Carlos Robledo Puch volvió a encontrarse en el centro de la atención mediática de la mano del director de cine Luis Ortega y su filme El ángel. La película que retrata al asesino serial más sangriento de la historia del hampa tuvo un paso triunfal por el Festival de Cannes y promete romper récords de taquilla. Pero, ¿cuánto hay de Robledo Puch en el “Carlitos” que cinceló el director?
Carlos Robledo Puch cumple desde hace 46 años prisión efectiva.
“No es una película policial, es la película de un niño. No está encarada con la oscuridad del caso real. En su cabeza no existe una familia llorando a una víctima. La vida parece tener cierta ironía con los individuos, y él devuelve el cinismo de una manera potente”, explicó el director, al tiempo que aclaró: “Es un film libremente inspirado en ese año en la vida de Robledo, pero no es su historia ni su biografía, ni un documental”.
Fue detenido el 4 de febrero de 1972 por el crimen de su segundo cómplice, Héctor Somoza.
En efecto, son muchas las licencias que se tomó el equipo del filme. Una de ella, por caso, es la omisión de dos de los once crímenes cometidos por Robledo Puch y su primer cómplice, Jorge Ibáñez, interpretado en la película por Ricardo “El Chino” Darín. Se trata de la violación y el asesinato de Virginia Rodríguez y Ana María Dinardo.
Josefa Aída Habendak, la madre de Robledo Puch.
El primero de los dos crímenes tuvo lugar el domingo 13 de junio de 1971. Según consignó el periodista Rodolfo Palacios en su libro El ángel negro, Robledo Puch recibe un pedido especial de su cómplice: quería a Virginia Rodríguez, una adolescente de sólo 16 años que conocía del barrio. Esa noche, se subieron a un Dodge Polara que minutos antes Ibáñez había robado y agarraron la Panamericana y divisaron a su víctima.
La casa de los Robledo Puch en Vicente López.
Virginia se subió al auto a punta de pistola. Ibáñez estacionó minutos después a un costado del camino y comenzó a desvestir a su víctima, quien se resistía desde el asiento trasero. Robledo Puch miraba con atención. Pero su cómplice se intimidó y le pidió que se bajara del auto. Paciente, el por entonces joven de 19 años -que ya tenía en sus espaldas tres asesinatos- esperó tranquilo hasta que terminó la violación.
“Andate”, le ordenó Ibáñez a la chica, quien comenzó a correr para escapar de su abusador. “Tirale”, fue la orden que recibió Robledo Puch. Y “el ángel” no titubeó: la remató de cinco balazos. Luego de hacerlo, se acercó al cadáver para chequear que estuviera sin vida. Y, de paso, robó 1.200 pesos que la chica tenía en su cartera.
Ana María Dinardo tenía 23 años cuando fue asesinada por Robledo Puch.
Once días después, la dupla volvió al ruedo. Esta vez, el jueves 24 de junio, secuestraron a Ana María Dinardo a la salida de un boliche de Olivos. Era una aspirante a modelo de 23 años que había ido a visitar a su novio, quien trabajaba en “Katoa”. En la puerta se encontró con quienes minutos después se convertirían en sus homicidas.
Según el relato de
Robledo Puch
, la joven se subió al auto por 250 mil pesos. La llevaron al mismo lugar en el que habían violado y asesinado a
Virginia
. Ibáñez procedió de la misma manera: comenzó a desvestir a su víctima, quien le aseguró que estaba indispuesta. Él siguió y ella intentó defenderse. Agotado, le dice que se vaya.
Y, una vez más, fue “
Carlitos
” quien resolvió la situación: le disparó siete balazos por la espalda.