El femicidio de Magalí Vera, de 34 años, conmocionó a la ciudad de Necochea. Lo que en un principio parecía ser un accidente de tránsito, terminó transformándose en un acto intencional y brutal perpetrado por su pareja, Javier Cerfoglio, de 39 años, con quien volvía de un casamiento. En un primer momento, el caso fue caratulado por las autoridades como un "homicidio culposo", ya que se creyó que el vehículo, un Honda Fit rojo, había perdido el control de manera accidental. Sin embargo, las evidencias y testimonios dieron un giro inesperado a la investigación: la autopsia de la víctima reveló lesiones en el cráneo, cuello y rostro, compatibles con violencia de género.
Además, el informe determinó que todas ellas habían sido ocasionadas previo al hundimiento del auto. Estos hallazgos, sumados a los videos de las cámaras de seguridad y un llamado al 911, incriminaron a Cerfoglio como autor de un femicidio. Horas antes del hecho, la pareja asistió a un casamiento en un salón ubicado en las afueras de Necochea. De acuerdo a varios testigos, comenzaron a discutir durante la fiesta en medio de la pista de baile. De hecho, algunos invitados a la boda afirmaron que Cerfoglio, visiblemente alcoholizado, tuvo un comportamiento provocador que generó una escena de celos.
Tras abandonar la celebración, otro testigo llamó al 911 para reportar que un hombre estaba golpeando a una mujer afuera de un auto rojo. Luego, las cámaras de seguridad registraron al vehículo circulando a alta velocidad antes de desviarse deliberadamente hacia el río. El auto quedó volcado en el río Quequén, cerca del club Necopesca. Magalí murió ahogada, mientras que Cerfoglio logró salir del agua, que apenas alcanzaba la altura de sus rodillas. Prefectura encontró el cuerpo de la víctima sumergido bajo el muelle. Según la fiscalía, es probable que la joven estuviera inconsciente debido a los golpes recibidos antes del impacto.
El fiscal Walter Pierrestegui imputó a Cerfoglio por "homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género". La jueza de garantías Aída Lehz convalidó su detención, y el acusado permanece en la comisaría 1ª de Necochea. Si es encontrado culpable, enfrenta una pena de prisión perpetua. El velorio de Magalí tuvo lugar el domingo por la noche, y al día siguiente fue enterrada en el cementerio Parque Las Acacias, rodeado de familiares y amigos que aún no pueden procesar el horror del crimen. La víctima, era mamá de un nene de 12 años, había dejado su empleo en julio para dedicarse a la pastelería y era muy activa en redes sociales.
Incluso allí, compartía su vida con Cerfoglio, quien los amigos de la pareja afirman nunca mostró signos públicos de violencia. La autopsia de la joven determinó que falleció a causa de "asfixia por sumersión". Lo cierto es que en un comienzo, el hombre aseguró en su declaración que el auto perdió el control, pero las imágenes fueron claves para constatar que su versión no era cierta. Si bien destacó que tuvieron una fuerte discusión, nunca señaló que la golpeó. Fue un llamado al 911, realizado por otro conductor, quien terminó revelando la verdad. En la llamada, el testigo destacó que observó al "sujeto atacando a la víctima".