El último jueves el ex funcionario de Cambiemos Fabián "Pepín" Rodríguez Simón volvió a la Argentina tras más de tres años prófugo de la Justicia y declaró en los tribunales de Comodoro Py, para aclarar su situación. En ese marco, y pasado el mediodía de la misma jornada en la que llegó de Uruguay tras tanto tiempo, fue visto en el restaurante del Jockey Club Bistró a los abrazos con Carlos Rosenkrantz, ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El local gastronómico de elite funciona sobre la calle Cerrito, a pocos metros de la avenida Alvear. El abrazo llamó la atención porque la misma Corte era la que lo tenía prófugo. Al mismo tiempo, el poder de la memoria también jugó un papel en el encuentro. Es que Rodríguez Simón fue quien empujó la designación por decreto que Mauricio Macri hizo de los dos integrantes de ese organismo Horacio Rosatti y -oh casualidad- Rosenkrantz.
Es cierto que este decretazo no se pudo sostener y el gobierno de Cambiemos debió apelar al Honorable Senado de la Nación para que apruebe las incorporaciones. Este antecedente es uno de los que atenta contra la actual intención de Javier Milei de también impulsar desde el Poder Ejecutivo la incorporación al máximo tribunal judicial de Ariel Lijo y a Manuel García Mansilla.
La vuelta al país despertó muchas críticas en distintos espacios de la política argentina. "¡Llegó Pepín! No hay ficha limpia con Justicia sucia", escribió en su cuenta de X el diputado Eduardo Valdés. "¡Que paradoja! Llegó Pepín Rodríguez Simón a la Argentina! Después de haber estado prófugo más de tres años. Justo el día en el que le quieren aplicar Ficha Limpia Cristina Fernández de Kirchner, que siempre estuvo a derecho con los jueces arbitrarios que jugaban al fútbol y al paddle en la casa de Mauricio Macri", agregó.
Cabe recordar que la juez María Servini aceptó una fianza de 3.200 millones de pesos por parte del ex funcionario de Cambiemos para garantizar su vuelta en libertad al país. Rápido como en sus tiempos de operador judicial, "Pepín" no dejó el dinero sino una "garantía" a partir de una propiedad de José Torello, otro hombre con el que se codeaba en la ya extinta mesa judicial del macrismo.
Si bien los años prófugo de "Pepín" Rodríguez Simón sirvieron para que la impunidad de su caso esté en veremos, el cambio de gobierno permitió que el procesado pueda volver al país sin miedo a caer detenido. Al igual que el hombre que atacó a los manifestantes pro Palestina en Palermo, Rodríguez Simón es rico y no irá preso.