Días atrás, Matías Ezequiel Martínez, el policía detenido por el femicidio de Úrsula Bahillo en la ciudad bonaerense de Rojas, fue condenado a cuatro años de prisión efectiva por un hecho de violencia de género cometido en 2017 contra Belén Miranda, su ex pareja. El hombre fue condenado por los delitos de "lesiones leves agravadas en concurso con amenazas agravadas" y estos cuatro años de cárcel se unificarán con la eventual pena única de prisión o reclusión perpetua que le espera al policía en caso de ser juzgado y condenado por el femicidio de Úrsula. “Fue lo peor que pasé en mi vida", dijo Miranda al recordar aquel violento episodio.
Por otra parte, el peritaje de los teléfonos de Úrsula reveló que el acusado engañó a la víctima el día del crimen al pedirle un encuentro para aclarar algunas “cosas”, informaron fuentes judiciales. Para los investigadores, este peritaje es “clave” para determinar la presunta premeditación, ya que al encuentro que pactó con la víctima fue armado con una cuchilla de carnicero con el que finalmente la asesinó.
La información surgió de los chats entre la víctima y femicida que los peritos informáticos pudieron extraer de los dos smartphones hallados en la escena del crimen. De acuerdo a lo recabado, Martínez le había pedido a la joven encontrarse personalmente el 8 de febrero, ya que tenía supuestas intenciones de aclarar algunas "cosas" con la joven y charlar acerca de las denuncias que le había realizado.
Los investigadores remarcan que se observa que Martínez ya tenía un plan "premeditado" porque fue con un cuchillo: "Él había planificado lo que pasó”, indicó una fuente con acceso al expediente. Este dato es de suma importancia para la investigación, ya que el fiscal que instruye la causa, Sergio Terrón, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial de Junín, aguardaba establecer si el encuentro entre ambos había sido concertado de alguna manera.
En ese sentido, fuentes judiciales informaron que este jueves el imputado fue sometido a un examen mental obligatorio, y de acuerdo a lo que le adelantó el médico psiquiatra al fiscal Terrón, el policía está en condiciones de afrontar un juicio y es plenamente consciente de lo que hizo, por lo que descartaban una posible inimputabilidad.
Precisamente, el lunes pasado el policía bonaerense que estaba de licencia con carpeta psiquiátrica fue condenado a cuatro años de prisión efectiva por un hecho de violencia de género cometido en 2017 contra una ex pareja. Martínez está detenido en la Alcaidía Penitenciaria de Junín, acusado del delito de "femicidio agravado por alevosía y ensañamiento" por el caso de Úrsula, por el cual se espera para los próximos días el pedido de prisión preventiva por parte del fiscal Terrón.
Úrsula fue hallada el lunes 8 de febrero cerca de las 20.30 asesinada a puñaladas entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, y en ese mismo lugar la policía apresó a Martínez herido. El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del imputado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque le confesó en un llamado que "se había mandado una cagada". Al llegar al lugar, la policía encontró a la chica asesinada y al hombre malherido, ya que después del crimen se clavó el arma homicida en el abdomen, adentro de su auto.
Martínez intentó escapar a pie por los pastizales, pero fue reducido y quedó detenido. Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.