El terror y el machismo se instalaron en la ciudad de Fernández, en la provincia de Santiago del Estero. Un hombre de 23 años mató a su novia, que tenía 16 años, y luego se disparó en la cabeza. El asesino fue internado en un hospital de la zona y los médicos confirmaron que tiene muerte cerebral.
El crimen fue perpetrado en la noche del domingo. Todo sucedió en una vivienda del paraje Suri Pozo, una zona rural de la ciudad de Fernández, que se encuentra ubicada a 45 kilómetros de la capital provincial. El criminal, llamado Gustavo Santillán, y la joven Agustina Ibáñez, se encontraban en el lugar desde la tarde y discutían. Desde 2021 habían vivido diversas separaciones y reconciliaciones.
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En ese contexto, el hombre mató a la chica y luego se disparó en la sien. La mamá del femicida fue quien alertó a la Policía, luego de intentar comunicarse en diversas oportunidades y no lo pudo lograr. Cuando llegaron al lugar, Agustina estaba muerta y Santillán estaba vivo pero en gravísimo estado. De inmediato fue trasladado a un hospital.
Más tarde se supo que el femicida había estaba detenido durante siete meses porque había amenazado a quien era su novia con un arma. Por eso, la madre de la joven lo había denunciado y también le habían levantado diversas medidas de restricción de acercamiento. Pero, en las últimas semanas, Agustina lo había perdonado y comenzaron a verse en las últimas semanas.
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Por estas horas, el joven seguía internado en el Centro de Salud Banda, donde estaba en terapia intensiva y con gravísimas heridas en su cabeza. Tras un par de horas, los médicos determinaron que tenía muerte cerebral ya que el daño que había sufrido por la bala que ingresó era irreversible.
En tanto, el informe preliminar de la autopsia a Agustina informó que presentaba un solo disparo en la cabeza. El arma utilizada por el asesino es un revólver calibre 32 que estaba junto a él cuando la Policía ingresó a la vivienda.
En cuanto a la investigación, la fiscal de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar de La Banda, María del Pilar Gallo, afirmó sobre el femicidio: “El lugar del crimen era sólo una pieza, en una zona montuosa, no había vecinos, ni colindantes, ni al frente, por lo que no hemos podido entrevistar a nadie en la zona”.