24 Octubre de 2016 15:31
Pocos antes de que cumpliera un año en el cargo, la gobernadora María Eugenia Vidal decidió descabezar a la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Fernando Díaz, titular hasta hoy de la fuerza, había asumido en su cargo en diciembre del año pasado, días después de la fuga de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez.
Aunque las fuentes consultadas no quisieron confirmar la novedad, en fuentes políticas se informó que la gobernadora había decidido cambiar a la conducción del Servicio Penitenciario provincial.
Según se supo, por un período de tres meses, quedará a cargo de la conducción del SPB el subsecretario de Política Penitenciaria, Juan Pablo Baric, y como auditor general, Fernando Rozas.
Situación complicada
La situación de Díaz se había vuelto complicada desde que semanas atrás la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) pidió al ministro de Justicial, Gustavo Ferrari, que destituyera a Fernando Díaz.
El exjefe del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) está acusado del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública en concurso real con el de vejaciones en una causa en la provincia de Salta.
"La Justicia salteña investiga irregularidades millonarias en el servicio de catering del complejo penitenciario federal de esa provincia que habrían derivado en un "régimen de hambre" para los reclusos", informó La Nación.
"Díaz está bajo sospecha de haber participado de esa maniobra por el rol de auditor general del SPF que tenía en el momento de los hechos. Según se consigna en la carta que el CPM envió a Ferrari, Díaz "no sólo no controló ni denunció, sino que avaló las irregularidades delictivas en 40 expedientes de «legítimo abono»"", agregó el diario.
Esta fue la segunda gestión de Díaz al frente del SPB. Durante la gobernación de Felipe Solá llegó a ese cargo, en 2005, y permaneció en el puesto hasta la gobernación de Daniel Scioli en 2009.
Al comienzo de esa gestión se produjo una de las mayores tragedias del SPB. En la cárcel de Magdalena murieron 33 jóvenes privados de su libertad, ya que al incendiarse uno de los pabellones, los agentes penitenciarios reprimieron y cerraron las puertas.
