02 Julio de 2024 13:12
Mientras que la gestión de La Libertad Avanza (LLA) comenzó la segunda etapa de despidos en el Estado el último viernes, el vocero presidencial Manuel Adorni reacomodó la secretaría que maneja y le dio lugar allí a más de 100 empleados con sueldos muy por arriba del promedio de los trabajadores de la administración pública, entre los que se encuentran muchos de los tuiteros libertarios como Juan Pablo Carreira, mejor conocido como John Doe.
Así es que, a semanas de haber tomado como propio el despacho que era del ex jefe de Gabinete Nicolás Posse y que no ocupa su reemplazante Guillermo Francos, y a meses de haber cambiado la categoría de su sector a secretario de Estado -con el correspondiente sueldo de 3.282.709 de pesos-, el organismo que conduce Adorni se transformó en casi un ministerio de trolls.
El mismo día que a través del Decreto 548/2024 publicado en el Boletín Oficial se mutó lo que era Télam en una agencia de publicidad estatal, se dio a conocer que el vocero presidencial ya incorporó a más de 100 personas en su equipo. Y la referencia no es a familiares, como su hermano Francisco Jorge, que percibe más de 4 millones de pesos por ser auditor del Ministerio de Defensa que conduce Luis Petri.
De cara a los cargos que todavía quedan por cubrir en la Vocería Presidencial, y a la versión que hace algunos meses sonó acerca de una agencia donde se realizan exámenes preocupacionales que se llenó de jóvenes libertarios durante dos semanas, los cuales confesaban felices que estaban por entrar a "un área de Presidencia", es que el nuevo esquema de trabajo se entiende mejor.
Estos casi púberes fueron a sumarse a las filas de Adorni uno tras otro. Y no con cargos menores. Las incorporaciones van con cargos desde directores hasta asesores llanos. Son 101 los nuevos empleados que llegaron a la Subsecretaría de Comunicación y de Vocería de Presidencia. Se sabe que el promedio salarial de estas nuevas adquisiciones estatales, está cerca del millón y medio de pesos, más de un 70 por ciento de los promedios salariales de otras áreas presidenciales.
Según revelaron en Argenzuela, estas incorporaciones en muchos casos venían de otros departamentos del Estado, aunque en estos casos se les mejoró notoriamente el sueldo.
Por otro lado, Cecilia Armando, que venía de la gestión de la Secretaría de Prensa desde el gobierno de Alberto Fernández, y que tras la asunción de Javier Milei tuvo un fugaz paso por el ARSAT, quedó como directora general de actividades presidenciales. También Lionel Vignale tuvo su premio tras hacerse con dos lugares, el de la Dirección Nacional de Vocería y Comunicación Directa y la Dirección de Renovación y Nuevas Tecnologías.
Si bien el listado está lejos de exponer los 101 ñoquis que hay, en palabras de muchos de ellos, sí exhibe los cargos jerárquicos de algunos más de ellos. Por ejemplo, Leandro Martín Leiva Nostas es el Director de Comunicación de la Vocería. Aunque también tiene la Subdirección a cargo de Coordinación de Contenidos de Activos Digitales y Coordinación de Monitoreos y Métricas.
En esa cartera es donde más trolls sonaron como nuevos nombres. Es un espacio dedicado, justamente, para analizar el rendimiento en redes sociales de la figura presidencial. El tuitero libertario conocido de forma virtual como John Doe se quedó con la Dirección Operativa de Comunicación Digital. Otro caso es el de Camilo Accavallo, quien además tiene otras dos subdirecciones: la Coordinación de Gestión de Comunicación Digital, que la maneja un tal Iván Gabriel Gómez, y la Coordinación de Administración y Logística, donde hace lo propio Malena Elizabeth Baró, los cuales a su vez tiene gente a su cargo.
La Dirección Nacional de Planificación y Seguimiento de la Subsecretaría de Vocería y Comunicación de Gobierno de la Secretaría General de la Presidencia, quedó bajó el control de Florencia Magalí Domingo Sánchez. No es un cargo menor, ya que de ese organismo depende la dirección de campañas que conduce Javier Nicolás de Iprixito. Un ejemplo de este salto cualitativo en el trabajo de los mencionados es el de Pablo Eduardo Lamón, quien alquilaba autos y ahora es coordinador de Gestión de la Dirección Nacional de Publicidad Oficial, un cargo que no tiene sentido hasta que Télam sea finalmente dispensada.
Por otro lado, el cineasta de Milei, Santiago Oría, se hizo con la Dirección de Realización Audiovisual, mientras que las coordinaciones dependientes de esa cartera, como la de postproducción, estará en manos de Santiago Gregorio Pacheco, y la de contenido audiovisual, bajo la órbita de Nicolás Antonio Recart. La casta iba a tener miedo, pero nunca estuvo tan cómoda como con una gestión que prometió terminar con los privilegios de quienes menos tienen y sólo perpetuó sus falencias. Los despidos son para algunos trabajadores, para otros llegó el premio del "carguito" en el Estado.