La Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) registró la muerte de ocho detenidos bajo custodia del Servicio Penitenciario Federal (SPF) durante el mes de enero. En rigor, cuatro fallecieron en un contexto violento: dos por peleas de armas blancas y otros dos por incendio.
Números alarmantes: detectan la muerte de ocho reclusos durante enero.
El número preocupa si se tiene en cuenta la cantidad de fallecimientos registrados en los años previos: entre 2009 y 2017, las muertes violentas oscilaron entre los 9 y 27 casos anualmente. Así, en tan sólo el primer mes de 2018, se contabilizó casi la mitad de decesos que en 2010, y un quinto de las defunciones correspondientes al 2013, el período más grave.
Arma blanca
Una de las muertes por arma blanca ocurrió en la cárcel de Devoto, y la otra en el penal de Rawson. En ambos casos el trágico final se produjo por una pelea entre los reclusos, y desde la PPN indicaron que existía una conflictividad previa, la cual no fue advertida correctamente por las autoridades del Servicio Penitenciario Federal.
Según pudo saber BigBang, el detenido fallecido en Devoto murió a los 38 años, mientras que el recluso de Rawson tenía tan sólo 22.
Alerto en el sistema carcelario argentino.
Incendio
Las muertes por incendio se produjeron en Marcos Paz, y la unidad N° 12 de Viedma, respectivamente. En ambos casos, previo al inicio del fuego, existió un reclamo puntual del detenido para con las autoridades del SPF: el primero aseguraba que su celda se encontraba en pésimas condiciones de habitabilidad y el segundo exigía abandonar el estado de aislamiento (había sido trasladado por una pelea con un compañero).
En tan sólo enero se contabilizó casi la mitad de decesos que en 2010
De acuerdo a los datos recabados por la PPN, ambos reclusos provocaron el incendio como medida de fuerza ante la nula respuesta de las autoridades y ahora el organismo colocó la mira sobre el accionar de los integrantes del SPF. Ramiro Gual, coordinador de la Oficina de Investigación de casos de fallecimiento de la PPN, sostuvo que las irregularidades son numerosas: “No hay colchones ignífugos, y no se retiraron elementos que pudieron haberse encendido. No se suele preservar adecuadamente la escena y ahora debe investigase cómo se atacó el incendio, es decir, si hubo decisión de apagarlo, o si contaban con los elementos adecuados para hacerlo, todo está en estado de pericia”.
Casi 30 reclusos en una misma celda.
En las cuatro muertes, el rol del SPF es cuestionado. En los casos de fallecimiento por arma blanca, se investiga si las autoridades tenían conocimiento de conflictos previos y, sí es así, por qué se mantuvo a los reclusos en el mismo pabellón. En este sentido, la PPN cuestiona el rol del oficial a cargo de la gestión de cupos dentro de la cárcel, la persona que decido donde se alojan cada uno de los delincuentes.
A estos casos se suman cuatro muertes por enfermedad:
Muerte en CPF I de Ezeiza con fecha 3/1/18: neumonía grave y mieloma múltiple
Muerte en CPF I, con fecha 7/1/18: no informan enfermedad, pero la familia destaca antecedentes de cardiopatía.
Muerte en U.21, con fecha 20/1/18: HIV y Linfoma de Hodgkin.
Muerte en U.6, con fecha 27/1/18: no informan enfermedad.
A pesar de no ser cataloga como violenta, una línea de investigación debe verificar el tratamiento médico brindado previamente para verificar si este fue certero, oportuno y efectivo.