"Si no habla nadie, salimos todos". Los diez rugbiers imputados por el asesinato de Fernando Baéz Sosa en Villa Gesell mantienen desde el día de su detención un marcado pacto de silencio. Representados en su totalidad por el mismo estudio de abogados, la estrategia de defensa busca cambiar la carátula de "homicidio agravado por concurso premeditado de dos o más personas y alevosía". El plan con el que buscaban hasta ahora la impunidad y el imputado que podría romper el pacto de silencio en los próximos días.
De acuerdo a lo que pudo saber BigBang, el pacto comenzó la misma madrugada del sábado en la que golpearon hasta matar al joven de 18 años a la salida del boliche Le Brique. Tras su detención, la causa fue caratulada como "homicidio en riña", aunque horas después el primer fiscal decidió elevarla. La modificación no sólo complicó la situación procesal de los diez detenidos, sino que elevó la condena que podrían recibir.
El objetivo actual de la defensa "en manada" de los imputados es que la investigación se diluya y que el delito por el que lleguen a juicio oral sea el del "homicidio en riña". ¿El motivo? Tiene una pena de entre dos a seis años de cárcel. Pero eso no es todo. El Código Penal prevé que, en caso de que los imputados carezcan de antecedentes, las penas inferiores a los tres años pueden ser dejadas en suspenso o ejecutadas en forma condicional. Es decir que, en caso de lograrlo, el abogado de los rugbiers busca que ninguno cumpla una pena efectiva por el homicidio de Fernando.
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A una semana de su detención, los diez imputados siguen sin declarar. "Están esperando a ver qué pruebas hay y fundamentalmente el resultado de la pericia de la zapatilla", precisan fuentes allegadas a BigBang. Pero, ¿por qué es tan importante el resultado de la prueba de scopometría? En caso de no poder esclarecer a quién pertenece el calzado -cuya marca se encontró en la cara de Fernando-, resulta más complicado la posibilidad de encontrar al que le dio "la patada final"; motivo por el cual la causa retomaría la carátula del "homicidio en riña".
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Según pudo confirmar BigBang, allegados a uno de los diez imputados se contactaron en las últimas horas del sábado con uno de los abogados penalistas más reconocidos del país. "Vamos a definir en las próximas horas si nos sumamos a la defensa", reconoció el letrado en diálogo con este portal, al tiempo que aclaró: "Se trata de uno de los chicos menos complicado dentro de la causa".
"Respeto la opinión del colega, que es quien tiene todos los elementos de la causa a su disposición. Sin embargo, veo dificultoso apuntar al homicidio en riña, dado que implicaría la indeterminación de los agresores y en este caso la autoría está casi resuelta", anticipa el abogado, en alusión a Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Máximo Thomsen, ambos señalados como los coautores del homicidio.
Hasta ahora, el abogado que representa a los padres de Fernando fue claro en lo que respecta a su línea de investigación, que va de la mano con la de la Fiscalía. "Independientemente de quién haya sido el que causó el último golpe, hay una coautoría funcional, es decir que los diez rugbiers actuaron en conjunto y todos tuvieron el dominio del hecho", precisó Fabián Améndola, del estudio de Fernando Burlando.
La querella quiere que los diez sean juzgados como "coautores", dado que "todos participaron y tuvieron dominio del hecho, independientemente de quién haya dado el golpe fatal". Consultado por BigBang, el abogado Miguel Ángel Pierri anticipó la que podría ser la defensa del resto de los ocho imputados de la causa. "En algún momento el pacto de silencio se va a terminar. Creo que cuando ingresemos en la etapa del debate oral y público se van a profundizar algunas cosas y el grupo se va a quebrar".
Existe la carátula de homicidio preterintencional cuando hablamos de un delito que se lleva adelante sin saber que el resultado puede ser una muerte. El famoso 'se nos fue de las manos'"
"Existe la carátula de homicidio preterintencional cuando hablamos de un delito que se lleva adelante sin saber que el resultado puede ser una muerte. El famoso 'se nos fue de las manos'. Muchos de los chicos pueden alegar que tuvieron miedo de interceder por la ferocidad de la golpiza, por ejemplo", advirtió el letrado. En este caso, el cambio de "participación necesaria" -cuya pena es idéntica a la del autor material- al de "participación secundaria" reduce la condena, que va de los ocho a los doce años.