24 Diciembre de 2020 10:03
Las críticas y los cuestionamientos públicos de Cristina Fernández de Kirchner hacia el Gabinete de Alberto Fernández se incrementaron en los últimos días, teniendo al acto en La Plata como manifestación explícita de lo que muchos dentro del Frente de Todos interpretaron como una “marcada de cancha” para el presidente y un mensaje directo a sus votantes.
Si bien desde la coalición gobernante insisten en que las diferencias internas son exageradas por los medios de la oposición -a los que también les espetan haber blindado durante cuatro años los cruces de la administración de Mauricio Macri-, lo cierto es que las críticas de Cristina y el impacto directo que tienen en la agenda pública generaron más de un recelo en Casa Rosada.
“Alberto ya venía haciendo un análisis del funcionamiento de cada ministerio y se estaban contemplando algunos cambios antes de que Cristina cuestionara al Gabinete. La idea era hacer un recambio en marzo, con la campaña de vacunación ya aceitada. Una suerte de relanzamiento de la gestión, después de un año de mucho desgaste producto de la pandemia”, reconocen desde el Ejecutivo.
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El discurso de la vicepresidenta alertó a más de un funcionario, en especial aquellos que saben desde hace meses que tienen “el boleto picado”. Sin embargo, el presidente decidió desestimar cualquier tipo de recambio en el corto plazo, apoyó a sus funcionarios, se mostró junto a ellos en la primera reunión de gabinete federal en la provincia más austral y organizó un asado en Olivos en el que los reunió a todos por primera vez desde la jura. “Si después de la crítica de Cristina pide una renuncia, queda absolutamente desautorizado”, reconocen.
Pero el listado de cambios de Alberto no coincide con el de la vicepresidenta. En principio, aunque se especuló con un posible traslado de Eduardo “Wado” De Pedro a la cartera de Justicia, Marcela Losardo continuará en su cargo. Es, sin lugar a dudas, una de las funcionarias más cuestionadas por el kirchnerismo y pertenece al riñón albertista desde hace años.
“Cristina tiene su agenda judicial paralela. El foco está más puesto en el Consejo de la Magistratura y un poco también en la designación del Procurador. Pero no hay que olvidarse de que puso como número dos a un hombre propio que sigue de cerca todo”, desestiman desde Balcarce, en alusión a Juan Martín Mena.
El respaldo del presidente a Losardo se hizo aún más explícito en los últimos después de la reunión que mantuvo con la ministra, tras el artículo periodístico que denunciaba nexos irregulares con una licitación de empresas de viandas y cuentas offshore. Fernández y la funcionaria acordaron en la reunión que mantuvieron en Balcarce que era necesaria una respuesta "dura" y Losardo se volcó a Twitter. Desde el Frente de Todos reconocieron la "campaña en contra" de la ministra, aunque se la atribuyeron a un "lobo solitario" y no al Instituto Patria.
Otro de los nombres cuestionados por la vicepresidenta es el de Claudio Moroni, ministro de Trabajo, a quien le espeta, entre otras cosas, las magras paritarias del 2020 -condicionadas por la pandemia y el parate productivo que implicaron las medidas de aislamiento decretadas por la emergencia sanitaria-. “Moroni no está en la mira de Alberto. No le va a soltar la mano”, aclaran desde Balcarce.
Uno de los puntos de coincidencia entre Alberto y Cristina tiene que ver con los precios y la imposibilidad de controlar la inflación, incluso en un año atravesado por el congelamiento de tarifas y la inyección de dinero que implicaron los ATP, el IFE y las asignaciones. Se espera que uno de los primeros pedidos de renuncia sea para Paula Español, quien podría abandonar la Secretaria de Comercio Interior en el mes de marzo.
La continuidad de Matías Kulfas, también aludido por la falla en la estrategia para el control de precios, está en análisis. Desde el ala kirchnerista le cuestionan la falta de diálogo con el mundo empresarial y el presidente le dio un ultimátum en la última reunión de gabinete económico. Como posible reemplazo sonó incluso el nombre de Cecilia Todesca, una de las “intocables” del presidente junto a Santiago Cafiero; pero la vicejefa de gabinete declinó la oferta.
El desembarco de Jorge Ferraresi en reemplazo de María Eugenia Bielsa fue celebrado por las tres “patas” del Frente de Todos. En efecto, el peso de los intendentes del Conurbano en la mesa chica de Fernández es tal, que hasta se especuló con la posibilidad de que Juanchi Zabaleta pudiera sumarse al Gabinete, una opción que todavía no fue descartada de cuajo.
Sabina Frederic también es una de las ministras que Cristina tiene bajo la lupa. La funcionaria fue objeto de duras críticas desde el comienzo de su gestión y no fueron pocos los que le atribuyeron el desmadre que se vivió dentro de la Casa Rosada durante el velatorio de Diego Maradona. Sin embargo, su nombre no estaría en la nómina de cambios, aunque sí se le pidió que dejara de ser tan "antropóloga" y asuma un rol más protagónico.
En donde ya casi estarían confirmados los cambios es en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Si bien desde el entorno de Felipe Solá declararon que se limaron las viejas asperezas con la vicepresidenta, no se descarta que el Canciller pueda ser trasladado a la cartera de Agroindustria, hoy en manos de Luis Basterra. Los nombres de Jorge Arguello y Jorge Taiana suenan también como posibles reemplazos de Solá.
Sale Ginés González García, entra Carla Vizzotti
El otro ministerio que tendrá una renovación será el de Salud, pero sucederá una vez culminada la campaña de vacunación nacional que, estiman, será recién en junio del año que viene. Ginés González García le pasará formalmente la posta a Carla Vizzotti, una de las caras visibles de la cartera durante la pandemia y una de las funcionarias con mayor aprobación del Gabinete.
“No hay un cuestionamiento a Ginés por parte del presidente”, aclaran de inmediato desde Casa Rosada. Desde un principio, cuando fue convocado el año pasado, el ministro de Salud le dejó en claro al presidente que aceptaba el cargo sólo si podía trabajar en sociedad con Vizzotti; una mujer de mucha experiencia y con “más energía” para llevar la gestión del día a día. El trabajo de la secretaria de Acceso a la Salud fue “impecable”, reconocen desde el Frente de Todos.
Otro de los “intocables” del albertismo es Agustín Rossi, quien desde el ministerio de Defensa trabaja contrarreloj -junto a Cafiero y la mesa interministerial- en el armado de la campaña de vacunación más importante de la historia.
Guzmán, las recetas "ortodoxas" y el pedido de Cristina de un "alivio" a la clase media
El rumbo económico es otro de los cuestionamientos de la vicepresidenta. Si bien Martín Guzmán cuenta con el respaldo de Alberto y Cristina, lo cierto es que desde el kirchnerismo analizan con recelo las recetas “ortodoxas” del ministro de Economía. Su nombre no está en juego, sin embargo algunas de sus resoluciones fueron cuestionadas de forma pública. El último round se vivió en Diputados, cuando se intentó sumar un artículo a la reforma previsional y fue el Senado -es decir, Cristina- el que puso como condición su eliminación.
El gambito de dama de la vicepresidenta permitió el tratamiento legislativo del proyecto, pero condicionó los números de Guzmán; quien continúa con las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y pelea por llevar adelante una equilibrada reducción del déficit. “La preocupación de Cristina tiene que ver con el poder adquisitivo de la gente, en especial en un año electoral”, reconocen, al tiempo que aclaran: "Su discurso también fue un mensaje a sus votantes, no sólo una marcada de cancha al presidente".
En efecto, el gabinete económico trabaja para que la reactivación económica -hasta ahora vertida en términos más macro que micro- tenga un efecto palpable para las clases bajas y medias antes del mes de marzo. “Necesitamos llegar a las elecciones con un alivio que se pueda sentir en el día a día”, suman desde el ala kirchnerista del Frente de Todos.
