22 Noviembre de 2020 14:24
¿Puede pasar que el proyecto de ley de legalización del aborto sea aprobado en el Senado pero por diferentes cuestiones técnicas del tratamiento en particular de cada uno de los artículos se caiga? Esa pregunta es la que se están haciendo las principales espadas legislativas del oficialismo en el Senado, luego del anuncio del envío del proyecto por parte del presidente Alberto Fernández para comenzar a tratar en sesiones extraordinarias.
Es que a diferencia de la votación de 2018, los números están más cerca del sí del no, por fuera de la voluntad política. Recambios de bancas y retoques en el proyecto son algunos de los puntos clave de esa estrategia que, no obstante ello, no está del todo terminada de pulir. El punto central, según pudo reconstruir BigBang, en la Cámara Alta pasa por tres artículos.
¿Hasta qué punto la objeción de conciencia puede obstaculizar el acceso al aborto legal?
En primer lugar habrá que ver si en la Cámara de Diputados se aprueba el proyecto, pero con modificaciones. En especial en los artículos referidos a la interrupción del embarazo en caso a violación, a las semanas de gestación y a la objeción de consciencia.
Estos dos últimos ya tuvieron su centralidad en el debate de 2018 cuando hubo una férrea resistencia de parte de las representantes de la Campaña por la Legalización del Aborto en permitir introducir cambios. Lo que pedían los senadores en ese entonces era que se tome en cuenta que las instituciones, sobre todo las clínicas que tienen relación con la Iglesia, puedan desistir de practicar un aborto y que el tiempo para poder abortar se reduzca de 14 a 12 semanas.
A ese debate se le suma el artículo cuatro, del proyecto actual, en donde se establece que en el caso de un embarazo como consecuencia de un abuso sexual el aborto puede practicarse en cualquier semana de gestación.
Si bien en la bancada oficialista repiten una y otra vez que el número está cerca, y que buscarán tratar el proyecto en febrero para “tener las Fiestas en paz”, la preocupación por la situación artículo por artículo empieza a tener mayor relevancia por lo que algunos esperan que Diputados sea la Cámara en donde se genere el consenso.
“Estamos, salvando las distancias, en una situación muy parecida a la de 2018. Si Diputados hace los cambios, sale; sino se va a complicar”, expresó un senador con llegada a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner que por estas horas apuntan a que algún voto en contra de su bloque cambie a una abstención y deje así más fácil el camino para la aprobación.
Pero no solamente el proyecto empieza a tener algunas dudas dentro de la bancada oficialista, sino también en Juntos por el Cambio. Es que si bien en 2018 el ex presidente Mauricio Macri dio libertad de acción, algunos de los senadores apoyaron el proyecto solamente para evitar que tenga una derrota parlamentaria una iniciativa que habilitó el ex jefe de Estado.
“Ahora hay que ver qué pasa. No sé si todos votarán igual”, le confesó a BigBang una senadora de Juntos por el Cambio que en 2018 votó a favor, pero que ahora tendría una mirada puesta en lo político más que en lo sanitario.
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Es que, dentro de las especulaciones que se tejen en la coalición opositora, están convencidos de que si el proyecto no sale, el costo político lo pagaría el presidente Fernández y no su vice. Nadie se anima a decirlo en público, pero en privado ese escenario empezó a correr.