El presidente Alberto Fernández, afirmó hoy que "no" hipotecará el "futuro" del país en la negociación con los acreedores privados para reestructurar la deuda pública, de unos 66.239 millones de dólares.
"Lo que los acreedores corroboran día a día es nuestra voluntad de encontrar una solución (...) lo que sí queremos es garantizar que el acuerdo que hagamos lo podamos cumplir en el futuro (...) no quiero que la deuda sea una condicionante para el desarrollo argentino", afirmó.
Fernández dijo que su gobierno trabaja para acercar posiciones con los tenedores de bonos de la deuda externa, "sin que esto signifique poner en riesgo el presente y el futuro argentino".
"Tengo confianza en que podamos encontrar un acuerdo, en tanto y en cuanto los acreedores entiendan que no vamos a hipotecar el futuro de Argentina", advirtió el mandatario.
El gobierno argentino extendió hasta el 12 de junio el plazo para llegar a un acuerdo con los tenedores de bonos de deuda para el canje de unos 66.239 millones de dólares en títulos bajo ley extranjera.
La oferta inicial presentada el 21 de abril pasado contempla una quita de capital de 5,4 por ciento (3.600 millones de dólares), reducción de intereses del 62 por ciento (37.900 millones de dólares) y un período de gracia de tres años.
Esa propuesta fue rechazada por las tres principales agrupaciones de bonistas, entre las que figuran el Grupo Argentina Ad Hoc, el Comité de Acreedores de la Argentina y el Grupo de Bonistas del Canje, tras argumentar pérdidas sustanciales.