A tono con la flexibilización de la cuarentena en el AMBA, Alberto Fernández comenzará esta semana a encarar la demorada agenda “post-pandemia”, que incluirá un paquete de medidas económicas y sociales, el proyecto de reforma judicial que promete un nuevo enfrentamiento con la oposición y el tramo final de las negociaciones de la deuda con los acreedores privados, en medio del tire y afloje con los fondos de inversión más poderosos y la postura de plantarse en la última oferta.
En medio de una crisis económica y social sin precedentes, y luego de una semana de récord de contagios de coronavirus y fallecidos, el Gobierno buscará comenzar a dar el debate de la agenda “post-covid”, cuyo eje central será un paquete de medidas económicas y sociales que busca poner en marcha la actividad, que en junio tuvo un repunte pero en julio volverá a reflejar una caída.
El plan, que anunciará el presidente en los próximos días, estará focalizado en la obra pública y la construcción de viviendas, dos sectores que podrían ser un motor de la economía y que no requieren importaciones, dato clave en medio de la restricción monetaria. En el Gobierno adelantaron a BigBang que habrá créditos a tasas subsidiadas para pymes, con el ojo puesto en evitar más cierres de pequeñas y medianas empresas que en todo el país generan más del 60 por ciento del empleo privado.
El Gobierno apostará además a impulsar una transformación de la matriz productiva, a través de una serie de beneficios impositivos. Uno de los focos estará puesto en la producción de alimentos. En paralelo, avanzan las negociaciones con China para la firma de un acuerdo para la producción de cerdos en el país para abastecer al mercado del gigante asiático, en crisis por la gripe porcina que el año pasado, que implicaría un acuerdo por 27 mil millones de dólares.
Otro de los planes busca impulsar el turismo, a través de un programa que ya adelantó semanas atrás el ministro Matías Lammens, que incluiría múltiples descuentos y devoluciones para quienes viajen por el país. La batería de medidas apunta a uno de los sectores que más afectado se vio por la crisis económica: estiman que son 15 mil empresas y 175 empleados entre gastronómicos, hoteleros, agencias de viaje. Quienes viven indirectamente del turismo son aún más. Habrá reintegros de hasta el 50 por ciento en la compra de pasajes y reservas y promociones con Aerolíneas Argentinas. La “nueva normalidad” que comienza a asomar incluirá, por el temor a los contagios y la posibilidad de quedarse varado si vuelven los rebrotes, más turismo interno que externo.
EL GASTO SOCIAL
Un hombre de máxima confianza del presidente señala ante BigBang que la reconstrucción estará enfocada en resolver tres problemas: el desempleo, que creció del 9,7 por ciento que heredó Alberto de Mauricio Macri al 10,4 por ciento del primer trimestre del año - o sea, que no refleja el desplome de abril, el mes con menor actividad de toda la cuarentena -; por otro lado la reactivación del consumo y finalmente el desendeudamiento de las familias, un asunto que ya preocupaba incluso antes de la pandemia.“Hay que emitir para bancar el momento. Si hubiese una mirada fiscalista de la pandemia, la Argentina tendría que lamentar muchos más muertos”, grafica un asesor del presidente. Por ahora no aparece en escena la inflación, otro problema recurrente, que por la caía del consumo y los congelamientos tuvo una fuerte baja. Si bien el Gobierno desplegó una batería de planes de asistencia, desde el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) a los créditos para monotributistas y el pago de sueldos a trabajadores del sector privado, a 130 días del inicio del aislamiento la contención requiere mucha muñeca de las organizaciones sociales. “Cuando se deposita el monto de la tarjeta Alimentar o el IFE baja la cantidad de gente en los comedores”, define un funcionario.
Un ala del Gobierno cree que más allá de pensar en el Ingreso Universal en el que trabaja el ministro Daniel Arroyo se debe sumar más dinero en el AMBA, donde se concentra no sólo la mayor cantidad de contagios, sino también la mayor cantidad de personas que se quedaron sin ingresos. “El 50 por ciento de la gente que vive en los barrios pobres va a los comedores”, graficó una fuente a BigBang. Un hombre del riñón del presidente define que en los primeros dos meses de aislamiento se duplicó el gasto social. El enigma: ¿alcanza? El IFE, que en agosto comenzará su tercera etapa, hasta ahora se cobró dos veces, es decir, $20.000 para casi 130 días, menos de $155 por día.
REFORMA JUDICIAL Y DEUDA
Por otra parte, entre el miércoles y el jueves el presidente enviará al Congreso la tan esperada reforma judicial, anunciada por el propio Alberto el 1° de marzo. A grandes rasgos, implica la unificación del fuero federal con el penal económico y la ampliación de los 23 juzgados federales a 46. La idea será presentada como un “reordenamiento” de la Justicia. “No está pensado para dar impunidad a nadie”, se defienden en Olivos, donde reconocen que el tema abrirá un nuevo frente de discusión con la oposición por un supuesto pacto para “defender” a Cristina Kirchner. “Es el gran tema de Alberto, lo trabajó él, apunta a resolver la gran desigualdad del sistema de Justicia”, se limitan a responder.
La otra gran cuestión es la deuda, el elemento central para poder avanzar casi en cualquier medida económica en los próximos meses. Este fin de semana el Gobierno volvió ratificar la oferta presentada por el ministro de Economía, Martín Guzmán, el 6 de julio. El plazo vence en agosto, y aunque un grupo importante de bonistas ya accedió, los sectores más poderosos, entre ellos el fondo BlackRock, volvió a rechazar la oferta.