23 Marzo de 2018 10:02
A una semana de salir en libertad tras casi cien días detenido, Cristóbal López podría volver a prisión, junto a su socio en el Grupo Indalo, Fabián De Sousa. La Cámara de Casación Penal podría revertir el fallo que benefició al empresario investigado en la causa por una millonaria evasión a la AFIP en el pago de un impuesto a la transferencia de los combustibles de su empresa OIL.
López y De Sousa podrían regresar a la cárcel una vez que la Cámara de Casación Penal defina la apelación que presentará la AFIP en los próximos días, tal como adelantó el abogado de la agencia recaudadora, el radical Ricardo Gil Lavedra. De este modo, el mayor tribunal penal del país podría revertir el polémico fallo que despertó molestias en el Gobierno y también en Comodoro Py.
Cristóbal salió de prisión el viernes pasado.
Ocurre que además de otorgarles la libertad, los jueces Jorge Ballestero y Eduardo Farah modificaron la carátula del expediente, de defraudación a la administración pública a apropiación indebida de tributos. Aunque ambos tienen de dos a seis años de cárcel, el segundo “aliviana” culpas a los empresarios acusados de evasión, ya que podría dar lugar a la extinción de la acción penal si se regulariza la deuda, que inicialmente era de $8.000 millones.
Si bien Gil Lavedra adelantó que no recurrirá la excarcelación, el fiscal federal Germán Moldes confirmó que apelará al fallo que permitió la liberación de López y De Sousa. Los jueces de Casación, Gustavo Hornos, Ana María Figueroa y Carlos Mahiques, podrán revertir la libertad de los empresarios.
El empresario es acusado de evadir el pago de impuestos por $8 mil millones.
El malestar que provocó el fallo de Ballestero y Farah quedó expresado por el presidente Mauricio Macri, quien cuestionó la modificación de la carátula en varias entrevistas que ofreció esta semana.
Pero también lo hizo la Corte Suprema, que ante las sospechas de un posible pago de coimas ordenó investigar cómo fue la designación de Farah, quien fue convocado para desempatar ya que el otro camarista, Leopoldo Bruglia, había rechazado la excarcelación y el cambio de carátula. Además, el Consejo de la Magistratura revisará el patrimonio del juez Ballestero.
López, junto a su ex pareja, la modelo misionera Ingrid Grudke.
En el poder también había malestar respecto al “factor Oberá”. Ocurre que una de las primeras cosas que hizo López cuando salió en libertad fue viajar a Misiones, en un avión alquilado. El empresario viajó a Oberá, donde se reencontró con su ex pareja, la famosa modelo Ingrid Grudke, en medio de rumores de una supuesta bóveda en la casa de la familia de la modelo, negada de manera tajante por Grudke. El dato no es menor, si se tiene en cuenta que con la facilidad con que alquiló el avión, López podría haberse dado a la fuga.
