Un mes y medio antes del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, cuando Fernando Sabag Montiel le gatilló una pistola Bersa en la cabeza, otro hombre había amenazado de muerte a la vicepresidenta. Su nombre es Claudio Herz y el 21 de julio, se paró frente al Instituto Patria con un megáfono y varios carteles y comenzó a gritar.
Herz estaba rodeado de un grupo minúsculo de manifestantes. Vestía un delantal blanco y se mostró en actitud violenta. Los hechos quedaron registrados por las propias grabaciones que realizó el grupo radicalizado. Entre ellos había varios miembros del grupo Revolución Federal, liderado por Jonatan Morel y ahora investigado por la Justicia por la banda que realizó el intento de homicidio contra Cristina.
La semana pasada, Herz se negó a declarar en la Justicia. Entonces, el juez Daniel Rafecas decidió procesarlo por los delitos de “amenazas e incitación a la violencia colectiva”. Además dispuso el embargo del acusado por 400 mil pesos. Por ahora no será puesto en prisión preventiva, aunque tiene prohibido su salida del país.
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Entre las diversas amenazas que constan en la causa y quedaron registradas en diferentes videos, Herz le gritó a la vicepresidenta: “Ahora te toca la horca”. Sus otras frases contra Cristina fueron: “Les queda poco tiempo: los vamos a matar a todos”, gritaba Herz. “Los vamos a buscar con ametralladoras para liquidarlos en el momento y ahorcarlos”; y “Ahora te toca la horca, el único camino para deshacernos de vos, de todos tus cómplices, de tu hijo y de toda la basura que nos gobierna. Eso es lo que vamos a hacer: te vamos a sacar a patadas en el culo”.
Cuatro días después de esas amenazas frente al Instituto Patria, y tras la viralización de las mismas, la fiscal Mónica Cuñarro realizó una denuncia para que se llevara adelante una investigación. En ella dejó en claro que un agente de la Policía de la Ciudad no solo no detuvo a los violentos manifestantes sino que los saludaba de forma amistosa. Tampoco impidieron que arrojaran bolsas de basura contra la fachada del edificio.
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La investigación recayó en el despacho del juez Manuel de Campos y del fiscal Leonel Gómez Herbella. Tras un allanamiento a Herz, por ser el hombre que realizó las amenazas, la Policía Federal lo encontró en una habitación de un hotel en Moreno al 3000, en la ciudad de Buenos Aires. En el lugar se encontró el megáfono y diversos afiches en contra de las vacunas contra el coronavirus y en contra del Gobierno Nacional y el Peronismo. Tras esa medida, el apoderado del Instituto Patria, Fernando Castiglioni, denunció a Herz y el juez volvió a dictar el allanamiento y el peritaje sobre su celular y un pendrive.
En la causa, Rafecas explicó: “Entiendo que la conducta desplegada por Herz tiene la entidad e idoneidad suficiente para crear un estado de alarma y de temor en la destinataria de las amenazas. Debe tenerse en cuenta para ello la magnitud de la violencia de las frases utilizadas y que el nombrado se constituyó para proferirlas en el Instituto Patria, que no es sino uno de los lugares donde la vicepresidenta de la Nación desempeña sus labores, para asegurarse con ello que las mismas sean escuchadas, que cumplan de esta manera con el objetivo de amedrentar, debiéndose tener en cuenta que asimismo fueron magnificadas, mediante el empleo efectivo de un megáfono”.
Y finalizó: “No quedan dudas de que el contenido de las expresiones bajo análisis, además de tener un innato significado violento, permiten inferir una concreta convocatoria pública por parte del imputado a personas indeterminadas a generar 'violencia colectiva' contra un grupo de personas e instituciones, sin perjuicio de que efectivamente el imputado logre su cometido”.