16 Abril de 2021 13:04
Luego de que el Gobierno nacional anunciara las nuevas medidas que buscarán frenar el aumento de casos diarios por la pandemia de coronavirus, el presidente Alberto Fernández se reunió con el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien se había manifestado molesto y en desacuerdo con la suspensión de clases presenciales por los próximos 15 días.
Desde la Quinta de Olivos, el jefe de Estado resaltó que el regreso de los alumnos a clases coincidió con el drástico aumento de casos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), aclaró que el número de gente que circula a partir de la reapertura de los colegios es de casi un 30% y adelantó que hará "todo lo posible" para que los estudiantes puedan retornar a las aulas dentro de las próximas dos semanas.
La reunión entre Fernández y Larreta duró cerca de una hora, donde ambos manifestaron sus preocupaciones y miradas sobre la curva en ascenso de casos en el AMBA. "Le expliqué algo que francamente siento, y que siente Axel (Kicillof), que es que todos quisiéramos volver a la presencialidad educativa lo antes posibles", resaltó el presidente.
Y agregó: "Todos los datos científicos dan cuenta de que el problema no ocurre en los colegios, lo que si ocurre es que detrás de la presencialidad de los alumnos se genera todo un movimiento social que incrementa mucho la circulación ciudadana. Ese mayor número de gente que circula, que algunos dicen que representa más del 30% de la gente que circula, el contagio crece. El día que las clases volvieron, la curva de contagio ascendió precipitadamente".
De acuerdo con sus dichos, el primer mandatario busca mitigar los efectos de la segunda ola que azota al mundo y acotar los contagios para evitar la sobreocupación de camas críticas (o en salas comunes). "El el área concreta de la Ciudad de Buenos Aires, el mayor incremento de casos se da entre personas entre 9 y 19 años. Le señalé también con preocupación que hemos superado en la Ciudad largamente el pico más alto que reconocimos en la primera ola", explicó.
Según el presidente, le manifestó al jefe de gobierno porteño su preocupación por el aumento de fallecidos en los últimos días en la Ciudad de Buenos Aires y aclaró que "solo reduciendo la circulación y el contacto humano" se podrá contener el número de contagios. "Es evidente que tenemos una saturación de camas en CABA realmente preocupante, que no obedece exclusivamente al número de infectados por COVID", resaltó.
En ese sentido, explicó que las Clínicas en CABA comenzaron a utilizar las camas destinadas a personas con COVID para atender otras patologías. "Obedece a que las clínicas exclusivamente, al ver que durante muchos tiempo la atención Covid se redujo, aprovecharon el momento para atender otras patologías que hoy ocupan un número muy importante de camas en CABA", dijo.
Y continuó: "Le expliqué al jefe de Gobierno que nuestro plan es reducir durante 15 días drásticamente la circulación, porque haciéndolo vamos a reducir los contagios y le daremos tiempo al sistema sanitario a liberar camas de estas otras patologías y ponerlas para la atención exclusiva de enfermos de COVID. Ninguno de nosotros quisiera frenar la presencialidad pero no podemos no hacerlo en las condiciones en las que estamos".
De esta manera, resaltó que el Gobierno buscará frenar que alumnos, docentes, no docentes, transportistas, padres y madres dejen de circular por las calles. "Es un número muy importante de gente que representa casi un tercio de la circulación presente. entiendo el deseo y la preocupación del jefe de Gobierno, pero yo tengo una responsabilidad y la voy a hacer cumplir", remarcó.
El jefe de Estado comunicó que estará restringida la circulación en el AMBA, desde las 20 horas hasta las 6 de la mañana, para personal no esencial. Además, se terminarán las actividades en locales cerrados, entre ellas las clases escolares. "Esto no es un acto de altanería o prepotencia, tuvimos una charla de mucho respeto. Pero tengo la obligación de cuidar la situación del AMBA, porque es hoy el foco infeccioso más claro que tiene la Argentina", aclaró.
Y agregó: "El comienzo de las clases coincide con el aumento de casos en la región. Está claro que es el relajamiento social lo que favorece a los contagios, por eso las restricciones a la gastronomía. La misma va a ser auxiliada del mismo modo, pero vamos a ser estrictos porque no estamos con tiempo para dudar. El virus no nos deja dudar, no nos da tiempo, con el virus no negociamos y debemos ser inflexibles".
Finalmente, Fernández avisó que intentará trabajar a la par con Larreta y concluyó: "Tenemos alrededor de 25 mil casos diarios. Invité al jefe de gobierno a seguir trabajando juntos, más allá de las diferencias. Le dije que haré todos los esfuerzos para que en 15 días la presencialidad pueda volver con más garantías y cuidados. No voy a dejar que la indisciplina o descuido arrastre al conjunto social a una pandemia que a todos nos duele".