El presidente Alberto Fernández anunció ayer ante la Asamblea Legislativa que en los próximos diez días enviaría un proyecto de ley para la despenalización y legalización del aborto, iniciativa que tuvo media sanción en la Cámara de Diputados pero que fue rechazada en el Senado en 2018. La pregunta que quedó en el aire es si este año estarán los votos como para que la Cámara Alta no lo rechace.
En un rápido racconto BigBang está en condiciones de afirmar que, con la composición actual de la Cámara Alta, no estarían los votos necesarios para aprobar el proyecto. De los 19 senadores salientes, 11 estaban a favor del proyecto que se trató en 2018, siete estaban en contra y uno se abstuvo. Ahora se mantiene la abstención en uno senador, hay nueve a favor, seis en contra y tres indecisos que en varias declaraciones a la prensa procuraron tener palabras de elogio hacia los “valores católicos”.
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Con este escenario, en el Gobierno ya hablan de un proyecto más “lavado” que el que se trató en 2018. En ese entonces el Senado intentó sumar algunos cambios a la normativa llegaba al recinto para lograr aprobarlo. “Todos estaban de acuerdo en que había que despenalizarlo, pero la legalización es otro tema”, le dijo a BigBang un ex senador nacional del interior del país.Objeción de consciencia, semanas de gestación y cuestiones vinculadas a hospitales que dependen de instituciones religiosas fueron algunos de los puntos que en su momento se quisieron modificar pero que rechazaba el colectivo de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. En ese debate la intención que tenían las impulsoras del proyecto, que fue consensuado por varios actores de la sociedad civil y la comunidad médica, era que no se tocara ni una coma.
La intención del oficialismo para que el presidente Fernández no sume una derrota legislativa es que el proyecto sea más “ameno” para ciertos sectores y por ende tenga cambios con respecto al que presentó el mencionado colectivo. Esa situación ya generó algunos roces.
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Una de las voces que primero se levantó fue la de la diputada nacional del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Myriam Bregman, quien criticó la decisión de no avanzar con el proyecto que estaba consensuado. “Tenemos un proyecto de AbortoLegalYa, lo construimos colectivamente miles de mujeres movilizadas con la @CampAbortoLegal. No se explicó por qué enviaran otro y con qué contenido”, tuiteó la diputada luego del anuncio del presidente lo que le generó una cataratas de críticas.En los despachos encargados de la redacción del proyecto, del cual ya tienen un primer borrador, se establecen algunos cambios con respecto al que se trató en 2018. Uno de ellos es que se le permita a las instituciones relacionadas a la Iglesia Católica, u a otro tipo de religión, que no practiquen abortos. Tal es el caso, por ejemplo, del Hospital Austral en Pilar.
Otra de las modificaciones gira en torno a las semanas de gestación. Una de las propuestas que realizaron algunos senadores del peronismo era bajar de 14 a 12 las semanas de gestación en la que se pueda practicar la intervención del embarazo. “Con esos cambios, si la legalización está más lavada que en 2018, no tendría problemas para salir aun con el número tal cual esta”, agregó uno de los representantes del peronismo en la Cámara Alta.