En la década del 90, Luis Barrionuevo cobró notoriedad tras convertirse en una de las caras del Gobierno de Carlos Menem. Por aquel entonces, el riojano lo había elegido para ser el titular de la Superintendencia de Salud y las acusaciones por robo de miles de dólares no tardaron en aparecer. Acusado por incontables personas, Barrionuevo no tuvo mejor idea que decir una frase que lo perseguirá hasta el fin de sus días: "Hay que dejar de robar por dos años". Hoy esas palabras parecen retumbar en su presente.
Es que la Obra Social del Personal de Seguridad e Investigaciones Privadas (Ospsip) tuvo una auditoría y terminó denunciada por insólitos desvíos de fondos. Entre los extraños movimientos que descubrieron en sus cuentas hay compras en joyerías por más de 5 millones de pesos, transferencias a fundaciones que no tienen actividad alguna y pagos a talleres mecánicos, aunque la obra social no tiene vehículos.
Dichos pagos de la prestadora de salud se dieron en los mismos meses en los que se negaban a dar prestaciones de urgencias en diferentes especializaciones, que iban desde tratamientos oncológicos o exámenes para embarazadas. Las denuncias apuntaron a Luis Barrionuevo por parte de un ex funcionario que renunció hacer un tiempo al ser obligado a alquilar un edificio por 10 millones de pesos por mes, algo que no era posible para la prestadora.
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Los desvíos de fondos se dieron entre marzo y abril de 2023 y la denuncia de dicha auditoría fue presentada en la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el órgano encargado del control de las prestadoras de salud de gremios y prepagas. En el documento realizado por Jorge Alonso hay una un punto increíble: la obra social le pagaba el salario a 207 personas en diferentes partes del país, aunque solo 79 de esos empleados realizaban tareas en el lugar. El resto había sido contratado por Sigifredo Banegas, aliado de Barrionuevo y quien salió eyectado de su puesto por el pésimo manejo de la obra social.
En otro punto de la auditoría se lee: "Se registraron pagos efectuados a la Fundación de Médicos Solidarios por sumas absolutamente atípicas realizadas en apariencia sin documentación respaldatoria para eventualmente generar un mecanismo circular con el único objetivo de retirar fondos de la obra social e ingresarlos al circuito financiero para beneficios espurios". Entre el 15 de diciembre de 2022 y el 22 de marzo de 2023 se giraron a Médicos Solidarios 347.915.600 pesos que supuestamente eran pagos por "honorarios de psicología, psicología infantil y servicios médicos”, aunque ningún afiliado fue tratado ahí.
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En la denuncia afirmaron: "No obra en la obra social ninguna documentación que justifique las erogaciones señaladas, contrato de prestaciones, listado de beneficiarios atendidos, lugar de atención, profesionales que hubieran intervenido, fechas de las tareas realizadas, autorizaciones de atención, etcétera". Otra fundación a la que enviaron fondos por 3 millones de pesos fue Igualdad para todos, que no registra ninguna actividad. También hay pagos a una empresa llamada ISS Facility Services, para supuestos servicios de limpieza. Aunque la obra social tiene empleados para dicha tarea.
El otro pago insólito es el de reparación de vehículos por 4 millones de pesos a un taller mécanico, aunque Ospsip no tiene autos. Y a eso se le sumó el pago de 5 millones de pesos a la joyería Vendome SRL, que vende productos exclusivos Jean Pierre, sobre la Avenida Alvear al 1800, en Recoleta, la zona más cara de Buenos Aires. En sus registros, las autoridades de la obra social vinculadas a Barrionuevo afirmaron que se trataron de “regalos de fin de año”. ¿Qué dirá Javier Milei ahora sobre sus amigos de “la casta”?