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Política
La libertad atrasa

Agustín Rombolá en BBN: "Bullrich muestra su verdadera faceta, la de una funcionaria al servicio del Estado represivo"

El presidente de la Juventud Radical analiza en profundidad el panorama social y político argentino.

10 Febrero de 2024 15:51

Agustín Rombolá llega al estudio de BigBang y se sienta con una energía histriónica. Está apurado, pero se concentra rápidamente. Son días claves: la vuelta a foja cero de la Ley de Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos, o Ley Ómnibus, la represión en las calles y los constantes tarifazos hacen que todo el arco político argentino se reúna decenas de veces por semana a debatir y definir cómo se sigue. Rombolá es presidente de la Juventud Radical y las reuniones políticas toman casi todo el tiempo de la mañana en la que fue entrevistado para saber su punto de vista sobre el contexto político y social argentino de la mano de Javier Milei.

Agustín Rombolá

En las últimas horas, la Unión Cívica Radical (UCR) estuvo en el ojo de la tormenta tras la decisión de rechazar la Ley en el Congreso. El enojo de Milei y su séquito de vana idolatría en X (antes Twitter) no tuvo piedad: publicaron listas negras con los nombres de quienes disintieron. Agredieron, insultaron, persiguieron y amenazaron a quienes dieron marcha atrás el día de la votación de artículo por artículo de la Ley.

Rombolá no espera ni un minuto para hablar de política. Dice que está preocupado y que tiene esperanza en el cambio generacional que ve entre sus pares, dijo también que no quiere pasar los próximos años su vida "debatiendo si fueron 30.000 o no los desaparecidos". El militante radical, cuestionó la represión en la Plaza de los dos Congresos y hasta habla del polémico papel que Patricia Bullrich ejerce como ministra de Seguridad. 

La misma Bullrich que meses atrás rompió con los radicales y con el PRO para sumarse a las filas libertarias de Milei. Rombolá tiene una opinión contundente sobre esa miembro de su partido: "Bullrich está mostrando su verdadera faceta, que es la de una funcionaria al servicio de un Estado represivo".

¿La patria, no se vende? 

- Están sobrando nacionalistas, están faltando patriotas. Se perdió la oferta y la demanda de personas que piensen a la Argentina a partir de una concepción de políticas de Estado, de acuerdos interpartidarios, de consensos como la base y los cimientos de una Democracia desarrollada (...) que terminan derivando en la derrota de los de los partidos tradicionales... pero sobre todas las cosas termina derivando en la derrota de una cultura política tradicional.

Pareciera que el individualismo es lo único que importa. Ahora pareciera ser que mi supervivencia depende de la extinción del otro. Entonces tenemos un gran trabajo para hacer desde las nuevas generaciones, entender que la política es el de colectivizar problemas individuales, necesitamos sobre todas las cosas dar respuesta a esos problemas, esa es la gran deuda de estos últimos años de la política.

Hablas de política tradicional y se me viene a la cabeza, la UCR. ¿Te llenás de contradicciones con el punto en el que muchos Diputados votaron a favor de la Ley Ómnibus?

- La política es contradicción, es conflicto. El problema es que estamos atravesando interpartidariamente los conflictos de una manera bastante violenta. Tenemos un Presidente que dice que no se negocia con la oposición o que está publicando listas de las personas que le votan en contra, que retuitea insultos a opositores.

La lista de "enemigos" que reposteó Milei

Obvio que el conflicto existe: dentro de los partidos, dentro de los movimientos y existe entre los partidos. Lo que hacer es canalizarlos y materializarlos de la forma más pacífica o más civilizada posible o más productiva, entendiendo que entre las distintas posturas está la verdad, que nadie tiene la verdad revelada, que acá no hay ningún iluminado. 

El radicalismo es un espacio en el que el disenso está a la orden del día y en el que acostumbramos a discutir política, entonces no tenemos tantos problemas para pensarnos como sujetos con pensamiento crítico. 

Para Javier Milei la única verdad es que los que votaron en contra son unos traidores ¿Cómo te cayó a vos y a tu espacio político esa aseveración?

- Pésimo porque me parece que creo que Javier Milei no está a la altura del cargo que está detentando. No está a la altura de ser un presidente de la Nación por lo que tiene que ver con lo simbólico y con lo que representa un presidente.

Además de ser la cabeza del Poder Ejecutivo, es un líder de opinión. Probablemente el más importante de Argentina en este momento, entonces no es para nada responsable, que él esté publicando nombres y apellidos de personas que osan contradecirlo, teniendo en cuenta que vivimos en una etapa de violencia política muy grande y que de alguna forma legitima a que otras personas se sientan motivadas a materializar esos desencuentros.

Javier Milei en el Muro de los Lamentos

Alguien tiene que hacerlo llamar a la restricción a Javier Milei, porque ya vivimos la época de las listas negras de Argentina, ya vivimos los momentos en donde se perseguían opositores, donde se reprimían periodistas. Argentina no quiere volver nunca más a eso a pesar de todas las falencias de la Democracia, la salida es con más democracia y con mejores instituciones. Si quiere gobernar, incluso si quiere gobernar bien va a tener que hacerlo con consensos, no lo puede hacer a partir de la lógica de la guerra constante.   

Cuando la Ley volvió a comisiones, Milei publicó esta lista negra y sabemos a través de las redes sociales que muchos de los Diputados y dirigentes de la UCR fueron amenazados, ¿te llegaron a vos también las amenazas? 

- Se volvió bastante más virulento el ambiente, pero creo que parte de nosotros dar un paso para atrás. Yo no quiero una República Argentina sin libertarios, no quiero una República Argentina sin militantes del peronismo, sin kirchneristas, sin gente del Pro o sin gente del socialismo, quiero una República Argentina la que puedan convivir todos, en la que todos puedan expresar sus ideas en la que podamos tener consensos en donde rija la lógica de mayorías, pero pensando en representar a las minorías que eso en definitiva es una democracia liberal.

Si hablamos de guerra hablamos de la represión entre el 1 y el 2 de febrero que fue una situación bastante triste en donde se reprimieron desde trabajadores de prensa hasta jubilados. Esa represión fue llevada adelante por Patricia Bullrich que en algún momento también formó parte de la UCR y de la alianza con el PRO ¿qué mensaje tendrías para la ministra de Seguridad? 

- Decepcionó a toda la militancia que creía en un cambio institucional. Decepcionó a todos los que en algún momento soñamos con una República Argentina que encarne un cambio, pero un cambio que sea a través de la mejora de las instituciones de la Democracia, de la transparencia a la hora de la gestión pública, de los procesos virtuosos de desarrollo productivo que la Argentina necesita, de la gestión pública como una bandera necesaria para resolver los problemas de los argentinos de la cercanía a la hora de hacer política.

El oportunismo y las mezquindades estuvieron a la orden del día. Bullrich está mostrando su verdadera faceta que es la de una funcionaria al servicio de un Estado represivo, de un estado policial, de un falso liberalismo, porque no hay mayor presencia del Estado que cuando está presente en las calles reprimiendo a la ciudadanía.

Vimos a la Policía Federal, la Gendarmería y a Prefectura reprimiendo a mansalva a personas que simplemente fueron a expresar su opinión. Ese es el falso liberalismo, que no quiere ningún tipo de lógica institucional en lo económico para que triunfen los mismos de siempre, pero que después les encanta un estado máximo en la opinión de la seguridad para garantizar que ese plan económico que en mi opinión perjudica a las grandes mayorías argentinas.

Patricia Bullrich

La contracara de un proyecto que favorece a ese 1%, sin duda es la violencia contra el 99% restante que en algún momento se cansa y se manifiesta de esta forma, pacíficamente.

Ahora cómo sigue y parafraseando al presidente Javier Milei: ¿El radicalismo la ve o no la ve?

- El que no la ve es el Presidente, no ve la crisis, pero sobre todo la desesperanza y la frustración que viven los argentinos. Un presidente que dice que hay que sacar en andas a la calle a un ministro de Economía (Luis "Toto" Caputo) después de un 25% de inflación, después de haber vivido un proceso casi hiperinflacionario, es un presidente está desconectado de la realidad absolutamente.

Cuando Javier Milei habla de libertad y de desregulación en realidad sólo hace referencia a una sumisión y a una regulación en favor de los que más tienen. Hay un ejemplo muy claro acá en la ciudad de Buenos Aires que es la cuestión de los alquileres: la ley de alquileres anterior funcionaba muy mal porque la economía ha funcionado muy mal; pero se derogó la ley de alquileres y todos los propietarios dolarizaron sus contratos, tienen condiciones de entrada imposibles de afrontar. 

Luis "Toto" Caputo

¿Cuál es el resultado de eso? Sí, mayores ganancias económicas de los propietarios, pero hoy el 76% de los jóvenes menores de 35 años de la ciudad están rescindiendo sus contratos de alquiler porque no pueden afrontar los pagos. Entonces, un pibe tiene que volver a vivir con sus viejos; una piba tiene que mudarse con una compañera de la facultad para poder seguir cursando; un pibe tiene que cerrar su emprendimiento, tiene que cerrar su comercio. Eso impacta gravemente en términos culturales identitarios sociales, pero impacta también en términos económicos.

Entonces no hay que caer en la trampa discursiva y una trampa política de los libertarios: esto simplemente sumisión a las grandes corporaciones. Las medidas van a perjudicar, van a destruir a las PYMES argentinas y van a favorecer a esas dos tres corporaciones que controlan los distintos sectores del mercado. 

¿Cómo hacemos llegar a este discurso a la juventud pensando en que fue uno de los segmentos que también más apoyó a Javier Milei?

- Habría que vivir a la juventudes en dos: por un lado tenés a la juventud adolescente, que son estos chicos de entre 16 y  23 años que nacieron después del 2001 con lo cual, el establishment para esos chicos fue la sociedad militante de la Patria Grande, el kirchnerismo y viven hoy un estilo de vida, que es probablemente peor del que vivieron sus padres con lo cual hasta esos chicos me parece que es natural que se opongan a lo que ellos consideran lo establecido. A esos chicos les hago una salvedad y pienso en que el interés por la política es un valor en sí mismo y que lo que hay que hacer es sostenerlos en ese interés, hasta que puedan entender que hay alternativas.

Por el otro lado tenés los jóvenes, mayores de 24 a 25 años que vienen hartos del mismo discurso, pero que están construyendo otro tipo de identidad que tiene que ver con esto del individualismo como como la salida. 

Yo creo que creo que Argentina y creo que los jóvenes vivimos una pandemia de ansiedad, te diría algo que no se habla acá en Argentina una cuestión de salud mental muy grave una Argentina a la que creo que en pandemia, si no era por el consumo excesivo de alcohol de benzodiacepinas, de calmantes, de drogas yo creo que Argentina podía llegar a colapsar y creo que está algo de lo que nadie habla. Esto explica en gran parte el enorme daño que se está haciendo sobre una generación y la falta de soluciones de la política tradicional los empuja a votar cualquier cosa que sea un cambio o lo más alejado a lo tradicional posible. 

A nosotros nos faltó hacer entender que la marcha atrás también es un cambio. Después cuando ves que la fórmula presidencial que necesitamos se fue directamente a formar parte del gabinete, también entendés, porque esto nunca iba a funcionar.

¿Cuál es tu relación con ese tipo de militantes y dirigentes radicales que "tranzaron" con Javier Milei? 

- Muchas de las generaciones previas a nosotros ya fracasaron y sobre todo fracasaron en la construcción cultural que ellos mismos encarnan. Muchos tienen que saber que es hora de bajar la persiana y creo que sobre todas las cosas tenemos una misión generacional que suele hacernos cargo.  

Javier Milei y Patricia Bullrich

A partir de esa cultura de la amistad (de gente de diferentes partidos políticos), que hoy es totalmente contracultural en la República Argentina, se puede generar una política nueva. Yo creo en esta generación, por eso creo que tenemos que empezar a construir algún camino de coincidencias que en algún momento deriven en políticas de Estado. Acercarnos por las coincidencias y crecer en la disidencia, porque cuando yo recibí amenazas y Victoria Villarruel las avaló, de todo el arco político me llamaron para ponerse a disposición.

Se escucha en Argentina un reloj con cuenta regresiva. En el espacio público de redes sociales también se dice 'este gobierno no llega' ¿vos qué apreciación tenés? 

- Rechazo absolutamente todo lo que tiene que ver con la finalización anticipada del Gobierno. Quiero que el escarmiento sea en las urnas en 2025 y quiero que en 2027 espero que tengamos un presidente o presidenta radical.

Yo no quiero pasar los próximos 30 años de mi vida debatiendo si fueron 30.000 o no los desaparecidos, creo que nadie quiere hacerlo y hay muchos que nos empujan a eso constantemente. 

Son 30.000

Entonces pensar en un Javier Milei yéndose antes, es discutir 1970 y yo no quiero discutir el '70. Intento apegarme a los carriles normales de la Democracia porque si yo le exijo a Milei que se comporte de una manera en particular a la hora de ejercer su rol de líder de opinión, creo que nosotros tenemos que hacer lo mismo.