El candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, descartó la posibilidad de impulsar un cepo cambiario para restringir la compra de dólares, y rechazó la necesidad de impulsar una reforma laboral. En una entrevista realizada durante el Seminario Democracia y Desarrollo organizado por el Grupo Clarín en el Malba y ante integrantes del “círculo rojo”, aseguró que quiere un “gabinete con moral” e “intelectualmente honesto”, e insistió en “cerrar la grieta”.
CEPO Y RESTRICCIONES
“Fui muy crítico del cepo, no fue una buena solución. El cepo es como poner una piedra en una puerta giratoria, nadie sale pero nadie entra, y eso fue lo que nos pasó. Cristina hizo eso porque Argentina periódicamente tiene un momento de asfixia donde no hay cantidad de dólares necesarios para la demanda de los dólares; eso le pasó a Macri que tomó deuda y así estamos”, aseguró Fernández.En este sentido, apuntó al ex ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, por derogar una normativa que evitaba “el juego de capitales golondrina y la especulación financiera”. “Cada 100 dólares que entraban, 30 debían quedar depositados en bancos, 70 podían jugar en acciones y bonos libremente, y nadie se podía ir en un año”, sostuvo. “Esa norma podría volver a ayudarnos, hay que extremar la inteligencia, no creo que la solución sea el control de capitales en términos de prohibir la salida de dólares, ni estoy pensando en tipos de cambio diferentes”, agregó.
INFLACIÓN E INDEC
El candidato del Frente de Todos admitió que “la inflación va a ser muy difícil de bajar teniendo en cuenta las tasas de interés que tenemos”. “Si yo logro bajar al cuarto año la inflación a un dígito sería el tipo más feliz del mundo”, señaló.Por otro lado, rechazó por complejo la posibilidad de una “intervención” del Indec y cuestionó al ex secretario de Comercio Guillermo Moreno por los controles de precios. “Lo último que haría es copiar algo que hizo Guillermo Moreno”, disparó. En este sentido, habló de un gran acuerdo entre empresarios, sindicatos y el Estado para reactivar la economía, aunque aclaró que un pacto de esas características no puede extenderse demasiado tiempo.
Además, dijo que el debate de la reforma laboral “es medio perverso” y aseguró que “así como está planteado es un cambio sobre la ley de contratos del trabajo que es innecesario”. “El problema no es la ley, sino la economía, que se achicó tanto que hoy todo es costoso, hay que volver a encender la economía, que se apagó el día que el gobierno creyó que para bajar la inflación había que limitar el consumo, en un país que consume el 70 % de lo que produce”, remarcó.