Alessandra “Lali” Minnicelli abandona su extremo bajo perfil al menos una vez por mes, aunque pocos lo noten. En una carilla de poco más de 2000 caracteres, la esposa de Julio De Vido vuelca su pensamiento acerca del rumbo económico del país, el rol de las instituciones, el sindicalismo y los derechos humanos. Lo hace, en buena medida, con una marcada crítica hacia la gestión de Mauricio Macri y el recuerdo de los logros obtenidos por el kirchnerismo. Y lo hace sin que casi nadie lo sepa.
La editorial de Minnicelli, en la revista FONRES.
Sus editoriales en la revista FONRES -que dirige- se redactan bajo la óptica de la responsabilidad social empresaria, tema al que se dedica desde 2011. La publicación tiene como objeto difundir la temática a través de trabajos de investigación y entrevistas a personajes de la política, la cultura y el arte. En ella, se vierte el pensamiento de la mujer que convivió con el poder durante doce años, la esposa del ex ministro más poderoso del kirchnerismo y el hombre que tiene en sus narices un complejo frente judicial.
Minnicelli recibió a BigBang en su oficina el martes 10 de octubre, apenas pasadas las 11 de la mañana para dialogar sobre sus editoriales. Es la primera entrevista en la que habla sobre De Vido y la tragedia de Once, en la cual murieron 52 personas. “No tiene absolutamente ninguna responsabilidad”, asegura, y agrega: “El maquinista lo chocó”.
Un diálogo en el que acusa al gobierno de Mauricio Macri de “perseguir judicialmente” a De Vido y a Cristina Kirchner y que incluyó, además, una recorrida por sus editoriales. “Me gustaría preguntarle (a Macri) qué sabe de responsabilidad social empresaria”. Un Ping pong de preguntas y respuestas con un amplio libreto de temas: desempleo, neoliberalismo, sindicatos, derechos humanos y la Justicia. Todo, bajo la óptica de la ex integrante de la Sindicatura General de la Nación (2003-2007) y la persona que acompaña desde hace 27 años al hombre que, según dice, “más hizo” durante el kirchnerismo.
Minnicelli y De Vido, en los años kirchneristas.
-¿Extraña el poder y la función pública?
-No, para nada. Yo me fui de la función pública con Néstor Kirchner en 2007, yo fui síndico adjunto de Nación, y la verdad que hice lo que consideraba que debía hacerse. Estar en un organismo de control del Estado lo que te permite es generar herramientas de trabajo, acompañar al Poder Ejecutivo en sus acciones concretas, incorporando control al procedimiento de gestión. Esa fue mi tarea durante la gestión de Kirchner y creo que la cumplí porque de hecho la forma de control concomitante con la gestión se cumplió hasta el 10 de diciembre de 2015, y luego se abandonó, se cambió por otro modelo de control totalmente distinto. Yo hacía control para colaborar, mejorar la gestión pública del Poder Ejecutivo, y hoy el control que hace la Sindicatura General de la Nación volvió a ser el de los años noventa.
-Tras dejar su cargo, ¿desde qué lugar acompañó a De Vido durante los gobiernos de Cristina Kirchner?
-A Julio (De Vido) lo acompaño desde hace 27 años y lo voy a seguir acompañando el resto de su vida. Abandoné la función pública en 2007 y lo acompañé hasta el último día de su gestión en el Poder Ejecutivo Nacional y todavía lo acompaño en el Poder Legislativo, en la vida. Es parte de ser pareja de otra persona.
- ¿Cómo atraviesa este particular momento de De Vido con distintos frentes judiciales?
-Lo acompaño porque es un momento muy difícil. Hay una persecución mediática judicial muy fuerte contra el gobierno anterior, y absolutamente infundada, tan infundada como que algunas de las imputaciones que le hacen a Julio (De Vido) no tienen encuadre en derecho, ni siquiera en derecho penal. Lo que se ha hecho es trasladar la gestión pública que tuvo como ministro a la esfera del Poder Judicial. Y lo que no se entiende es que se hizo una gestión en derecho administrativo, no penal, y es difícil si no ha habido desvíos, irregularidades, y si no ha habido imputaciones concretas que hacerle, que se ponga una especie de auditoría sobre una gestión pública de 12 años.
- ¿Existe una persecución de este Gobierno sobre Julio De Vido?
-Sí, sobre Julio De Vido.
- ¿Sobre Cristina Kirchner?
-Sí, también. Julio (De Vido) es la persona que más hizo durante estos doce años en el país y como el gobierno actual cree que no hay nadie que haya hecho algo sin llevarse nada a su casa, lo persigue mediática y judicialmente a través de presiones a los magistrados del Poder Judicial.
- ¿Le atribuye a De Vido alguna responsabilidad en la tragedia de Once?
-No, absolutamente ninguna porque no es la autoridad de aplicación en el contrato de concesión. Es difícil que te digan que fuiste responsable de un accidente si salís ahora a la calle con un vehículo en malas condiciones y atropellas a alguien y lo hiciste después de salir de mi oficina. Es muy difícil que vengan a decirme 'atropelló un tipo y vos sos participe porque salió de tu oficina'. ¿Cómo va a ser responsable de un estrago culposo un ministro del Ejecutivo, cómo se entiende si el que manejaba era una persona?
-¿Cree que la responsabilidad fue del maquinista?
-Por supuesto, él lo chocó, o bueno, se investigará qué pasó, qué provocó el choque.
-El tren pudo haber estado en malas condiciones
-Sí, pudo haber estado pero no estaba, de hecho las pericias dicen que no estaba en malas condiciones. Era un tren de 50 años que andaba como un tren de 50 años, y había que tomar las precauciones y prevenciones de un tren de esa antigüedad. El maquinista lo sabía, en realidad el maquinista fue sustituido, el originario era otro. Murió.
De Vido en la primera audiencia del juicio oral de Once.
-Hace poco la defensa de De Vido pidió incorporar a la causa unos dichos de Jorge Asís, en el cual el periodista dice que Rubén “Pollo” Sobrero y Omar Maturano quisieron darle un “sustito” al gobierno de Cristina Kirchner y que les salió mal. ¿Pudo el sindicalismo haber estado involucrado en el choque?
-Mirá, en el juicio de Once uno no se profundizó qué pasó con (Leandro) Andrada que era el maquinista originario, osea que pudo haber sido, no sé. Había declaraciones de abogados, de grupos de familias de víctimas, sindicalistas y del maquinista que murió acerca de las condiciones en las que se entregó la formación que chocó. Profundizar esa línea de investigación es parte de hacer justicia, por las víctimas obviamente. Once no fue el único caso, hubo muchísimos accidentes de trenes donde no hubo víctimas que lamentar pero hubo situaciones que no se aclararon y luego terminaron en responsabilidad del maquinista.
"De Vido no tiene responsabilidad en la tragedia de Once"
¿Cómo vive De Vido el hecho de ser juzgado en un juicio oral?
-Pregúntaselo a él.
-¿Y usted?
-Lo vivo como cualquier persona que está siendo perseguida injustamente, así lo vivo.
-¿Tiene miedo de que pueda terminar preso?
-No, no tengo ningún miedo. Situaciones difíciles en la vida de uno hay muchas, esta es una más.
Minnicelli editorializa su revista sobre Responsabilidad Social Empresaria.
Antes de formular una nueva pregunta, Minnicelli interrumpe: ¿Vamos a volver a hablar de las editoriales? Lo cierto es que previo a las consultas sobre el juicio oral al que es sometido De Vido por la tragedia de Once, la entrevista giraba en torno a las editoriales de la abogada sobre responsabilidad social empresaria. ¿Cómo pasan inadvertidas las opiniones de “Lali” por buena parte del espectro mediático?, es la consulta que motivó este reportaje. En este contexto, se repasó su opinión en algunas de las editoriales más críticas sobre el Gobierno y el sindicalismo.
-¿Por qué una revista de esta temática y qué motiva sus editoriales?
-FONRES es una revista de responsabilidad social empresaria que sacamos desde mayo de 2011. Uno de los objetivos de FONRES y de la fundación del Observatorio de Responsabilidad Social es difundir la temática. La publicación tiene como eje esto: mostrar cuál es el estado de madurez de responsabilidad social en Argentina y exponer qué están haciendo las empresas, sindicatos, cooperativas, los gobiernos locales y entidades financieras en ese sentido. Yo lo que hago es la dirección ejecutiva y académica. Me toca mostrarme porque dirijo la revista, la editorial muestra el pensamiento asociado a la temática de la responsabilidad social. Cuál es el modelo del que yo parto, o cuál es mi pensamiento acerca de qué es un estado de derecho social y democrático.
-Da la percepción que nace en usted una necesidad de transmitir lo que piensa.
-En realidad no. Veo que falta mucho de responsabilidad social en la comunicación porque estamos teniendo en América Latina muchos monopolios en la información. Hay gente que tiene mucho para decir, voces aisladas, y no tienen cómo decirlo. Entonces lo que hago es reflexionar sobre qué está pasando y no se cuenta desde el ámbito de trabajo.
-En su editorial de junio de 2017, usted habla de desaciertos en políticas económicas, despidos e irresponsabilidad empresaria. ¿Es una crítica hacia las posturas económicas de este Gobierno?
-Más que una fuerte crítica es una mirada de la realidad, de hecho hay obras que están paralizadas desde hace más de 2 años en estado absoluto de abandono. Si dejas a un hijo tuyo sin comer durante dos años se muere, si llevas tu auto hasta el Cerro Catedral y lo estacionas en la base y lo vas a buscar a los dos años, ¿lo vas a poder arrancar? Eso es lo que estoy mostrando, la tapa de esa revista fue Mario Ishii, quien ha hecho seis hospitales en estos dos últimos años. ¿En el país se hicieron seis hospitales del Gobierno Nacional? No. Lo que hago es decir que como intendente, ha hecho cosas que contrastan con la realidad que vemos todos los días.
Hay una persecución mediática judicial muy fuerte contra De Vido y Cristina Kirchner
-¿Qué rumbo cree que tiene el país en materia económica?
-No, no tengo ni idea. Por lo que estamos viendo se va a profundizar una situación de planteo de privatizaciones como en los 90. De hecho, (Domingo) Cavallo está aplaudiendo este modelo económico. No es claro el pensamiento económico detrás de la acción. Este modelo no es el modelo que a mí me gusta, me gustan los modelos nacionales y sociales y este no es uno.
Minnicelli se mostró muy crítica de la gestión de Macri.
-En la tapa de mayo, con Rita Cortese, usted dice: “Como país Argentina venía cumpliendo los objetivos de desarrollo social sostenible en materia de hambre, no de pobreza, pero sí de hambre”. ¿Quiso decir que durante el kirchnerismo no se cumplió el objetivo de disminuir la pobreza?
-No, no quise decir eso. Hay que ponerlo en contexto. Veníamos analizando los objetivos de desarrollo del Milenio, no de desarrollo sostenible. Los objetivos del Milenio son ocho y uno de ellos era la erradicación de la pobreza. Lo que se hacía desde la ONU era una evaluación de cumplimiento, entre ellos de la pobreza. Nosotros disminuimos la pobreza a un dígito. Hoy esos números se dispararon, aumentó la pobreza, y hay hambre, indigencia. Estos datos te los da cualquier relevamiento de comedores ya que si antes atendían a 30 chicos, hoy atienden a más de 200. Cuando vos sacas una persona de su mesa y la obligas a ir a un comedor comunitario la estás privando de valores, y de educación dentro de la familia. Creo que la indigencia es grave, el momento del país es serio, y una cosa es la pobreza digna de la gente que puede atender las necesidades básicas de su familia, y otro es no poder darle de comer.
-¿Este aumento de la pobreza lo relaciona directamente con el contexto económico del país?
-Sí, son decisiones políticas de desarrollar un país o no desarrollarlo, de usarlo sólo como proveedor de materias primas a otros países. Hay masivos despidos que te pueden sorprender un poco más o un poco menos, pero es parte de la realidad. Hay achicamiento del Estado, de las empresas, hay abandono de obras emblemáticas para el desarrollo del país. Existen obras que se pararon y se dijo que no se terminaron durante el kirchnerismo, por ejemplo la central térmica de Río Turbio. Había un avance del 90 por ciento y el Gobierno cambió y decidió no finalizar la obra, la abandonaron.
-En marzo de 2017, habló de retroceso de un país que tenía movilidad social ascendente. ¿La perdió?
-La movilidad social ascendente es una característica de nuestro país que no se replica en el resto. En nuestro país el hijo de un empleado es un universitario, incluso de los venidos en barco como puede ser el ejemplo del propio Presidente. Lo estamos perdiendo. El desfinanciamiento de la educación es un claro ejemplo y no se están generando oportunidades para todos, es una realidad.
-En febrero de este año cuestionó al sindicalismo. Dijo que los gremios están expectantes con una actuación en retroceso frente al avance de la flexibilización en el mercado laboral.
-Yo fui siempre muy crítica del sindicalismo, por una razón sencilla, me parece que en los convenios colectivos de trabajo, o en los momentos que se discuten, no sólo se debe discutir el sueldo, sino cosas que pasan en un entorno laboral. Las cuestiones de género no ha sido incluida, hay muchas necesidades que tiene el trabajador que no están contenidas en los convenios. En momentos donde tiene que haber un posicionamiento de los sindicatos se dejan pasar estas cosas, en lo personal no me gusta. En este caso, si veo que ante el despido hacen oídos sordos, me duele un poquito más. Si el trabajador está desprotegido desde el Estado, y desde su pertenencia gremial y sindical, está en el peor de los escenarios.
-¿Qué opina sobre la situación de “Pata” Medina o “Caballo” Suárez?
-No conozco los casos puntuales de la UOCRA, u otros sindicatos.
-En noviembre de 2016, catalogó al gobierno de Macri como neoliberal. ¿Qué la hace pensar eso?
-El gobierno neoliberal deja hacer a las fuerzas del mercado lo que resulte más conveniente para ellos. La diferencia con los modelos nacionales y populares es esta. En la política de Néstor Kirchner, una de las cosas que se trataban de contener eran las asimetrías regionales. Hasta la presidencia de Kirchner, había provincias desenganchadas del sistema interconectado nacional, que es el de la luz. Se tuvo que volver a ponerlas en la patria, no en la periferia. A este gobierno eso no le interesa.
FONRES, la publicación de Minnicelli.
En la tapa dedicada a Estela de Carlotto habla de resguardar los derechos humanos. ¿Cómo observa en la actualidad la materia de DH de este Gobierno?
-Los tratados de derechos humanos en nuestro país tienen rango y jerarquía constitucional, por lo cual hay que respetarlos. Lo que no se está haciendo en estos momentos es no respetar los tratados internacionales de derechos humanos. La situación de Milagro Sala en Jujuy es un ejemplo, pero no es la única, hay muchísima gente que está con proceso judicial, sin condena, detenida, o privada de su libertad. Hay una vulneración de los derechos humanos. El derecho de defensa en juicio es uno de los más vulnerados.
Con este Gobierno aumentó la pobreza, hay hambre e indigencia
-¿Los derechos de Milagro Sala fueron vulnerados?
-El caso Sala lo conozco solo de haber leído alguna resolución judicial suelta, o haber leído algún artículo periodístico, esa es toda mi base precaria de información sobre Sala. Me parece que si intervino la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y si intervino la ONU, no nos podemos hacer los distraídos.
-¿Qué le parece que tendría que pasar para que el país vuelva a tener un movimiento social nacional y popular?
-La gente tiene que volver a sentir que lo necesita.
-¿No lo necesita?
-No lo sé, pero se votó un modelo liberal. No sé porque la gente quiso ese cambio. Supongo que cuando el bolsillo empieza a apretar porque no tenés trabajo o porque se quedó sin trabajo tu familia, te pones a pensar qué pasa, si es esto lo que querés. Hay gente que por las tarifas se fundió, entonces no podes descontextualizarte. Tengo una conocida que creía que a su negocio le iba bien porque era original, y no es así. Te va bien porque el contexto también te ayuda. Vos también sos un pedacito de la realidad.
-¿Cuándo se va a poder ver a Cristina Kirchner en la tapa de FONRES?
-Me gustaría tenerla, como me gustaría que estuviera (Horacio) Rodríguez Larreta o Macri, pero no sé si tendrá algo para decir, no lo estoy viendo muy involucrado en la temática de la responsabilidad social. Es un empresario de los duros, de los que buscan el beneficio.
-¿Qué le gustaría preguntarle a Macri?
-Me gustaría preguntarle qué sabe de responsabilidad social. Incluso en el discurso de inicio de las sesiones ordinarias, dijo que iba a hacer un proyecto de ley de responsabilidad social de las empresas, a lo que yo me alegré mucho, pero no. Era un proyecto de responsabilidad penal para proteger a las empresas, profundizar la irresponsabilidad del directorio de una sociedad en relación al perjuicio que ocasionan las decisiones empresarias en el entorno social, ambiental. Entendió mal la responsabilidad social.
-¿Le gustaría agregar algo más?
-Sí, me gusta que se separen las dos cosas porque mi marido (De Vido) ha tenido un trabajo muy importante, la verdad de valorar (se emociona mientras toma un poco de agua). Yo también tengo mi trayectoria personal de trabajo, somos gente de trabajo.