A Julio López lo hicieron desaparecer dos veces: la primera fue el 27 de octubre de 1976, allí tenía 45 años, trabajaba como albañil y militaba en una unidad básica de Los Hornos, en la ciudad de La Plata. Allí estuvo preso cinco meses hasta que lo “blanquearon” pero cayó de nuevo otros dos años más.
30 años después López, que ya tenía 76 años, estaba activamente declarando en los alegatos a las Juntas Militares y su testimonio quedó marcado en la memoria por haber denunciado puntillosamente lo que hacía el genocida Miguel Etchecolatz en el momento de las detenciones, incluía torturas, vejaciones y hasta la muerte de los detenidos.
Los testimonios de López fueron claves para encarcelar de manera perpetua a Etchecolatz y alguien lo sabía: el 17 de septiembre de 2006, el testigo clave iba de camino a escuchar los alegatos de los policías y militares que lo habían detenido pero nunca llegó a ese lugar. Las intersecciones de las diagonales 66 y 67 por calle 137, fueron el último escenario donde lo vieron con vida. Era un claro mensaje político porque era de las primeras veces en las que se juzgaba y encarcelaba a los genocidas más oscuros de nuestra historia.
Ya en 2014, cuando se dictaba sentencia de otro juicio, Etchecolatz tenía entre sus manos un papelito con la inscripción “Jorge Julio López”, captada por la cámara de un trabajador de prensa. Cuando el genocida quiso entregarle este papelito al juez, se lo negaron. Jamás se supo qué significó, el militar se llevó esa verdad y muchas otras a su tumba.
La pregunta que resuena cada año es ¿Dónde está Julio López? Para eso hay respuestas. Hoy, en un nuevo aniversario de la desaparición de López, BigBang charló con su hijo Rubén sobre el crimen contra su padre y el advenimiento de la extrema derecha de la mano de La Libertad Avanza y Javier Milei.
¿Cuáles son tus sensaciones en un nuevo aniversario de la desaparición de tu padre?
-Son las mismas que sentía ayer cuando posteaba en mis redes sociales que hacía 17 años que era la última vez que veía a mi viejo. Porque literalmente fue así, el domingo 17 como a las 9 de la noche antes de irme del taller lo vi un ratito cuando pasó a saludar. Es la misma que sentí el día anterior y la misma que venimos sintiendo hace 17 años. Lógicamente hoy es una fecha emblemática, para todos pero sobre todo para nosotros. Pero todo los días es necesario seguir reclamando, seguir pidiendo que investiguen que hagan lo que tienen que hacer y que digan qué pasó.
¿Cómo sobrellevás el día a día con el dolor por la desaparición de tu padre?
-Tratar de llevar adelante las convicciones que tuvo mi viejo, desde que sobrepuso a lo que él le había pasado, lo que había visto y me parece que nosotros tenemos que seguir adelante. Poner en primer lugar qué es lo que a él le está pasando en este caso, que está desaparecido, por sobre lo que nosotros podamos estar pasando.
Hoy no es un día de recordatorio, es un día de reclamo y me parece que esa misma tozudez que tuvo mi viejo para llevar la verdad a los Juicios poniendo adelante lo que él había visto por encima de lo que él había sufrido, es la misma manera que nosotros este reclamo debemos llevarlo adelante por sobre todas las cosas. En ese reclamo estamos muy acompañado de gente que llama, que pregunta y la verdad que eso también está bueno.
¿Cómo era Julio como padre y como militante?
-Un militante que hacía las cosas, un padre que hacía las cosas: en vez de decirte que tenías que hacer, te lo mostraba con los hechos. Era un tipo de pocas palabras de marcarte las cosas haciéndolas y ese compromiso que tuvo en ir a declarar y en sacrificarse siempre por su familia, el estar comprometido con sus compañeros de lucha que él vio cuando asesinaban en los centros clandestinos de detención donde estuvo. Ese compromiso de ir a declarar un juicio a sabiendas seguramente en el fondo que algo le podría pasar.
Es lo que tratamos de llevar adelante: un tipo que se comprometió con sus compañeros y a pesar de lo que le pudo haber pasado.
¿Qué respuesta política podría ser reparatoria para vos y para tu familia?
-No hay nada que repare. Desde el punto de vista político, alguien en algún momento va a tener que hacerse cargo de que esto se pudo haber previsto. El Estado siempre es responsable, en algunos casos por acción y en este caso por omisión; en algún momento alguien va a tener que responsabilizarse por lo que no se hizo.
Me parece que es la mejor manera, por lo menos repara o consuelo un poquito, no hay nada que repare la pérdida de un familiar. Lo único que te da la fortaleza para seguir adelante, son los reconocimientos este para quien lo reciba.
Memoria, verdad y justicia: tres palabras en jaque tras las cifras en las PASO de La Libertad Avanza, ¿qué consecuencias pensás que pueda traer un presunto gobierno de Javier Milei?
-Estamos preocupados y ocupados. La verdad que estos personajes que hoy reivindican la Dictadura, que ya pasaron de ser negacionistas, que de alguna manera o de alguna forma fueron ellos o sus familiares partícipes de la Dictadura, la verdad que preocupa. Pero no solamente por lo que puedan hacer en cuanto a lo que tiene que ver con los genocidas, que ya dijeron que si fuera por ellos lo liberarían, sino que tiene que ver con la vulneración de los derechos, todos los derechos que se le han dado al pueblo.
Ya lo dicen abiertamente: van por todo, por la educación, van por la salud, van por los jubilados, van por nuestros sueldos, van por todo. Hay que hablar mucho con aquellos que votaron a estos grupos libertarios y explicarles que literalmente te están diciendo lo que van a hacer y me parece que muchos no entendieron ese mensaje que ellos están imprimiendo y diciendo hoy en día. Entonces ahí donde tenemos que apuntar, por eso digo estoy preocupado y ocupado tratando de concientizar porque estas personas que hace unos meses yo mismo decía que eran negacionistas, hoy en día digo que son pro-Dictadura.
La candidata a Vicepresidenta (Victoria Villaroel) que dice que Videla fue un presidente que cometió algunos errores convengamos que Videla usurpó el Estado, lo tomó por la fuerza y a él nunca nadie lo votó. Él nunca fue Presidente, él tomó el poder por la fuerza, él y todos los militares.
¿Cómo podemos sobrellevar estos últimos días antes de las elecciones para combatir los discursos de ultraderecha?
-La única manera es empezar a contar y a difundir lo que estos personajes vienen a vulnerar nuestros derechos, vienen por todo y por todos, hay que empezar a desenmascararlos. Con estas últimas actitudes que han tenido se los descubre.
Siempre digo lo mismo, el problema no son los medios de comunicación hegemónicos, el problema que hay mucha gente que los escucha. En vez de apuntar a esos que hablan, hay que apuntar a los que los escucha. Una abuela en una radio decía muy preocupada, que su nieto le dijo 'vamos a votar a Milei porque de vez en cuando hace falta un loquito'. Fijate muchos jóvenes-no estoy haciendo cargo a los jóvenes-que es evidente que el problema está en que no se le llegó a los jóvenes que no se le encontró la forma de crear conciencia. Eso es lo que más preocupa.
No solamente el grupo libertario está diciendo lo que va a hacer: los partidos políticos opositores están diciendo que vienen por todos nuestros derechos, también. Convengamos que en el 2015 dijeron que iban a sacar lo que estaba mal y lo que estaba bien, lo iban a dejar: el problema es que nunca dijeron qué estaba mal y qué estaba bien y sin embargo fueron por todos nuestros derechos. Hoy te están diciendo, 'te vamos a sacar la jubilación', 'te vamos a sacar la indemnizaciones por despido', 'te van a sacar la educación pública'. Entonces eso hay que decir “chicos fíjense".
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Y no tan chicos, muchos grandes también que evidentemente este mensaje les llegó y aquellos que votaron en contra de este gobierno o cualquiera que sea un gobierno popular y nacional porque no se le llegó y no tuvieron derecho o no los recibieron y cuando vos les explicás 'che pero vas a perder todos tus derechos' y contestan 'a mí no me tocó nada del reparto de la torta'. Bueno, hacerse cargo de que a mucha gente no le llegó y ahí donde está el drama de que mucha gente que vota a Milei, grupos enojados con justa razón y justificada razón y hay que empezar a conversarlo: nos van a destrozar a todos.¿Cómo sigue este día tan significativo para vos?
-Hoy nos juntamos con los chico de Berisso. Hace dos años atrás estábamos inaugurando un mural que poquito tiempo después fue vandalizado por estos grupos de odio que hoy siguen dando vueltas, así hoy estamos ahí. Mañana en la Universidad de La Plata (13 horas) donde hay una imagen que está pintada en los cinco pisos de altura que dice 'A qué te podés acostumbrar' y se va a cambiar, este año se va a poner en un número 17 que son los años que se cumplen hoy.
¿Una última reflexión?
-Hay que seguir militando, contar lo que nos pasó, lo que vivimos para que los jóvenes tengan las herramientas para que esto no nos vuelva a pasar, para que no cometan los errores que hemos cometido nosotros que también somos responsables. Cuando decimos que el Estado es responsable, nosotros somos el Estado también porque somos los que ponemos a los que nos gobiernan en ese espacio. En definitiva, somos los jefes de nuestros gobernantes, le damos el voto con el DNI así que tenemos la libertad de reclamar por lo que vemos que hacen mal.
Me parece que contar esto y darle las herramientas a los jóvenes para que no se equivoquen es lo principal. Evidentemente habrá cosas que no las hemos contado bien para que hoy muchos voten a Milei y a estos partidos políticos de derecha o de ultraderecha.