El pasado miércoles, Mariela Rivero y Jorge Quiroga recibieron la segunda peor noticia de su vida: la causa por "mala praxis" que iniciaron contra el Sanatorio de Camioneros tras la muerte de su hijo Brian fue archivada por la fiscal Alejandra Nuñez de la Fiscalía N°8 de San Justo. "Me lo volvieron a matar. Brian merece justicia y hubo responsables por su muerte", señalaron sus padres.
Según la pareja, la funcionaria se guió por las pericias médicas basadas en la historia clínica del menor, donde afirman que la muerte de éste se debió a la nula colaboración de la madre. "Me duele muchísimo que me hagan responsable a mi. Me parte en dos. Mi ginecólogo personal, que había llevado adelante mi embarazo, me dijo que era una locura que me hicieran responsable a mi", sostuvo Mariela en diálogo con BigBang.
Todo ocurrió hace más de tres años: el 7 de julio de 2017, la vida de Mariela Rivero y Jorge Quiroga cambió para siempre. Tras 41 semanas de embarazo, ambos se dirigieron al Sanatorio de Camioneros ubicada en San Justo para recibir a Brian. El pequeño iba a nacer por parto natural, pero durante el nacimiento las condiciones se complicaron y los médicos decidieron que Mariela fuera operada.
No había anestesista y el ascensor del nosocomio no funcionaba, lo que demoró la operación y, según denuncian los papás, provocó la muerte de Brian. Según consta en la denuncia realizada en la comisaría N°1 de San Justo, Mariela decidió acudir al Sanatorio para que le indujeran el parte por consejo de su médico en los consultorios de Thames, en San Isidro, donde periódicamente se realizaba los controles.
Según relató la mamá a este portal, durante todo el embarazo no tuvo complicaciones y sabía que estaba esperando un saludable bebé de 3.9 kilos. Mariela llegó al mediodía de aquel 7 de julio al Sanatorio, pero recién dos horas después le realizaron el correspondiente monitoreo para establecer si estaban las condiciones dadas para la llegada de Brian. Este último estudio indicó que Brian se encontraba en “óptimas condiciones".
Sin ir más lejos, la pareja recordó que los doctores la felicitaron porque su bebé estaba pronto a nacer. “El mismo salió bien y la Dra. Galván nos felicitó porque nos decía que íbamos a tener un bebé sano”, recordó. Pero a partir de ahí, Mariela comenzó a vivir una pesadilla. "Yo no entiendo que pongan que no hubo colaboración maternal, la hacen responsable a ella de la muerte de su hijo. ¡Una locura!", le dice Jorge a este sitio.
A las 14.30 de ese 7 de julio, fue internada en la habitación 503. A esa misma hora, Mariela se puso la bata de internación, se dirigió al baño de la habitación y se sacó una foto para mandárselas a sus familiares. "Les muestro que estaba bien. Quedé internada y a la hora me ponen una pastilla para dilatar. La Dra. Aguirre me revisa y me dice que no me podía levantar por algunas horas", detalló la mujer.
Cada tanto, Mariela era sometida a un monitoreo para revisar la salud de Brian, hasta que a las 20 hubo un cambio de guardia. "La Dra. González me hace otro monitoreo, en una me apretaba la panza y me hacía doler mientras hablaba por el celular. Ella me apretaba y me hacía doler. Pero dio todo bien. Le dije a mi marido que me atendió de forma bruta. Estaba alterada, muy bruta y me atendió mal”, contó.
Pero a 12 horas de haber llegado al Sanatorio, Mariela comenzó a sentir muchos dolores, lo que obligó a su marido a dar aviso a enfermería. Y si bien le aclararon que esas dolencias eran completamente "normales", comenzaron a intensificarse a las 2 de la mañana. Mariela contó que las enfermeras la mandaron higienizarse y al llegar al baño comenzó a sangrar. “Llamaron a la médica que tardó una hora en llegar”, sostuvo.
Según sostuvo Jorge en conversación con BigBang, Mariela ya no estaba en condiciones de tener un parto normal después de permanecer en ese nosocomio 15 horas sin respuestas. "Ella estaba sin comer, sin fuerzas. La suben a la camilla y el ascensor no venía. Estábamos en el quinto piso y la sala de parto estaba en el cuarto. Empezaron todos a gritar y nos dijeron que iba a parir ahí nomás", explicó.
Luego de 20 minutos de "gritos" y prepararse para traer a Brian en el pasillo del Sanatorio, llegó el ascensor. A Mariela la llevaron a la sala de parto, ubicada en el cuarto piso del Sanatorio. A Jorge lo vistieron para ver el nacimiento de su hijo y le aseguraron que el nacimiento iba a transcurrir como estaba planificado: por parto natural y no por cesárea. “Mariela hacía fuerza, pero Brian no salía. Y la panza se le inflaba", siguió el hombre.
Y remarcó que "La Dra. Quinteros metió la mano y nos dijo que no encontraba la cabeza del bebé”. “La Dra. González se sube a un banquito y le comenzó a pegar con el codo en la panza a Mariela. Y la Dra. Quinteros gritaba que no encontraba al bebé. La llevan al monitoreo, me sacaron porque se complicó el parto y dijeron que tenían que hacer una cesárea de emergencia”, le dijo Jorge a este portal.
A partir de ahí sucedió la segunda gran complicación. Para la cesárea tenían que esperar a la anestesióloga, la cual -según denuncian los papás- habría tardado una hora en llegar: “A la hora veo pasar a la obstetra corriendo con mi bebé muerto y negro en sus brazos. La Dra. González me dijo que ´pasó lo peor´. Le pusieron un respirador e intentaron por media hora reanimarlo. Me hicieron firmar un papel, mientras estaba llorando y desesperado”.
Brian nació cerca de las 5 de la mañana del lunes 8 de julio. Dadas las reanimaciones del cuerpo médico, las cuales duraron 27 minutos, lograron revivirlo, pero por la falta de oxígeno sufrió severos daños en sus órganos: "Nosotros denunciamos mala praxis y falsificación de datos. Hubo una organización para borrar todo lo qué pasó. Nos escondieron un montón de cosas y la fiscal no tomó en cuenta los videos y las pruebas que presentamos".
Brian estuvo 12 días en una incubadora, sin abrir los ojos, sin hacer un solo movimiento, conectado a un respirador que lo mantenía con vida. En esta línea, Jorge no lo dudó y sostuvo que su hijo ya había perdido la vida al momento de nacer. “Ellos dicen que Brian estuvo vivo, pero ya estaba muerto. Hasta el día de hoy me duele todo al hablar de esto. Me enfermaron”, manifestó Jorge, visiblemente conmovido.
El pequeño, según la autopsia, pesó 3 kilos 900 gramos y falleció por una anoxia intrauterina. “La autopsia determinó 3 kilos 900 gramos. Pero en la historia clínica nos pusieron que pesó 2,7 kg, luego lo cambiaron a 2,9 Kg y después a 3,5 Kg. Los mismos médicos le dijeron que la mala praxis es difícil de comprobar. La justicia se guía de la historia clínica hecha por los mismos médicos que asesinaron a mi hijo", denunció el papá de Brian.
El perito propuesto por la querella confirmó que hubo "negligencia" por parte del Hospital. Sin embargo, las pericias realizadas en La Plata a cargo de la justicia determinaron que el Sanatorio de Camioneros actúo de manera "adecuada" y culpó a la madre por la muerte de Brian. "La atención brindada al recién nacido fue la adecuada, tanto en la sala de partos como en neonatología, a pesar de evolucionar de forma desfavorable", sostiene la pericia.
La misma sostiene, además, que el menor falleció de una bradicardia fetal (disminución de la frecuencia cardíaca por debajo de 120 latidos por minuto) de aparición aguda. "Nosotros fuimos el miércoles al abogado y nos encontramos con la noticia de que la fiscal había decidido archivar la causa. La fiscal se guió por las pericias médicas, que sostienen que no hubo colaboración de la madre durante el parte", afirmó Jorge.
Y continuó: "La fiscal se guía por los médicos peritos que, a su vez, se basan en la historia clínica hecha por los ´profesionales´ que nos atendieron a nosotros. Esto nos amarga y nos pone mal. Nosotros declaramos, mostramos videos donde los médicos confiesan, la historia clínica está tachada y borrada, y la fiscal se puso a llorar a la par nuestra cuando le contamos nuestra historia. Nos dijo que veía cosas raras y borradas en la historia clínica".
Mariela y Jorge hicieron la denuncia en la comisaría N°1 de San Justo y la causa quedó a manos de La fiscalía N°8 San Justo. "Si yo no tuviera pruebas, estaría llorando con la cabeza gacha. Pero nunca llamaron a declarar a los médicos, de hecho el director renunció días después y una de las médicas se fue del país tras la muerte de Brian. Solo declararon dos enfermeras y a favor nuestro", manifestó Jorge.
Ambos recuerdan que, por orden de los directores del Sanatorio, a Mariela le quisieron dar de alta a pesar de sufrir principio de anemia: “Le hicieron una transfusión de sangre porque Mariela se moría. Un día después de que le habían dado de alta. En tres años la vimos dos veces a la fiscal, nos atendía a través de la secretaria, pero siempre nos advirtió que se iba a llevar por los estudios de La Plata y no por los testimonios o pruebas que presentamos".
Tras la decisión de la fiscal Nuñez, Mariela y Jorge le contaron a este portal que -con mucho temor- apelaran esta decisión. "Me da impotencia que no investiguen como corresponde y se guíen por un papel hecho por los mismos asesinos. Nos amarga la injusticia y la corrupción. Tengo miedo de que apelemos y esto vaya a otra fiscalía de La Matanza para que me la vuelvan a archivar. No lo podríamos soportar", cerró el papá de Brian.