Todas las alarmas se encendieron de golpe, en el gobierno Nacional y en el Provincial, en medio de la búsqueda de los tres condenados que se fugaron del penal de General Alvear, en la provincia de Buenos Aires, hace ya 9 días.
Ocurrió el domingo pasado cuando uno de los presos más emblemáticos, y también vinculado al negocio del tráfico de efedrina, Mario Segovia, conocido como el “rey de la efedrina”, quien se encuentra detenido en el Penal Federal de Ezeiza, pidió autorización para ser atendido en un hospital Público por una dolencia. Segovia quería que lo atendieran fuera del penal. El hombre cumple dos condenas, a 14 y 9 años de prisión, por el tráfico ilegal de ese precursor químico.
Mario Segovia, conocido como “El rey de la Efedrina”, está vinculado a la causa del Triple Crimen y purga dos condenas, de 14 y 9 años.
Simultáneamente, el mexicano César Cornejo Miranda, conocido como “Chacito”, y detenido por traficar a su país cocaína líquida que viajaba oculta en transformadores eléctricos, también pidió que lo atiendan fuera de la cárcel. “Chacito” está detenido desde abril, después de resistirse a los tiros en su departamento del barrio de Belgrano e hirió a un uniformado. También está recluído en Ezeiza, según publicó Infobae.
El méxicano César Cornejo Miranda, procesaba la cocaína líquida en su departamento de Belgrano, en la calle
Amenabar, y pasaba inadvertido. Las traficaba en transformadores de gran volumen hacia México
Enseguida olieron que otra operación estaba en marcha. Aunque la autorización para que ambos capos narcos salgan de la cárcel, debe ser dada por la Justicia, el titular del SPF, Emiliano Blanco y el subsecretario de Relaciones con el Poder Judical y Asuntos Penitenciarios del ministerio de Justicia bonaerense, Juan Mahiques, dispusieron que se reforzara la seguridad sobre ambos presos.
La quinta de Segovia, donde se procesaba la efedrina líquida y tenía montado un gran laboratorio. Además
se encontraron varios autos de alta gama.
Además, para el caso de que se les autorice la salida, diseñar un operativo especial de traslado y custodia. En forma preventiva se dispuso más personal penitenciario como custodia y que se amplíe el monitoreo de las cámaras de seguridad que los controlan en la cárcel de Ezeiza.
El frente del departamento donde “Chacito” Cornejo Miranda se tiroteó con la Prefectura.
Pero no fue todo. Se comenzó a realizar un profundo relevamiento sobre los considerados “presos conflictivos”, que serían quienes al estar detenidos por causas vinculadas al narcotráfico, serían quienes podrían obtener una mejor logística y organización para evadirse fuera de la cárcel.
Uno de los transformadores utilizados para esconde en su interior la cocaína líquida.
Lo cierto es que la simultaneidad de los pedidos de ambos presos, les resultó por demás sospechosos, inquietó a varios y no deja descansar en paz a las autoridades. Nadie quiere más fugas en medio de la crisis actual.