Después de ser condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, los ocho rugbiers oriundos de Zárate fueron trasladados de la alcaidía del penal de Dolores a la de Melchor Romero, a la espera de que el juez de Garantías defina en dónde cumplirá cada uno su condena.
La fallida estrategia de defensa en bloque desarrollada por Hugo Tomei y la decisión adversa del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores tensaron el vínculo de los condenados, quienes ya comenzaron a cruzarse con reproches y reclamos.
De acuerdo a lo consignado por el canal Crónica TV, el enojo del "grupo" se concentró en la figura de Máximo Thomsen, el condenado que más le pegó a la víctima y cuya familia se encargó de financiar la costosa defensa de Tomei.
"Thomsen les recriminó a Comelli y a uno de los Pertossi que se pasaron de rosca con los golpes", señalaron desde la emisora citando fuentes cercanas a los condenados.
Cabe resaltar que las condenas pueden dividirse en dos grupos: están los que recibieron condena perpetua (Thomsen, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Ciro y Luciano Pertossi) y los que recibieron penas de quince años (Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Blas Cinalli).
"Thomsen y su familia piensan que es una tragedia lo que pasó, que él no es un asesino. Así que uno de ellos fue claro y le dijo: '¡Vos también sos un asesino!", reforzaron.
El malestar de los condenados para con el sindicado como "líder del grupo" se incrementó luego de la condena, por el uso del teléfono celular que tienen en Melchor Romero.
Tomei en la cuerda floja y el operativo "cuidemos a Thomsen": los reclamos entre los rugbiers
"Thomsen era el dueño del celular. Era el que más lo usaba y eso trajo problemas entre ellos también. La segunda noche llamó a su mamá y a su papá y eso desató una fuerte pelea", agregaron desde el canal, al tiempo que advirtieron que efectivos policiales de la alcaidía para calmarlos y evitar que el cruce pase a mayores.
En tanto, los familiares de los acusados mantienen la división fuera del penal. Y es que, de cara a la instancia de apelación de las condenas, muchos de los padres de los rugbiers decidieron soltarle la mano a Tomei y ya se pusieron en contacto con importantes estudios de abogados para encarar una nueva defensa, ahora dividida.