Después de haber permanecido más de quince días prófugo, Claudio Estigarribia, el policía acusado de violar a su hijastra de 15 años desde que la menor tenía siete, se entregó en la Delegación de la Policía Federal de Pinamar para ponerse a disposición de la Justicia. La denuncia fue radicada por su ex mujer, la misma a la que contactó durante su fuga y a la que le reconoció el abuso: "Soy un monstruo, voy a estar preso por la aberración".
Todo se desencadenó después de que la semana pasada, la ex mujer del efectivo y madre de la víctima, lo denunció en la Comisaría de la Mujer por el abuso sexual de la menor que, de acuerdo a lo presentado ante la Justicia, comenzó cuando tenía ocho años y se extendió hasta la actualidad. Según el testimonio de la mujer, los abusos tenían lugar cuando ella abandonaba la casa familiar para irse a trabajar. La adolescente pudo recién hablar con su madre en la madrugada del lunes 23.
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Luego de radicada la denuncia, la Policía se hizo presente en la casa del denunciado y encontró una nota en la que el acusado les pedía disculpas a sus hijos y aseguraba que "no se iba a entregar". Sin embargo, el fin de semana llamó a su ex mujer, a quien no sólo le reconoció los hechos, sino que le anticipó que se pondría a disposición de la Justicia: "Voy a estar 30 años preso por una pelotu..., por una aberración. Soy un monstruo".
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Ahora, Estigarribia deberá declarar ante el fiscal de la causa, Walter Mercuri, en la UFI8. De acuerdo a lo que anticipó su abogado defensor al sitio CNM, declarará, pese a que tiene derecho a no hacerlo. Está acusado de abuso sexual quintuplemente agravado por tratarse de una menor de 13 años, por ser gravemente ultrajantes los ataques, por ser el encargado de la guarda de la víctima y por la relación de convivencia con su hijastra.