28 Abril de 2023 18:06
En las últimas horas, Alberto Fernández denunció penalmente que su hije mayor fue amenazado a través de un mensaje en su celular, el cual decía “Cuidate, vas a hacer boom”. Al instante que se enteró de lo sucedido, rápidamente actuó para asegurarse del cuidado y resguardo de Tani Fernández.
Es por ello que, desde Casa Rosada, decidió ejecutar la denuncia policial, en el cual explicó los detalles del mensaje recibido, y desde allí la misma se trasladó a Comodoro Py, en donde intervino el juzgado federal 9 con la Policía, a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti, con la intervención del fiscal Guillermo Marijuan.
La jueza disputo medidas de carácter urgente para resguardar el mensaje amenazante y poder avanzar y dar a conocer la identificación del emisario, desde dónde viene, qué móvil tiene, dónde se lo puede ubicar geológicamente y con qué fin. Además, se dispuso resguardar la seguridad de Tani, hasta poder determinar quién es la persona que está detrás de todo esto.
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La causa ya esá a cardo del juez Daniel Rafecas, quien está de turno con policía federal, con la intervención del fiscal Eduardo Taiano, a quien ya se lo autorizó a comenzar de manera formal con la investigación.
Lamentablemente no es la primera vez que le hije del presidente recibe contundentes amenazas. En el 2021, fue atacado a través de tres tipos de redes sociales: Facebook, Youtube e Instagram y como si fuera poco, también le escribieron en su casilla de correo electrónico. En su momento, fue el abogado de Alberto, Juan Pablo Fioribello, quien realizó la denuncia y llevó a juicio a otra de las personas que lo amenazó de muerte y que agredió por su condición sexual. El hecho culminó en que cuando se pudo dar con el domicilio del agresor, se le encontró dentro de su casa un revólver calibre .32 largo, sin marca visible, con siete municiones en cartuchera.
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A los agresores, identificados como Alejandro Dagnino y Luis María Dagnino, se los procesó por amenazas anónimas en cinco hechos y como coautores de tenencia ilegítima de armas. El juez, Sebastián Casanello, dispuso de prisión domiciliaria embargó por dos millones de pesos a Alejandro, mientras que a su hermano mayor lo excarceló pero sometido a tobillera electrónica, pero quedó procesado por el arma y embargado en 200 mil pesos.
