14 Febrero de 2025 13:48
![Manuel Adorni](https://statics.bigbangnews.com/2024/09/crop/66f59b9d65b67__400x300.webp)
En medio de una crisis ambiental que azota a diversas regiones del país, el Gobierno Nacional le restó importancia a los cuestionamientos formulados por el flamante subsecretario de Ambiente, Fernando Brom, quien señaló las más que evidentes fallas en la prevención de los incendios forestales. Sin embargo, la respuesta oficial fue desacreditar sus declaraciones y poner en duda su propio nombramiento. ¿Se convertirá en una nueva víctima de la guillotina libertaria?
El vocero presidencial, Manuel Adorni, intentó desestimar los dichos de Brom, asegurando que "son las expresiones de alguien que no se ha interiorizado en la función y en todo lo que hemos hecho en función de la catástrofe de los incendios". No obstante, las declaraciones del designado secretario reflejan una realidad palpable en varias provincias, donde el fuego avanza sin una respuesta coordinada ni recursos suficientes.
Brom, ex vicepresidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), había manifestado en una entrevista radial su preocupación por la falta de prevención y aseguró que la gestión de los incendios debería ser una prioridad. "Evidentemente, no lo hemos hecho bien", sostuvo. El cruce entre el vocero presidencial y el nuevo secretario de Ambiente expone las contradicciones dentro del Ejecutivo y la falta de una estrategia clara para abordar la crisis ambiental.
Mientras el Gobierno insiste en que los incendios responden exclusivamente a "la acción humana directa vinculada a grupos mapuches", omite mencionar el impacto del cambio climático y la desinversión en infraestructura para la prevención y combate del fuego. A esto se suma la salida de Ana Lamas, cuestionada debido a que la subsecretaría que ella comandaba destinó recursos públicos para el mantenimiento de aires acondicionados en sus oficinas.
La ahora ex funcionaria renunció a la subsecretaría de Ambiente alegando "agotamiento" en medio del avance de los incendios. Su dimisión coincide con la decisión del Gobierno de trasladar la Dirección del Manejo del Fuego, antes bajo la Jefatura de Gabinete, a la órbita del Ministerio de Seguridad dirigido por Patricia Bullrich. Esta medida, lejos de fortalecer la capacidad de respuesta, se ha traducido en una mayor burocratización y en la dilución de responsabilidades.
Mientras tanto, el fuego avanza en varias provincias. En Chubut, los incendios forestales arrasaron más de 130 viviendas, mientras que en Corrientes ya se han consumido más de 100 mil hectáreas, afectando gravemente la producción agropecuaria y la biodiversidad local. Situaciones similares se replican en Catamarca, Córdoba y otras provincias, sin una respuesta concreta del Ejecutivo. Lejos de reconocer las deficiencias en la gestión, la estrategia del Gobierno viene siendo desacreditar las críticas, incluso cuando provienen de sus propios funcionarios. "Brom todavía no es funcionario ni ha asumido, le falta información", dijo Adorni.
Y agregó: "Cuando Brom efectivamente tome conocimiento de cómo hemos manejado la gran cantidad de ayuda y soporte que hemos dado, seguramente tenga una opinión más atinada. La creación de la Agencia Federal de Emergencias, anunciada por Bullrich y el ministro de Defensa, Luis Petri, aparece más como una medida tardía que como una solución efectiva. La promesa de "verticalizar la estructura" y "elevar las penas" para quienes provoquen incendios intencionales no responde a la falta de inversión en equipamiento, capacitación y logística para los brigadistas. En un país donde el impacto de los incendios se agrava año tras año, la negación del problema y la improvisación oficial son una combinación explosiva. Mientras los bosques arden y las comunidades afectadas esperan respuestas, el Gobierno prefiere desacreditar a quienes se animan a señalar lo evidente: la falta de planificación y la ausencia de un compromiso real con la crisis ambiental.