10 Junio de 2020 10:29
El presidente Alberto Fernández anunció la intervención del Servicio Penitenciario Federal (SPF), a 15 días de la renuncia de su ahora ex titular, Emiliano Blanco. La decisión del Gobierno llega en medio del avance de una causa por supuesto espionaje ilegal a presos K en el penal de Ezeiza, que tiene en su poder el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, y que apunta a la colocación de micrófonos en las celdas de los pabellones donde estuvieron detenidos, entre otros, Luis D'Elía, Amado Boudou, Roberto Baratta y los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López.
El presidente adelantó la decisión este miércoles en declaraciones a Radio 10. Fernández expresó su “enorme preocupación” por las denuncias por supuesto espionaje ilegal durante la gestión de Mauricio Macri. En este contexto, anticipó que en el transcurso del día designará a un funcionario a cargo de la subsecretaría de Asuntos Penitenciarios que “tendrá el rol de intervención del Servicio Penitenciario Federal”.
En este sentido, el presidente indicó que espera que la Justicia “haga lo que tenga que hacer con las denuncias de espionaje” y en relación a la intervención del Servicio Penitenciario Federal apuntó: “Vamos a ocuparnos de intervenirlo y de ciertas cosas que nunca más quiero que ocurran”.
La intervención sale a la luz 15 días después de la renuncia de Emiliano Blanco, quien hasta fines de mayo estuvo a cargo del Servicio Penitenciario Federal y renunció en medio de varios rumores: aunque en primer lugar se habló de una supuesta interna del Ministerio de Justicia y un desgaste tras el motín de la cárcel de Devoto en plena pandemia, luego salió a la luz que el juez Villena tenía en su poder una causa que apuntaba al jefe de Inteligencia del Servicio, Cristian Suriano, muy cercano a Blanco y quien presuntamente habría tenido un rol clave en las escuchas a presos que son investigadas en el juzgado federal de Lomas de Zamora.
Exactamente dos semanas atrás, el juez Villena allanó la Dirección de Inteligencia y la Dirección de Seguridad del Servicio Penitenciario Federal. Esa causa, que ahora tomó impulso a partir de otras investigaciones por espionaje ilegal que tiene en su poder el juez de Lomas de Zamora, tuvo su origen en la intervención del teléfono público del pabellón de los presos K, con el supuesto objetivo de escuchar con quiénes y de qué hablaba el narco colombiano Mario Segovia, conocido como el Rey de la Efedrina.
Quien dio la orden fue el propio Villena, y aunque el magistrado en primer lugar ordenó la destrucción de las escuchas que no tenían que ver con la causa de Segovia, luego autorizó que se le remitiera una copia sustraída de un back up al juez federal Claudio Bonadio.
