El 26 de noviembre la cordobesa Carolina Soledad Camaño, de 31 años, paseaba por las costas de Playa del Carmen en México, cuando presenció un homicidio. El shock con el que quedó fue tal que, al llegar a su casa, comenzó con convulsiones. Cuando la llevaron a un hospital, la diagnosticaron con un accidente cerebrovascular (ACV). Ahora se encuentra internada a la espera de un traslado para que la operen por una aneurisma del tamaño de una pera. Su familia está desesperada y pidió ayuda.
Camaño se encuentra internada en un hospital público y a la espera de ser enviada a un centro médico de la ciudad de Mérida, para someterse a la cirugía con la que descomprimirían su situación. La joven está desde hace ocho meses en el país norteamericano, a donde viajó en busca de trabajo, y su familia organizó una colecta para afrontar los gastos que generará la situación, los cuales arrancan en 20 mil dólares.
La cuenta de Instagram @todosporcaromx que administra su familia, encara toda la tarea de recaudación. "Necesitamos mucho dinero para la intervención quirúrgica y el estado, junto al consulado, no logran darnos una respuesta. Pedimos la solidaridad de los que más puedan aportar a esta causa y poder volver a Caro a su familia con su vida", solicitaron.
Quien habló con los medios fue el papá de Carolina, Juan Camaño. Él contó que fueron los amigos de ella quienes la encontraron desvanecida en su casa y la trasladaron al nosocomio público. Allí, según denunció, "no le hicieron ningún estudio". Los siguientes dos o tres días la joven siguió con vómitos, mareos y convulsiones y fue por eso que sus personas cercanas en México juntaron el dinero para que se interne en una clínica privada. "Ahí le hicieron una tomografía y le salió que tenía un meningioma y un aneurisma sangrante. Les dijeron que este último tenía el tamaño de una pera", explicó el papá a TN.
Al mismo tiempo, para que la operación no cueste 50 mil dólares, como lo haría en un espacio privado, a la joven la operarían en un hospital público, donde el costo estaría en los 20 mil iniciales. Por eso es necesario el traslado a Mérida. "Necesita un hospital de alta complejidad. En el lugar no hay un hospital público con equipamiento ni profesional necesario para realizar la intervención quirúrgica que necesita con urgencia. Y solo se la puede intervenir en una clínica privada", explicó el papá ante La Voz.
"Sentimos impotencia y desesperación. Somos jubilados y no tenemos el dinero para cubrir los gastos. Estamos recibiendo ayuda de amigos y familias para los gastos diarios, y falta el gasto de los días de internación que no sabemos cuánto saldrá. Ella tendría que haber sido operada la semana pasada, es muy urgente", detalló Juan al diario cordobés. "Pedimos ayuda al consulado para que apure el trámite con el avión sanitario para que sea trasladada urgente, y si puede ayudar con la parte económica", agregó.
Al mismo tiempo, Florencia Chincuini, una amiga de la internada, precisó sobre la gravedad del caos respecto a que "si no llega a tiempo no hay otra solución porque no puede estar más días sedada". A eso, el padre agregó que "el neurólogo dijo que la operación va a ser un desafío grande por la complejidad".