Palos, gases y balas de goma
02 Febrero de 2024 10:28
El debate por la Ley Ómnibus que ya lleva 24 horas entre las dos jornadas de debate se vio signada por un desmesurado operativo policial que llevó adelante Patricia Bullrich con su protocolo "antipiquetes" que tiene como principal objetivo reprimir para despejar las principales arterias del microcentro porteño y así "garantizar" la libre circulación.
Caía la tarde en la Plaza de los dos Congresos cuando se dio la orden de reprimir a quienes se manifestaban pacíficamente en las inmediaciones del lugar. Nadie se salvó: jubilados, menores de edad, mujeres y disidencias, trabajadores de a pie, autoconvocados y personas que pertenecían a partidos políticos fueron brutalmente reprimidos.
La saña con la que se movían los agentes de la Policía Federal era ilógica teniendo en cuenta que las manifestaciones las llevaban adelante por ejemplo, colectivos de la cultura. Sin embargo, nada parecía desmedido a los agentes policiales que dispararon con balas de goma a mansalva desde sus motos.
Parecía una cacería: policía armados hasta los dientes corrían a quienes se interponían en su paso generando una ola de heridos de gravedad. Los disparos apuntaban directamente a la cara, al pecho, a la cabeza. Mientras se escuchaba cantar: "¡Qué feo, qué feo, qué feo debe ser, reprimir al pueblo para poder comer!".
Uno de los colectivos más afectados fue el de jubilados y jubiladas. Tan así que pasadas las 21 horas, el SAME tuvo que intervenir y llevar a una persona mayor en camilla después de haber recibido un impacto de bala en la cabeza y en consecuencia haber perdido mucha sangre. Sobre este hecho, Bullrich comentó: "Había sufrido un robo en otro lado y fue a tirarse al medio de la plaza como si eso hubiera sucedido allí".
Otro de los grupos afectados fue el de trabajadores de prensa. Se contabilizaron alrededor de 26 personas heridas con varios impactos de balas de goma; los mismos comunicadores (en su mayoría trabajadores de medios públicos) denunciaron que las balas iban dirigidas a ellos y ellas.
Desde el Sindicato de Prensa de Buenos Aires, Sipreba se manifestaron en contra de los violentos hechos a través de su cuenta oficial de X: "Repudiamos la represión a la manifestación en el Congreso mientras se discuten reformas regresivas para la sociedad. Exigimos el cese a los ataques deliberados a trabajadores y trabajadoras de prensa que sufrieron impactos de bala de goma y gases lacrimógenos por hacer su trabajo".
Dentro del recinto del Congreso, varios Diputados se conmocionaron en medio de la sesión y decidieron elevar un moción para pasar a cuarto intermedio hasta que se normalizara la situación. Sin embargo, fue rechazada.
Esto hizo que algunos Diputados bajaran del recinto a la calle para interferir entre las fuerzas policiales y los manifestantes. Algunas como Romina del Plá, Myriam Bregman y Paula Penacca se enfrentaron cara a cara con la policía. Otros como Cristian Castillo pararon la sesión para manifestarse en contra de lo que sucedía: "Mis compañeros están 'gaseados' y baleados con balas de goma. Están reivindicando la represión, hijos de la Dictadura", dijo a los gritos mientras Martín Menem, que presidía la sesión, le pedía orden y respeto.
Más mano dura: la violenta respuesta de Patricia Bullrich
Como ministra de Seguridad a cargo del operativo, Bullrich consideró a pocas horas de sucedida la represión que "No es desmesurado". Además expresó: "El operativo nos permite que las fuerzas de seguridad tengan el control. Si no tienen el control, terminamos en un desastre".
Con voz y cara de recién levantada se limitó a defender a capa y espada el rol de las fuerzas policiales: "Las fuerzas de seguridad se evalúan de acuerdo a la violencia, a la agresividad de quienes ya nos han acostumbrado a tomar la decisión de romper todo". Y terminó: "En esta decisión de romper todo, nosotros ponemos la fuerza que, precisamente, lo que logran es no tener ningún grado de violencia".
Consultada sobre la situación de represión a trabajadores de medios de comunicación expresó: "En muchos países, el protocolo del periodismo es trabajar por fuera de los lugares donde trabajan las fuerzas de seguridad y donde están los manifestantes. Aquí nunca se avanzó en ese sentido porque quizás analizan como una falta a la libertad de expresión poner a los periodistas fuera de la escena en la que sucede la situación. En ese momento, la Policía les dijo a los periodistas que se corran, que tengan cuidado, porque iban a actuar".
