de sus hijos. En efecto, ni siquiera hablaron entre ellos durante la visita del jueves, cuyo acceso fue transmitido casi en cadena nacional por todos los canales de noticias.

Según pudo saber BigBang, al menos tres de ellos buscaron asesoría por fuera del equipo de Tomei hace más de una semana. "He sido consultado por algunos padres, pero respeto el trabajo del defensor", precisó con cautela a este medio uno de los abogados penalistas más reconocidos del país. La defensa en bloque comenzó a resquebrajarse y la visita de los familiares fue clave. "Muchos les pidieron a sus hijos que no siguieran adelante con la representación grupal. Fue un encuentro clave para muchos de ellos", reconocen.

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