En la puerta del Hospital Laura Bonaparte, se viven momentos de tensión y angustia: desde el viernes 4 de octubre los y las trabajadoras tomaron la institución de salud mental que aloja a decenas de pacientes porque se les informó que el cierre de la institución era inminente.
Personal médico, pacientes, militantes de Derechos Humanos y personas de la sociedad civil se mantuvieron en una vigilia desde ese día, soportando las malas condiciones para pernoctar aunque también realizaron jornadas culturales en apoyo a la institución.
La manifestación más fuerte se dio con la intervención de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que organizó asambleas para la resistencia y llamaron a un paro de actividades y a una movilización hacia el ministerio de Economía comandado por Luis Caputo para visibilizar la situación de los pacientes que quedarían sin atención psiquiátrica, ni medicamentos ni contención diaria.
Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE manifestó: "La desidia y la incompetencia del Gobierno en materia de salud alarma, pero esta decisión de cerrar hospitales genera una escalada de la conflictividad dentro del Estado. Las medidas de fuerza comenzarán a ser más duras y esto ocurre por exclusiva responsabilidad del Poder Ejecutivo. No vamos a permitir que se cierre un hospital como el Bonaparte, que es referencia y modelo en salud mental en todo el país".
En ese contexto, Nadia Jausken, jefa de demanda espontánea del Hospital explicó a Página 12 que en el Bonaparte "se atiende a personas con derechos totalmente vulnerados" y agregó que desde la llegada de La Libertad Avanza al poder, atienden también a "muchas personas de clase media que ya no pueden ir a la salud privada".
La Libertad Avanza no pudo en el Bonaparte
La tensión que generaron las manifestaciones sobre la calle Combate de los Pozos en la que se sitúa el Bonaparte y ante los pedidos desesperados de decenas de pacientes a través de las redes sociales, Javier Milei tuvo que salir a desmentir el cierre del hospital.
Lo hizo a través de un comunicado firmado por la Oficina del Presidente donde dejó en evidencia que no pudo contra las fuerzas del pueblo; así las cosas, manifestó que no se cerrará la institución pero sí se reestructurará.
"La decisión responde al objetivo de priorizar la asignación de los recursos en los pacientes que lo necesitan para avanzar con la reorganización del Centro de Salud, la cartera sanitaria inició la derivación de los pacientes a otras instituciones", expresaron.
Además, tildaron al Bonaparte como utilitario de "subutilización en función de su capacidad lo que se manifiesta en la reducida cantidad de pacientes que se atienden en la institución", explicaron y en ese mismo sentido aclararon que el Bonaparte recibe 17 mil millones de pesos anuales.
En ese sentido, desde el gobierno libertario alegaron que hay "19 de pacientes diarios internados" y que "los indicadores de cantidad de atención y consultas resultan muy bajos para lo esperable de un hospital con servicios generales, considerando las dimensiones edilicias, y la cantidad de recursos humanos asignados", algo que los trabajadores niegan rotundamente.
Cabe destacar que La Libertad Avanza tiene el mismo discurso de vaciamiento del hospital Bonaparte que con empresas que pretenden privatizar, tal es el caso de Aerolíneas Argentinas.