por Alejo Paredes
31 Mayo de 2022 13:00Mafalda Beatriz Secreto tiene actualmente 65 años y su nombre recorrió todos los medios de comunicación en 2019 por lo siniestro y espeluznante de su historia. Hace exactamente tres años, la mujer quedó detenida tras asesinar a su marido, José Luis Arenas (60), en la casa que ambos compartían en la localidad de Colón, ubicada en la calle 11 entre 50 y 51, en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Mafalda había sido entregada a las autoridades por su hermano, Néstor, quien falleció en diciembre último, tras pedirle ayuda para deshacerse del cuerpo. Según se había informado en aquel momento, la mujer había ido alrededor de las 7 del 1° de junio a la casa de su hermano para contarle que había asesinado a su pareja y que necesitaba ayuda para deshacerse del cadáver.
Estupefacto y sorprendido, en aquel momento trascendió que Néstor Secreto descreía en parte de los dichos de su hermana, pero unas tres horas después se presentó en la comisaría local para informar a la Policía lo que le había dicho ella. Cuando los efectivos llegaron al lugar encontraron allí a la mujer, quien rápidamente confesó el crimen y fue trasladada a la seccional, mientras que la casa quedó perimetrada por personal de Policía Científica y del fiscal Ignacio Uthurry.
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Los peritos hallaron el cadáver de Arenas en un galpón ubicado en el fondo del terreno, tapado con la lona de una pileta. El cuerpo estaba boca abajo y descuartizado, ya que le faltaban los miembros inferiores a la altura de la rodilla, y el brazo derecho desde el codo. Además, presentaba un orificio de entrada en el maxilar derecho. "Mafalda jamás pudo haber descuartizado ese cuerpo", sostiene la abogada defensora, Raquel Hermida Leyenda.
En diálogo con BigBang, la letrada explicó que Arenas era un hombre de más de 1,90 m de altura y que pesaba más de 100 kilos. "Mafalda es chiquita, de 1,60 aproximadamente, y no tiene la fuerza para descuartizar ese cuerpo. ¡Es imposible! Evidentemente por algo su hermano Néstor la mandó a hacer algunos trámites cuando lo fue a buscar y él se encargaba del cuerpo. Le pidió ayuda al hermano y cómo él no logró descuartizarlo, la denunció", contó.
En la vivienda también fueron secuestrados dos revólveres calibre .38; uno con seis cartuchos y dos vainas servidas, y el otro con cuatro cartuchos y dos faltantes. Si bien las armas de fuego eran aparentemente del hombre, como no estaban registradas de manera oficial, el fiscal Uthurry - de la fiscalía descentralizada de la Ciudad de Colón- se las adjudicó a la mujer.
La autopsia en el cuerpo de Arenas reveló que el hombre agonizó por lo menos 12 horas, por lo que los investigadores creen que el fallecimiento se produjo entre la noche del jueves 30 y la madrugada del viernes 31 de mayo de 2019. Los cortes fueron realizados post mortem. Los investigadores también descubrieron que la mujer había comprado una amoladora en una ferretería.
En ese contexto, la mujer le habría comentado a un vecino que debía cortar madera, aunque en la vivienda no se hallaron vestigios de algún tipo de trabajo realizado con dicha herramienta, que además no fue hallada. Tampoco fueron encontradas las extremidades faltantes del cadáver de Arenas y sospechan que fueron incineradas.
El sufrimiento de Mafalda
Detrás de este homicidio -Mafalda quedó imputada por "homicidio agravado por el vínculo y por el uso de arma de fuego"- hay una historia mucho más terrible y escalofriante. Mafalda Beatriz Secreto estaba divorciada y a comienzos de 2018 había comenzado a convivir con Arenas y, según los testimonios de vecinos, existían situaciones violentas y amenazas del hombre a la mujer, a la que incluso llegaron a ver golpeada en varias oportunidades.
Por este motivo, la imputada había realizado una exposición en la Comisaría de la Mujer, que dio intervención al Juzgado de Paz, y en la que ella solicitó una prohibición de acercamiento, pero finalmente Arenas -que había abandonado el hogar- volvió a la casa y se desestimó ese pedido. "Mafalda era estafada, golpeada, drogada, amenazada y prostituida por su pareja", le detalló Hermida Leyenda a este sitio.
La letrada explicó que cuando Mafalda había comenzado a salir con Arenas, el hombre le contó que tenía un cabaret que compartía con un amigo, pero que lo había "dejado" debido a que "no le gustaba" la profesión. "Estaba separada y comenzó a salir con este hombres, que hacía mucho tiempo que lo conocía. Era un tipo enorme físicamente, de metro noventa y no le dijo la verdad, que tenía mujeres para prostituir en ese lugar", manifestó.
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Según explicó Hermida Leyenda, la relación se acentuó un mes antes del homicidio. "Él era un conocido consumidor de drogas, estaba en el tráfico de drogas en la ciudad de Colón y Mafalda nunca había consumido nada. Pero un día comenzó a sentirse mal hasta que se dio cuenta que él le ponía cosas en la bebida y en la comida para que ella se durmiera con la finalidad de prostituirla", denunció.
De acuerdo con la propia Mafalda, Arenas la drogaba para que se quedara dormida e invitaba a sus clientes-en su mayoría, vecinos de la ciudad de Rosario y personas con algunas discapacidades- para que tuvieran sexo con ella a cambio de una muy jugosa paga. "Él le daba algo para dormir y después le daba cocaína para mantenerla activa. Eran drogas con efectos contrarios que la hacían sentir muy mal al día siguiente", explicó.
Así fue como durante un tiempo, Arenas le facilitó a hombres de toda clase de edades y tamaños abusar sexualmente de su pareja hasta que esa actividad comenzó a tener repercusiones en el cuerpo de Mafalda. "Comenzó a sentirse mal a diario y si bien no era consciente de lo que ocurría, al día siguiente recordaba como la penetraba un hombre sin piernas con el marido cerca. Algunos de sus clientes eran discapacitados, le faltaban miembros. Pagaban para violarla. A todas estas personas las invitaba, les cobraba bien y les ofrecía a Mafalda y drogas. Cuando ella se despertaba al otro día, él le decía que todo había sido un sueño",contó la abogada.
Y agregó: "Hasta que un día se dio cuenta vaginalmente lo que había vivido. Se levantaba con un dolor impresionante y con sangre En este orden de cosas comenzó a sentirse mal, mareada y ya venían con discusiones muy fuertes. Él le sacaba tarjetas de crédito, le abría cuentas de banco e intentaba estafarla constantemente con créditos a su nombre. También le robaba el salario de las costureras porque ella todavía tiene un emprendimiento importante de costura con varias empleadas. Entonces él le robaba la quincena de las empleadas, la agarraba a palos y se lo robaba. También intentó estafar a las amigas y conocidas de Mafalda, a quienes les ofrecía prostituirlas por páginas web".
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Pero la gota que colmó el vaso fue cuando Arenas "drogó" a uno de los nietos de Mafalda. "Esa noche, él la amenazó. Lo único que recuerda es que la amenazaba con prostituir a las nietas y a sus hijas. En un momento, se dio cuenta que uno de sus nietos al que cuidaba de vez en cuando, estaba drogado. Lo drogó para que dejara de jugar y no lo molestara. Entonces esa noche, después de las visitas, él le puso el arma en el pecho, se recostó en la cama contra la pared y comenzó a amenazarla. Ella buscó otra arma y le disparó", contó.
Tal y como explicó la propia Hermida Leyenda, los peritos oficiales sostuvieron que Mafalda estaba en un estado de trastorno mental transitorio. "El cuerpo médico, psiquiatras y psicólogos, corroboran la amnesia de ella. En la segunda pericia sostienen que no pueden cambiar ni una coma porque respecto al hecho, Mafalda mantiene lagunas. Se llama amnesia lacunar (el paciente olvida acontecimientos que se presentan durante periodos de tiempo circunscritos). No fueron bien hechos los análisis médicos a Mafalda, ya que no le hicieron análisis de sangre ni siquiera. A ella la examinaron tres meses después del hecho y no le hicieron ni siquiera un análisis ginecológico", denunció la letrada.
En ese sentido, sostuvo que "armaron un informe como a cualquier que comete un homicidio". "No cumplieron con todos los requisitos que correspondían. El próximo lunes, 6 de junio, comenzará el juicio por homicidio agravado contra Mafalda, quien actualmente se encuentra con prisión domiciliaria a la espera de ser Juzgada por el Tribunal en lo Criminal Nº1 de Pergamino. "En principio uno va a decir que claramente la violencia de género es un delito permanente y como es un delito permanente, uno puede defenderse cuando puede. Entonces, pediremos la absolución en el marco de la legítima defensa. Ella nunca negó haberlo matado", concluyó Hermida Leyenda.