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Política

Adelanto: las nuevas medidas de Macri para volver a enamorar a la clase media

Al anuncio de beneficios sociales de la semana pasada, el Gobierno sumará medidas para resolver un reclamo histórico de los jubilados y anunciará inversiones para la provincia de Buenos Aires. Además, ya trabaja sobre el despliegue de Internet en el interior del país. El objetivo: "re-enamorar" a los sectores medios de la sociedad, golpeados por el aumento de tarifas. El detalle de las medidas.

25 Abril de 2016 16:35
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No es un plan concreto ni sistemático, pero sí es una línea argumentativa dentro del Gobierno, un vector político que fluye en cada una de las reuniones entre los funcionarios de mayor peso. “Hay que re-enamorar a la clase media”, describe un Secretario de Estado desde su despacho, quien confía, mientras manda un mensaje de Telegram, que “recomponer ese amor” va a llevar al menos un semestre.  

Uno de los primeros pasos para reconquistar a los sectores medios ocurrió la semana pasada, cuando Macri anunció una serie de beneficios sociales. Fue un intento claro de acolchonar el golpe en el bolsillo del tarifazo anunciado días anteriores, pero además de volcar efectivo entre los sectores que deben gastarlo -consumiendo- para que la economía no se empaste aún más.

Macri anunció el sábado 16, en Liniers, "tres ejes" en materia social para "mejorar el ingreso de la gente".

Lo que viene

En las próximas semanas el Gobierno va a anunciar otra iniciativa en este sentido. Tiene que ver con un reclamo histórico de unos 300.000 jubilados que litigan desde hace años contra el Estado por la pérdida del poder adquisitivo de su jubilación luego de la salida de la convertibilidad, en 2001.

El faro del anuncio es un fallo insignia de la Corte Suprema de 2007: el caso Badaro. La Anses ya realiza los cálculos para ajustar cientos de miles de jubilaciones y dar un plus salarial a todos los que fueron perjudicados.

Emilio Basavilbaso, titular del Anses, y quien anunciará un beneficio para jubilados.

El costo es alto: Macri deberá destinar miles de millones de pesos (calculan los detalles por estos días) para compensar la diferencia entre la inflación desde la convertibilidad hasta 2006 y pagarlo de forma retroactiva.

Será un golpe de popularidad para Macri entre los abuelos, los mismos que no lograron que Cristina Kirchner les dé ese beneficio. Aunque sí lo logró su madre, Ofelia Wilhelm, que en 2009 accionó contra la Anses y logró una jubilación de privilegio gracias al fallo que benefició a Adolfo Valentín Badaro.

Anses recibe pedidos de reajuste basados en el "fallo Badaro" de la Corte Suprema.

Al mismo tiempo dentro del Ministerio del Interior, a cargo de Rogelio Frigerio, también trabajan en un ambicioso plan de infraestructura, es decir, obra pública. La idea es invertir entre 20 y 30 mil millones hasta mediados de 2016 para realizar un tendido inédito -e histórico, prometen- de cloacas en la Provincia de Buenos Aires.

La ventaja es dual: para los vecinos y para la futura candidatura de María Eugenia Vidal. La gobernadora dará soluciones para su electorado, pero con plata de Macri. Win-win.

Rogelio Frigerio trabaja en un plan de cloacas para la provincia de Buenos Aires.

Esta semana Macri buscó por primera vez en su gestión percibir en persona la temperatura del humor de los periodistas que más saben de su gestión: los que están acreditados en la Casa Rosada.

Cayó casi por sorpresa en la Sala de prensa a las cinco de la tarde del jueves pasado con cuatro docenas de facturas. Charló 15 minutos y se retiró. No fue casual: su Gobierno necesita que se propague en el corazón de la Rosada un concepto vital para la confianza popular: que su gestión pelea a muerte contra la inflación y que hacia fin de año estará controlada.

Un detalle: fue la primera vez que algunos de sus funcionarios más cercanos pisaban la Sala. Notaron una irregularidad: no anda ni el reloj principal, que adelanta una hora. Una desprolijidad muy poco macrista.

Macri, en la Sala de prensa de Casa Rosada, el jueves pasado. Conferencia improvisada.

Wi-fi social

El próximo 17 mayo, en el aniversario del día Internacional de Internet, el Gobierno anunciará que Arsat, la empresa satelital del Estado, conectará 1.200 localidades del interior del país con el tendido de fibra óptica nacional. 

Macri obligará a los cableoperadores locales que revendan el servicio subsidiado a un costo más bajo. Son distritos que hoy no tienen Internet, o sólo conexión por telefonía celular. La contraprestación es que estarán obligados a conectar gratis a hospitales, municipios y dependencias gubernamentales.

El detalle oculto es que el Estado le venderá a las empresas de cable, en perpetua guerra con las empresas de telefonía, un servicio mayorista de Internet a menor costo. Gana la estructura de poder de Clarín, pierden las telefónicas.