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Política

2015: Un año perdido por la campaña para los seis comicios

Los 32 millones de argentinos debieron acudir a las urnas al menos cuatro veces, como mínimo, y hasta seis, como en el caso de los 2,5 millones de porteños. Un año signado por la campaña electoral para los diferentes comicios . En capital, por ejemplo, se voto en los meses de abril, julio, agosto, octubre y noviembre.

01 Diciembre de 2015 07:28
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La noche en que Macri fue presidente

El año 2015 será recordado como un año signado por las elecciones, sobre todo para los porteños. Además fue el año en que cambió el mapa del poder en el país, sobre todo en la provincia de Buenos Aires y en los municipios, donde los viejos barones del conurbano, viejos caciques peronistas que gobernaron- en algunos casos por 24 años- fueron derrotados.

Los argentinos debieron votar, al menos cuatro veces, en este 2015, sin embargo el récord se los llevan los 2,5 millones de porteños que lo hicieron seis veces.

En ese distrito se votó el 26 de abril, en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), luego el 5 de julio la primera vuelta para elegir jefe de Gobierno y legisladores porteños, y el 19 de julio ocurrió el ballotage para designar nuevo jefe de Gobierno de la Ciudad.

El mapa de los candidatos de las PASO del 9 de agosto.

 

Apretado margen porteño

Ese domingo de Julio, y como lo acostumbra esa elección que se define siempre en un ballotage, Horacio Rodríguez Larreta venció con el 51,62% de los votos a Martín Lousteu, de la alianza ECO, que obtuvo 48,38%. Sólo tres puntos de diferencia en un enfrentamiento electoral que incomodó a toda la alianza Cambiemos, es que parte de esa alianza apoyó a Lousteu en silencio.

Cinco meses después, y a pesar de las fuertes críticas del economista a la ideología que representa el Pro, Lousteau aceptaría el ofrecimiento del presidente electo, Mauricio Macri, para hacerse cargo de la embajada argentina en los Estados Unidos.

Después vendrían las PASO Nacionales, para presidente, gobernadores y diputados nacionales y en algunos casos senadores, el 9 de agosto. Y el 25 de octubre, donde cambió considerablemente el mapa político del país. Sobre todo en el caso de la Provincia de Buenos Aires, en los municipios y en el cambio en la relación de fuerzas en el Congreso nacional.

Quedaría para el 22 de noviembre el primer ballotage en la historia para elegir presidente de la Nación.

 

Octubre, la hecatombe peronista

Ese domingo, más de 32 millones de argentinos debieron elegir en 94.979 mesas, el presidente que sucedería, tras 8 años de mandato, a Cristina Kirchner. También en 11 provincias eligieron gobernadores y en todo el país, las 130 bancas de la Cámara de Diputados.

Fue el domingo en que a las 12 de la noche no había ningún resultado sobre el comicio que había terminado seis horas antes. Algo estaba pasando.  

Lo que paso y que demoró todo, a tal punto que el oficialismo lo vivió como una verdadera catástrofe, fue que con 39,6% de los votos para gobernador bonaerense, María Eugenia Vidal vencía al candidato del FPV, Aníbal Fernández (34,9%) y destronaba al peronismo del poder bonaerenses tras 28 años ininterrumpidos de gobierno en la provincia más grande del país.

Además, los candidatos de Cambiemos se alzaron con al menos 64 intendencias que estaban en manos del peronismo: Campana (Sebastián Abella), General Rodríguez (Darío Kubar), Pilar (Nicolás Ducoté), Luján (Oscar Luciani), Morón (Ramiro Tagliaferro), San Isidro (Gustavo Posse), Suipacha (Alejandro Federico), Tres de Febrero (Diego Valenzuela), Vicente López (Jorge Macri) y Arrecifes (Javier Olaeta).

También triunfó en Baradero (Fernanda Antonijevic), Rojas (Claudio Rossi), San Pedro (Cecilio Zalazar), Pergamino (Javier Martínez), Lobos (Jorge Etcheverry), Magdalena (Gonzalo Peluso), Berisso (Jorge Nedela),Brandsen (Oscar Cappelletti), Quilmes (Martiniano Molina) y San Vicente (Mauricio Gómez).

Así quedó la provincia de Buenos Aires, donde Cambiemos se llevó un gran número de Intendencias.

La alianza conformada por el Pro, la UCR y la Coalición Cívica tendrá jefes comunales además en Lanús (Néstor Grindetti), Bragado (Vicente Gatica), Carlos Tejedor (Raúl Salas), Chacabuco (Víctor Aíola), Florentino Ameghino (Calixto Tellechea), General Arenales (Érica Revilla), General Villegas (Eduardo Campana), Junín (Pablo Petreca), Lincoln (Salvador Serenal), 9 De Julio (Mariano Barroso), Rivadavia (Julio Reynoso) y Trenque Lauquen (Miguel Fernández).

A la vez, la coalición que llevó a Vidal como candidata a gobernadora se impuso en General Viamonte (Franco Flexas), Ayacucho (Pablo Zubiaurre), Balcarce (Esteban Reino), Dolores (Camilo Etchevarren), General Belgrano (Osvaldo Dinápoli), General Guido (Aníbal Loubet), General Madariaga (Esteban Santoro), Las Flores (Ramón Canosa), Lezama (Arnaldo Harispe), Lobería (Juan Fioramonti), Maipú (Matías Rapallini), Mar Chiquita (Carlos Ronda) y Mar del Plata (Carlos Arroyo).

Radiografía del conurbano peronista, donde los candidatos de Cambiemos destronaron a varios barones peronistas.

De igual modo, Cambiemos comandará en las intendencias de Pinamar (Martín Yeza), Rauch (Maximiliano Suescún), San Cayetano (Miguel Gargaglione), Tandil (Miguel Lunghi), Adolfo Alsina (David Hirtz), Bahía Blanca (Héctor Gay), Coronel Dorrego (Raúl Reyes), Coronel Rosales (Mariano Uset), Coronel Suárez (Roberto Palacio), General La Madrid (Martín Randazzo), Patagones (José Zara), Pellegrini (Guillermo Pacheco), Puán (Facundo Castelli), Salliqueló (Jorge Hernández), Tornquist (Sergio Bordoni) y General Alvear (Alejandro Celillo).

En Olavarría (Ezequiel Galli), Saladillo (José Luis Salomón) y La Plata (Julio Garro) también se impuso el macrismo.

Un desencajado Daniel Scioli, sabe que le será difícl remontar y ganar el ballottage.

Fue una bomba que cayó inesperadamente en el búnker del Frente para la Victoria, ya que esta derrota en un territorio que supuestamente estaba controlado, hizo preveer lo que ocurriría en el ballotage.

 

Cambios en el Congreso

También se definio la relación de fuerzas del próximo Congreso, con la renovación de la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.

En la Cámara baja el Pro mostró un crecimiento considerable y el Frente para la Victoria perdió el quorum propio por lo que será la primera minoría. Detrás lo seguirá el radicalismo.

El Frente para la Victoria puso en juego 87 bancas de las cuales sólo pudo mantener 61, perdiendo 26 diputados. De todos modos tendrá 117 miembros en su bloque sumando a sus alíados.

Luego de la elección de octubre, así quedó la composición de la nueva cámara de Diputados tras la elección de octubre.

La Unión Cívica Radical demostró un crecimiento impresionante, obteniendo 20 bancas de las 12 que debía renovar. Será la segunda minoría con 50 diputados.

La gran elección de Cambiemos (PRO, UCR, Coalición Cívica), llevó a que el macrismo gane 26 bancas cuando sólo renovaba 5. Es decir que ahora tendrá 41 diputados sin contar los pertenecientes a sus aliados electorales de la UCR.

Como cuarta fuerza se ubica el PJ no kirchnerista que de las 11 banca que renovaba captó 9 más, metiendo 20 diputados. Así suman 36 en total.

El PS y el GEN pusieron 12 bancas en juego para renovar, pero tan sólo mantuvieron dos. El saldo final es de 9 diputados.

Por último, el Frente de Izquierda tendrá 4 legisladores ya que de las 3 bancas que se pusieron en juego tan sólo sostuvo una. 

En el Senado, las cosas quedaron así: El Frente para la Victoria puso en juego 9 bancas, de las cuales conservó todas y logró ganar dos más por lo que ahora tendrá un total de 42 senadores contando a los aliados.

En la cámara de Senadores, el peronismo acrecentó su poderío.

La Unión Cívica Radical junto a la Coalición Cívica renovaban 9 pero solamente mantuvieron 6, ahora serán 11 los senadores del espacio.

El espacio determinado como PJ pero distanciado del kirchnerismo disputó 3 bancas con un resultado favorable. Retuvo las 3 y ganó dos más, llegando a 10 senadores en el recinto.

Maximo Kirchner jura su banca que obtuvo por la minoría santacruceña.

El Pro que no refrendaba ninguna banca, ganó una por lo que sumado a sus aliados tendrá 4 senadores. Por su parte el PS y el GEN no lograron conseguir ninguna de las 3 bancas que debían renovar por lo que sólo tienen 2 senadores.

La batalla final

El primer candidato presidencial en dar un discurso, aquél 25 de octubre, fue Daniel Scioli.  Con un duro tono de campaña, aunque no hubo resultados hasta la medianoche pero sabiendo que la cosa venía muy mal, y con fuertes críticas a su rival, lanzó esa misma noche su campaña de cara al ballotage del 22 de noviembre.

"Si fuera por Macri no tendríamos Asignación universal por Hijo, ni YPF, ni Aerolíneas Argentinas". "Existen dos visiones muy diferentes del presente y del futuro de la Argentina que están en juego. Nuestra prioridad son los humildes, los trabajadores y nuestra clase media", manifestó Scioli y pidió "conocer los resultados definitivos de las urnas".

En el búnker de Cambiemos, se vivió una fiesta.

"En el día de hoy cambia la política de este país. Los desafíos que nos esperan no son fáciles ni simples, pero me tengo mucha fe", dijo un Macri, exultante.

No era para menos, el triunfo en el principal bastión peronista, además del triunfo en la provincia de Jujuy, La Rioja, Santa Fé, Córdoba, Mendoza, La Pampa y Entre Ríos, entre otras, preanunciaban lo que vendría.

Otra parte de la atención política de esa noche estuvo puesta en Santa Cruz. Cristina Kirchner seguió el desempeño de su cuñada Alicia, que se alzaba con la gobernación gracias a la ayuda de la Ley de lemas, por la que relegó al candidato más votado. Pero, sobre todo, le intesaba el destino de su hijo Máximo, que obtuvo una banca en Diputados, por la minoría.

Para evitar sorpresas en el ballotage, la Dirección Nacional Electoral tomó una serie de medidas con el fin de transparentar, más que nunca, los comicios que definirían al nuevo presidente.

El 22 de noviembre, a las 19.30 hs comenzó a haber tendencias y estaba claro que Mauricio Macri sería el nuevo presidente de la Nación. Los mapas mostraban un país con una amplia franja amarilla en el centro, provincias donde vencía Cambiemos, y sobre todo en casi toda la provincia de Buenos Aires y la capital Federal.

Así fue como con el 51,40% de los votos, la fórmula Macri- Michetti se consagró para la Presidencia sobre Scioli- Zaninni, quienes obtuvieron el 48,6%. Y también aquí hubo apenas 3 puntos de diferencia, igual que en la elección porteña.

Macri se consagró presidente por apenas 600 mil votos de diferencia, y de esa forma el país quedaría dividido en dos mitades perfectas de 12 millones de votos.