Alberto Fernández llegó a las 10.10 de la mañana al tribunal de Comodoro Py y se retiró a las 11.30. Declaró por la causa por violencia de género que le interpuso su ex esposa Fabiola Yañez cuando él ejercía como presidente de la Nación. No sólo negó los hechos que se le endilgan sino que también denunció fuertemente al Juez Julián Ercolini que lleva adelante su causa.
Para ello presentó un descargo durante su declaración indagatoria de 200 páginas donde expresó: "Quiero dar inicio a este capítulo de mi descargo, dejando expresamente en claro que jamás ejercí violencia física sobre Fabiola Yañez". Y, en la misma línea, denunció: "No puedo dejar de llamar la atención del tribunal respecto de que ninguno de los testigos que han pasado por esta causa han visto o han conocido de algún modo que yo haya tenido semejante conducta con la querellante. Ninguno de ellos, afirma que Fabiola Yañez le haya dicho expresamente que yo fui el causante doloso de ese presunto ojo morado que exhibe en la fotografía que por WhatsApp le envió a María Cantero".
Además, Fernández desmintió las palabras de Yañez alegando que las amigas íntimas de ella "afirman que nunca Fabiola Yañez les dijo que yo la agrediera físicamente" y también dijo que "el personal que prestó servicio en Olivos niega categóricamente haber presenciado u oído agresiones físicas de mi parte hacia la querellante".
Una de las razones que Fernández pone como primordial para refutar a Yañez tiene que ver con las pruebas inexistentes de declaraciones de su ex pareja en cuanto a la existencia de golpes No existe ninguna constancia médica de que haya reclamado atención por algún episodio de esa índole. Jamás, en dos años de tratamiento psiquiátrico en INECO, hizo mención a que padeciera agresiones físicas de mi parte aun cuando dedicó mucho tiempo de su terapia a explicitar nuestras desavenencias", señaló también Fernández en su presentación de unas 200 carillas.
Además, defendió a la ex ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad que fue acusada por Yañez de haber sostenido el silencio ante la denuncia sobre los golpes que le habría propinado Fernández: "Ayelén Mazzina niega rotundamente que alguna vez le haya planteado que era agredida físicamente por mí", dijo y entendió que "por eso Fabiola se ha negado a entregar para que sea peritado su teléfono celular para evitar que su mentira quede al descubierto".
En la misma línea aclaró mediante el escrito presentado: "Solo su madre, su hermana y la esteticista que la atendían se esfuerzan en sus relatos por dar veracidad a los dichos de Fabiola Yañez", expresó y continuó: "De las tres nombradas, dos están siendo sometidas a proceso denunciadas por falsos testimonios".
Alberto Fernández cargó fuertemente contra Ercolini
El ex presidente de la Nación alega que el juez que lleva su causa no es "competente" para tal tarea. En ese sentido recordó la relación de hermandad que existe entre Julián Ercolini y el poder político, más precisamente con la gestión de Mauricio Macri, ergo el Grupo Clarín. Relación que quedó expuesta en varias reuniones que tuvo el juez, referentes de esos medios de comunicación pero también con publicistas y hasta con el ex ministro de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D'Alessandro: "Lo vi yo y lo vio toda la Argentina. En mi condición de presidente de la Nación Argentina y a través de la cadena nacional de radio y televisión, ordené al entonces Ministro de Justicia formular la pertinente denuncia contra el juez actuante en este caso y otros más".
En la misma línea, Fernández explicó: "Pudimos leer después chats en donde quienes disfrutaban de la dádiva del Grupo Clarín buscaban artilugios para simular que aquel soborno no había existido. Esa causa, que debió tramitarse en Río Negro, se procuró y murió en Comodoro Py bajo el argumento de que la investigación se había iniciado con pruebas obtenidas ilegalmente (chats robados)".
Fernández también denunció: "Para entonces mi relación con quien hoy me juzga fue quebrada por sus acciones jurisdiccionales. Relación que se desgastó por el tiempo y los criterios en las causas que instruía y las decisiones que tomaba contra Cristina Fernández de Kirchner, Cristóbal López y Fabián De Souza y Alejandra Gils Carbó", dijo y remató: "Supe que ha debido enfrentar denuncias muy serias de su exesposa por hechos que habrían damnificado a sus hijas, y que de haber sido condenado no podría haber compartido alojamiento con la población carcelaria. También supe que tras un largo proceso, y defendido por un actual ministro, fue repentinamente sobreseído", disparó en el escrito.
Alberto Fernández también planteó contundente: "Es esta una causa en la que se denuncian presuntos hechos ocurridos en un contexto de violencia de género. Lamento mucho que el fiscal aproveche este proceso para hacer un 'lavado de cara' y aparecer como respetuoso de los derechos del género femenino, cuando en su propia familia le endilgan lo contrario. En esas condiciones no le reconozco ninguna solvencia moral para imputarme". Para terminar, el ex presidente reflexionó: "Siguiendo con su recuerdo, en este tribunal me siento como en la embajada de una potencia extranjera: aquí no se aplica la ley argentina".