El presidente Mauricio Macri anunció esta mañana un plan de ajuste en el Estado, que incluirá un recorte en los cargos políticos, que bajarán de 3.000 a 2.400. Además, prometió que este año los funcionarios no tendrán incremento de sueldo en 2018. Pero sin lugar a dudas, la tercera es la pata más llamativa: a partir de ahora, los familiares de los ministros no podrán ser parte del Gobierno.
Se trata de un tema más que sensible, debido a dos cuestiones: la primera es el escándalo en el que quedó envuelto el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, semanas atrás, a partir de la filtración de un audio en el que insulta a su ex empleada doméstica, que luego se supo que había sido “ubicada” por el funcionario al frente de la intervención del SOMU y que cobró su salario en negro durante casi tres años.
No es la primera vez que Triaca queda enmarañado en un asunto de estas características. Meses atrás quedó en el ojo de la tormenta por la designación de su hermana Mariana como directora del Banco Nación. Esa semana se conoció además que su otra hermana, Lorena, era directora en la Agencia de Inversiones. Además, su esposa, María Cecilia Loccsisano, ocupa un cargo central en el Ministerio de Salud de la Nación.
Dos hermanas de Triaca y su esposa son funcionarias públicas.
El otro tema central es que Triaca no es el único funcionario que tiene familiares que ocupan cargos en la administración pública. Esposas, hijos, hermanas, yernos y primos de ministros integran el “show” de designaciones en el Estado. A fines de 2016, el programa PPT reveló que seis funcionarios designaron a una docena de familiares en distintos cargos.
Macri firmará en las próximas horas el decreto que busca evitar que los ministros puedan designar a familiares en la administración pública, y que obligará a los ya existentes a alejarse de sus funciones. Un dato clave lo aporta un hombre del oficialismo en diálogo con BigBang: “Hay muchas veces que no son familiares, pero son amigos íntimos”.
Este medio supo que el plan abarcará sólo a los familiares de primero o segundo grado de parentesco. Esto incluye a hijos, padres o hermanos, nietos, tíos y abuelos. “Por afinidad tampoco podrán seguir, ni en la Administración Pública Nacional ni en organismos descentralizados”, aseguraron a BigBang desde el Ejecutivo ante la consulta sobre qué pasará, por ejemplo, con la esposa de Triaca.
El presidente hizo el anuncio esta mañana en la Casa Rosada.
Otra de las dudas que no queda en claro es qué ocurrirá con un empleado de la administración pública si un pariente suyo es designado ministro. Por eso, será clave conocer el decreto que firmará el presidente y su alcance.
CASO A CASO
En principio, hay casos concretos de funcionarios que deberán abandonar la administración pública, como uno de los hijos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich: Francisco Langieri se desempeña en el Ministerio de Modernización, mientras que su hermano, Santiago, lo hace en el Gobierno porteño.
Un hijo de la ministra de funcionario en el Ministerio de Modernización.
Lo cierto es que los casos de nepotismo se multiplican en varios ministerios. Victoria Costoya, esposa del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, es coordinadora de Articulación de Asuntos Internacionales del Ministerio de Desarrollo Social. Su tío, Mario Frigerio, fue designado como gerente técnico del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM).
Frigerio tiene a su esposa y un tío que desembarcaron en la administración pública.
En el caso de la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, el caso es aún más llamativo, ya que su prima, Cecilia Stanley, fue designada en su propio ministerio, como jefa de Gabinete de Asesores. Oscar Aguad hoy es ministro de Defensa, pero hasta mediados del año pasado estaba al frente de la cartera de Telecomunicaciones. Allí designó a su yerno, Rodrigo De Loredo, como presidente de ARSAT.
La ministra Stanley tiene a su prima como jefa de Gabinete en su ministerio.
Otro de los casos sensibles es el del hermano de Marcos Peña, Andrés Peña. El arquitecto fue designado como subsecretario de Desarrollo Institucional Productivo del Ministerio de Producción. Felix Peña, el padre del jefe de Gabinete, fue designado como asesor del Consejo de la Producción, que también depende del Ministerio de Francisco Cabrera. En ese caso, el cargo es ad honorem.
Un hermano y el padre de Marcos Peña trabajan en el Estado.
Otro caso de nepotismo fue el de Carla Piccolomini, la esposa del ministro de Producción, Andrés Ibarra, el mismo que maneja la cuestión del empleo público en el país. Piccolomini fue directora de Relaciones Institucionales de Radio y Televisión Argentina hasta el año pasado, cuando asumió como diputada por Cambiemos por la provincia de Buenos Aires.
La esposa del ministro de Modernización fue funcionaria hasta el año pasado, que asumió como diputada.
La vicepresidenta, Gabriela Michetti, tiene el caso de su prima, Alejandra Illia, quien es empleada en la Cámara de Senadores. El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, también designó a su hermano Enrique, como director General de Relaciones Institucionales en la misma Cámara alta.
NEPOTISMO, CUESTIÓN DE ESTADO
Durante su anuncio de esta mañana, Macri lamentó que el decreto que firmará provocará la pérdida de “colaboradores muy valiosos” en la administración pública.
El diputado oficialista por Santa Fe, Lucas Incicco, presentó un proyecto que limitaba las designaciones de familiares no sólo en el Poder Ejecutivo, sino también en el legislativo y en el Poder Judicial. En diálogo con BigBang, analiza que “es chocante” porque se perderán “colaboradores importantes”, aunque se inclina en que para poder acceder a un cargo público se debe contar con la idoneidad suficiente, tal como lo establece el artículo 16 de la Constitución Nacional.
“Está claro que ha habido un abuso excesivo en las designaciones y nombramientos”, remarcó el diputado minutos después del anuncio presidencial. Su iniciativa incluía, además, a empresas del Estado y organismos descentralizados. “El tema Triaca es un tema delicado, no es una cuestión puntual, capaz fue el detonante”, reconoce otro hombre de oficialismo.
Como sea, no se trata de un debate nuevo ni llamativo. En 2015 hubo una fuerte crítica a la administración de Cristina Kirchner por la designación de Delfina Rossi en el directorio del Banco Nación, cargo en el que permaneció unos pocos meses.
Más atrás en el tiempo, durante el menemismo, también hubo otro “show” de designaciones. Uno de los más llamativos fue el de Ibrahim al Ibrahim como asesor en la Aduana, ni bien Carlos Menem llegó al poder. El hombre, un sirio que no hablaba en español, era el esposo de Amira Yoma, la cuñada y secretaria de Audiencias del ex mandatario, que hoy, alejada de la política, maneja un restaurante de comida árabe en Belgrano.