12 Septiembre de 2024 12:30
El aparato represivo de Patricia Bullrich se desplegó por tercer miércoles consecutivo en las inmediaciones de la Plaza de los dos Congresos donde grupos de jubilados organizados junto a centrales sindicales y movimientos sociales se manifestaron en contra del veto de la ley de movilidad jubilatoria.
Ni bien se terminó de aprobar en el recinto de Diputados, la Policía Federal, Prefectura Naval, Gendarmería y hasta la Policía de la Ciudad empezaron a reprimir con mucha fuerza. El resultado fue un hombre baleado en el pie, una octogenaria atropellada por una motocicleta de la Federal y hasta dos niños afectados por la inhalación de gases lacrimógenos. Allí también se vio a varias personas vestidas de naranja que auxiliaban con mucha rapidez a cada una de las víctimas del protocolo anti-manifestación de la Ministra de Seguridad libertaria.
Si bien las imágenes eran claras, desde el gobierno con ayuda de los medios de comunicación, particularmente el canal TN en el programa de Jonatan Viale, se intentó instalar que fue una de las personas vestidas de naranja la que arrojó pimienta roja sobre los manifestantes, dejando entrever que la niña afectada era víctima de una persona opositora al gobierno.
Fue desde las redes sociales donde se evidenció a través de un video que fue la mismísima Policía Federal la que gaseó directamente en la cara a la niña de nombre Fabricia y a su madre que estaba al lado. Mientras tanto, Bullrich publicó un agresivo y provocador mensaje a través de sus redes sociales: "Madre irresponsable y violenta (...) La responsabilidad de llevar a una nena de 10 años a una marcha rodeada de personas violentas es responsabilidad de esta madre irresponsable. Ya les dijimos: llevar a los chicos a las marchas está prohibido. Los chicos a las marchas, no".
A menos de 24 horas, habló Mariela Pedrozo, miembro de CEPA, evacuación y primeros auxilios. Pedrozo es parte de aquellas personas vestidas de naranja que no estuvo sola sino con alrededor de 50 voluntarios más. En Radio 10, contó que la modalidad en la que trabajan es estar detrás de las fuerzas de seguridad resguardando a las víctimas e intercomunicandose a través de radios para asistir a quienes lo necesitan.
Lejos de arrojar pimienta roja a los manifestantes, como quisieron evidenciar desde TN, Mariela contó que los miembros de CEPA "no cobran ni un solo peso", que son parte de una ONG que tiene 22 años en país y tiene varias filiales en Buenos Aires, Morón, La Matanza, San Fernando, La Plata.
Sobre CEPA, Mariela explicó: "Somos voluntarios muy heterogéneos. Docentes, enfermeros, médicos, bomberos y estudiantes", explicó mientras contó que asisten cada vez que los convocan pero sostienen sus actividades sobre todo en marchas multitudinarias como la marcha del Orgullo LGBT; en las últimas manifestaciones los llamaron desde la Defensoría del Pueblo pero también trabajan con la Comisión de la Memoria de Buenos Aires.
Sobre la represión originada en la jornada del miércoles 11 de septiembre, la voluntaria sanitaria explicó el modus operandis para socorrer a quienes lo necesitan: "Hacemos un cordón de seguridad para resguardar a la víctima", dijo y agregó que no solo asistieron a personas comunes sino también a personal de prensa.
A todos ellos les proveen leche, vinagre, limones para que muerdan para que pase el efecto. Sobre el gas pimienta que usa la patota de Bullrich, consideró que es muy fuerte y que "tarda mucho en dejar de hacer efecto".
Además, contó: "Asistimos a la víctima, tratamos de sacarla en una camilla, lo sacamos del lugar de peligro, hacemos la primera atención y en función de lo que le esté ocurriendo, pedimos asistencia o lo trasladamos en una ambulancia nuestra".
Mariela Pedrozo, miembro de CEPA también contó: "Trabajamos en equipo, no nos movemos solos, nos cuidamos. Es totalmente apolítico aunque cada uno tenga su ideología porque una vida hace la diferencia" Estamos para ayudar a quienes nos necesitan".
Así las cosas, se echó por tierra la inventona de Patricia Bullrich que quiso instalar que miembros de CEPA habían atacado a las personas que estaban manifestándose.