El vocero presidencial, Manuel Adorni, recibió muchas críticas por defender los despidos en el Estado, sobre todo por parte de los sindicatos y de la oposición. Sin embargo, se defendió durante su habitual conferencia de prensa al decir que se trata de combatir "el empleo militante" y hasta aseguró que no es una preocupación para el Gobierno en este momento.
"A nadie que esté trabajando y sea útil al Estado y a la gente, se le va a dar de baja el contrato. No veo por qué tenga que haber preocupación. Nadie que trabaje se va a quedar sin trabajo", expresó el vocero de Javier Milei, al tiempo que continuó: "Estamos en contra del empleo militante que le hizo y le hace daño a la Argentina, le hace mucho daño al empleado que trabaja y cada día se levanta para darlo todo, a quien se lo ha ninguneado y maltratado muchas veces. Estamos a favor de ellos, no en contra de los otros".
Frente a los periodistas, cuyo encuentro comenzó más tarde por problemas técnicos debido a la tormenta, Adorni insistió en que se dejará fuera de las filas públicas a quienes hayan ingresado "por haber sido militantes de algún partido" o a quienes no presenten funciones y sin embargo están cobrando un sueldo. "Hay un trabajo puntilloso y quirúrgico para que nadie que tenga que seguir en su puesto quede apartado", remarcó.
"No veo la preocupación. No hay nada malo en que el contribuyente deje de pagar por empleo militante, que no es empleo, es venir a ocupar un espacio para llevarse una retribución que no corresponde", dijo Adorni tras dar a conocer la noticia del cierre del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (Inafci), lo que implica el despido de 900 personas.
Puro humo: los libertarios que entraron al Gobierno por ser amigos, militantes o familiares
La primera en ganarse un lugar en el Gobierno fue Karina Milei, quien fue designada como Secretaria General de la Presidencia después de la asunción de su hermano y de la anulación del DNU de Mauricio Macri que prohibía su contratación por ser familiar del presidente.
Otra de las funcionarias que hizo caso omiso a la "cuestión" de "la casta" fue la canciller Diana Mondino que puso a trabajar como vocero de su repartición estatal a su hijo de 32 años Francisco Pendás, días después de que fue designada en ese cargo. En el ámbito político, salieron a criticarla por haber tomado esa decisión y hasta llegó a los oídos del periodista oficialista Eduardo Feinmann que ni bien se enteró, puso el grito en el cielo.
Y, ante las violentas y fuertes repercusiones, Mondino se vio en la necesidad de tomar cartas en el asunto y a dar explicaciones sobre el caso: "Francisco es una persona brillante que va a trabajar gratis, aportando ideas para salir adelante después del desastre que deja Santiago Cafiero". En aquella oportunidad también había expresado: "No existe un aspecto transaccional, se ve que el kirchnerismo está acostumbrado a nombrar gente para que cobre por las dudas, no somos todos iguales".
La designación nepotista que trajo mucha cola fue la de Federico Sharif Menem que antes de que esté en el mundo de la política estatal era casi un don nadie para la sociedad. Ahora, con tan solo 23 años, está trabajando nada más y nada menos que como director general de la Secretaría Privada de la Presencia de la Cámara Baja. Un puesto de alta jerarquía de toma de decisiones que fue colocado allí por su tío segundo, Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados.
Según el mismo presidente de la Cámara, su sobrino es parte de su equipo de trabajo porque lleva con él más de dos años, cuando Federico cumplió la mayoría de edad y sobre este punto se excusó Menem: "No es sobrino directo, es un sobrino segundo, trabaja conmigo hace dos años y medio, es la persona en la que más confío, mis ojos, mi sombra, está en todos lados. No entiendo a quién quieren que busque para que trabaje al lado mío", lo describió así en Radio Mitre.
Pero hubo más: "Me la banco porque es una persona que trabaja incansablemente y es una persona de confianza, de mi pequeño entorno", dijo sin tapujos desconociendo que a las personas de su gobierno se les infla el pecho hablando de los miles y miles de despidos generados para "bajar el costo público".
Hay más historias como estas. Es el caso de Patricia Bullrich que, si se la mide con el "castómetro" de Milei, pasaría a ser una de las que más "casta" tiene encima. No sólo militó para Montoneros, sino también para el peronismo, pero para el radicalismo, para el macrismo y ahora, para el ala libertaria.
El caso de Bullrich se pasó tres pueblos: designó a su ex chofer personal Franco Berlín, un estudiante de 25 años como nuevo Director de Seguridad en Eventos Deportivos de la Nación. En este puesto de alta decisión política deberá coordinar el programa Tribuna Segura que indica quiénes entran y quiénes no al estadio dependiendo de sus condiciones legales.
Pero el vocero no mencionó en ningún momento a todos los familiares y militantes que el Gobierno contrató en las últimas semanas, como Juan Pablo Carreira, editor general y cofundador del portal de noticias La Derecha Diario, mejor conocido como Juan Doe en las redes sociales, quien desde febrero se desempeña como director general de Comunicación Digital del Poder Ejecutivo. El militante libertario ahora cobra 2.400.000 pesos por mes del Estado.
En otro intento por tapar el sol con las manos, el vocero presidencial volvió a recordar su validación -como hace habitualmente- al programa económico y tildó como un éxito ya haber alcanzado el déficit cero a solo tres meses de la gestión de Milei.
"Somos liberales, por lo tanto absolutamente opuestos a lo que puede ofrecer un gobierno militar. No quita que haya números con semejanza, lo que no nos hace una dictadura. Sería bueno superar esa definición. No tenemos nada que ver con el gobierno militar en ninguna de sus vertientes. No es bueno que nos comparen", manifestó el portavoz.
"La brecha entre el oficial y los dólares financieros, cuando asumimos era del 200%, hoy es del 20%. La reducción del gasto primario del Estado en términos reales fue de un 40%. El Banco Central compró más de 9.000 millones de dólares desde el 10 de diciembre y además, el propio Banco Central ha logrado escapar de un default de cerca de 42.000 millones de dólares con los importadores que, por supuesto, había frenado, no sólo que había frenado las importaciones, sino que además estaba frenando también el resto de la economía, porque claramente necesitamos insumos y el resto de productos importados para que la economía funcione", expresó finalmente el vocero presidencial.