Este jueves el ministro de Economnía, acompañado del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, dio a conocer la propuesta de reestructuración de la deuda de US$ 68.843 millones emitida bajo legislación externa que le presentará a los acreedores formalmente el viernes. La misma tendrá una fecha de cierre de 20 días.
Esto último quiere decir que en ese lapso de tiempo los acreedores deberán tomar una decisión: si aceptan o no las condiciones que propone el gobierno Argentino. “Hay un límite y es la oferta que Argentina presentará mañana”, sostuvo el ministro, advirtiendo que no aceptarían una contraoferta.
La propuesta incluye un período de gracia de tres años, hasta el 2023, y una quita del 62 por ciento de los intereses. La misma será presentada formalmente mañana ante la comisión de valores de los Estados Unidos (SEC, según su sigla en inglés).
Del encuentro también participaron los gobernadores provinciales. Guzmán anticipó que la Argentina “propone un período de gracia por tres años” por lo cual no pagará capital ni intereses hasta el 2023, además de una quita de intereses del 62% y del 5,4% en el capital.
En ese marco y antes de finalizar la conferencia, el presidente tomó la palabra, afirmó que una deuda “sostenible” para el país es aquella que “no postergue las necesidades de la Argentina” y que se vieron incrementadas debido a la llegada y el avance del coronavirus.
Las frases más importantes del Alberto Fernández
Nosotros nos propusimos hacer lo mismo que hicimos con Néstor (Kirchner) allá por el año 2003, cuando nos hicimos cargo del gobierno y también heredamos una situación: en aquel momento era un default explícito y este es una especie de default virtual. Pero quisimos que todos entendieran que por delante tenemos un compromiso común, que es salir de esta situación. Nos propusimos también, porque es decisión del gobierno nuestro, que el pago de la deuda no suponga más postergación para la Argentina. Y que asumir obligaciones con el mundo financiera no suponga más postergaciones para argentinos que la están pasando realmente mal y son nuestra prioridad. Queremos ser serios y no aprovechar ni siquiera la coyuntura del coronavirus que dio vuelta la economía del mundo para dilatar la solución de este problema. Sabemos que tenemos un problema que resolver, sabemos que la economía del mundo se dio vuelta y nosotros con la misma buena fe que encaramos este debate con los acreedores lo seguimos llevando adelante. Aún con esta situación adversa, seguimos proponiendo una solución. También quiero decirles que nos propusimos, con Cristina (Fernández) y todo el gobierno, un sendero que era pedirle al FMI que viera lo que pasaba en Argentina y que auditara la realidad económica del país. Fue ahí que el FMI dijo que la deuda era insostenible en la Argentina y cómo debían ser los términos de quita de los bonos privados para que el país pueda tener una deuda sostenible, que para nosotros es que no postergue a la Argentina, que podamos pagarla sin postergar las necesidades del país y que se incrementaron por la pandemia. Quiero agradecerle al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al gobernador de Jujuy, al de Corrientes, al de Formosa, a todos los gobernadores de la oposición y a los nuestros. Tal vez esta sea la oportunidad para comenzar a construir un país más justo, solidario, igual y realmente federal. Es tan enorme la crisis a la que nos vemos sometido, donde la crisis de la deuda es parte de la crisis, que tenemos la oportunidad, como digo yo, de barajar y dar de vuelta. El discurso del 1 de marzo quedó lejano, ya no queda nada del país del 1 de marzo. Pero en aquel momento se hizo una gran reivindicación a la palabra y al compromiso que se asume. A lo que nos estamos comprometiendo hoy es algo a lo que la Argentina va a poder cumplir, no estamos firmando cheques en blanco ni papeles que no vamos a poder cumplir.