En la noche del lunes, cerca de las 20 horas, un ladrón atacó a una mujer que caminaba sobre la calle Andrade y la intersección con Garzón, en Laferrere, partido de La Matanza. El joven iba a bordo de su moto cuando la atropelló para poder robarle el teléfono celular. Por el choque, se le rompió el asiento y cuando el delincuente volvió a buscarlo, fue interceptado por dos vecinos que le dieron una paliza y lo entregaron a la Policía.
La violenta escena quedó grabada por una cámara de seguridad en su totalidad. Primero se lo ve al ladrón a bordo de su moto mientras circula por arriba de la vereda y apunta a la mujer que caminaba, tranquila, con su celular en la mano. Luego la embiste. Ella cae al suelo y él huye. Pero ahí surge el primer inconveniente: por el impacto perdió el asiento de su rodado y, minutos después, tiene que regresar a la escena del delito.
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Mientras arrastra la moto rota y pone el asiento, dos hombres lo ven y se acercan de a poco. Muy cerca de ellos, la mujer que había sido atropellada y robada por el joven, grita. Lo había reconocido. El delincuente intentó negar que era la persona que había herido y robado a la vecina. Pero ya era tarde.
El vecino le pega una trompada en la cara y después otra. SE unen muchos. El ladrón deja la moto e intenta huir. Pero el grupo de personas lo atrapa y lo golpea durante varios minutos. El linchamiento duraría poco. Tras una llamado al 911, el patrullero de la Comisaría 1° de Laferrere llegó al barrio.
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De inmediato quedó detenido y fue trasladado a la dependencia policial. Según fuentes judiciales, el motochorro se llama César Damián Ortiz y tiene 20 años. Es oriundo de La Matanza. Además de secuestrarle su moto, marca Kymco 150, también le sacaron el celular de la mujer, que por estas horas hacía reposo en su casa tras ser atendida en la guardia de un hospital por los traumatismos.
Por otra parte, mientras el delincuente continúa detenido en la Comisaría 1°, la fiscal María Belén Casal Gatto, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 Descentralizada de Gregorio de Laferrere, impulsa la causa caratulada como “robo agravado”.