27 Marzo de 2017 14:42
El brutal femicidio de Florencia Di Marco en San Luis ya era lo suficientemente espeluznante por sí sólo. Pero cuando se supo que la niña de 12 años tenía una historia previa de abusos, el horror logró lo imposible: ahondarse aún más.
Florencia, de 12 años, fue brutalmente asesinada.
Hasta ahora, todas las pistas apuntan al único detenido, Lucas Gómez, el padrastro de Florencia. De acuerdo a las teorías policiales, el hombre habría violado y estrangulado con una cuerda a la joven víctima mientras su madre Carina se encontraba en el hospital dando a luz a su hija.
Y, por supuesto, es necesaria una personalidad particularmente oscura para encarar un crimen tan cruel de manera calculada. Así, en este punto son claves algunos rasgos de la personalidad del sospechoso.
Gómez fue duramente insultado por los vecinos al momento de su detención (Foto: La República de San Luis)
Una mente perversa
Según un amigo de Gómez que dialogó con Mendoza Post, el padrastro de Florencia tiene una historia de vida complicada. Su padre, kiosquero, se suicidó el año pasado. Y, de acuerdo a esta fuente, tomó la trágica decisión porque "Lucas no hacía nada, le pegaba a la madre y se drogaba".
El artículo del diario Tiempo del Este que daba cuenta del suicidio del padre de Gómez.
"Tiene una perversidad poco vista" señaló el forense Ricardo Torres, encargado de realizar la autopsia al cuerpo de Florencia, sobre su asesino.
Y lo cierto es que la conducta de Gómez se ajusta a esa definición si se considera el contraste entre la brutalidad del asesinato y abuso de la niña, con su fachada los días posteriores al crimen, en los cuales se mostró compungido y hasta marchó pidiendo justicia.
Los rasgos de psicopatía también fueron evidentes en la frialdad con la que el sospechoso encaró los momentos posteriores al descubrimiento del cadáver de Florencia.
Así, Gómez habló públicamente con varios medios de San Luis asegurando que creía que la niña aparecería pronto. E incluso llegó a llorar frente a las cámaras.
Carina, la madre de Florencia, defendió a su marido pero luego lo acusó de violento.
Si bien en una primera instancia la madre de Florencia, Carina Di Marco, defendió a su pareja, luego reveló su costado violento. "Me golpeaba y una vez me quiso ahorcar. Yo a veces lloraba tanto que no lo podía creer. Siempre me rompía las cosas que compraba. Cuando le agarraba la furia siempre rompía cosas, no podía tener nada nuevo en la casa", declaró.
Di Marco también contó que Gómez consumía drogas, mientras que su hermana Romina fue más allá: declaró que el sospechoso le suministraba estupefacientes a toda la familia para poder cometer impunemente sus abusos.
"Carina me contó que la primera vez que se sintieron raros fue al comer una pizza, hace tiempo ya, y mi hermana me dijo que se sentían mareadas y mal. Nunca te podías imaginar que la basura ponía algo en la comida para dormirlas", relató.