Luego de que en los últimos días la violencia entre bandas narco en la ciudad de Rosario se corbrara tres nuevas víctimas fatales, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, despidió a Rubén Rimoldi, quien fuera su ministro de Seguridad, y lo reemplazó con Claudio Brilloni, un comandante retirado de Gendarmería Nacional.
Al mismo tiempo, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, apuntó contra la desidia del Estado Nacional ante lo que consideró una escalada de violencia y escribió en sus redes sociales: "Nosotros iluminamos, urbanizamos barrios, nuestros profesionales de salud salvan vidas de heridos de bala todos los días. Lo vamos a seguir haciendo porque es nuestro deber, pero nada alcanza si los que tienen las armas no nos defienden".
Quien enseguida recogió el guante fue el ministro de Seguridad nacional, Aníbal Fernández, que apuntó contra las críticas en su contra y defendió el rol del Estado Nacional en la pelea contra la inseguridad y la impunidad del narcotráfico en Santa Fe y Rosario.
"No entendemos que haya una escalada de esas características de violencia", confesó el funcionario ante las preguntas de Cadena 3. "Estamos haciendo un trabajo muy fuerte. Nosotros estamos trabajando con lo que nos piden. Hicimos un nuevo escuadrón. Seguimos viendo cuál es la tarea y lo que disponen los nuevos ministros", explicó.
También definió la postura provincial como una postura "política" y dijo que la ayuda del Gobierno tiene un respaldo estadístico. Según Fernández, sólo en el último año, las fuerzas federales detuvieron a más de 2.077 delincuentes. Además, destacó que son casi 3.500 los agentes de seguridad a los cuales la Nación financia y que trabajan en delitos complejos.
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"Estamos trabajando con lo que nos piden, a eso fuimos. Pusimos un nuevo escuadrón donde tenemos 2.000 efectivos más los movimientos que tenemos de todos lados, que no son públicos porque no deben serlo. Seguiremos mirando cuál es la tarea y qué es lo que piensa disponer el nuevo ministro", aclaró Aníbal.El ministro también se refirió a que la situación de Rosario lleva mucho tiempo ya que "hace 20 años que tienen complicaciones" y criticó a la política provincial por “no tener conocimiento de lo que sucede", lo que consideró como algo "delicado".
"Nuestro trabajo es muy profundo, pero no es el de la Policía que tiene que hacer la Provincia", explicó Fernández. "Nosotros estamos atendiendo lo que los ministerios públicos nos vienen exigiendo y estamos trabajando en consecuencia", añadió.
Respecto al cambio de ministro, Fernández se desligó de la decisión: "Es una provincia soberana que toma decisiones per sé y yo no tengo por qué hacer ninguna evaluación, independientemente del respeto que pueda tener".