El ex secretario privado de Cristina Fernández de Kirchner, Fabián Gutiérrez, accedió días atrás a un acuerdo para declarar como arrepentido en la causa de los cuadernos K, el entramado de corrupción de empresarios que pagaban coimas a ex funcionarios del Gobierno anterior. Apodos, insultos, peleas y bolsos donde cree que había dinero: qué le dijo al juez federal Claudio Bonadio y al fiscal Carlos Stornelli.
SU RELACIÓN CON CRISTINA Y EL APODO DE NÉSTOR
Gutiérrez trabajó como secretario privado de Cristina hasta 2005 y luego desde que asumió la presidencia, aunque con un rango inferior. En 2005 renunció durante un vuelo de regreso desde Jerusalén. Dijo que trabajaba “de sol a sol” con la entonces senadora y que tenía solo un franco al mes. “Yo estaba solo con ella, la acompañaba a los viajes oficiales como primera dama junto con el presidente o a veces sola. La acompañaba cuando iba de compras, las sumas que solía gastar rondaban los U$S 4.000 o U$S 6.000”.
Fabián Gutiérrez, el ex secretario de Cristina que declaró como arrepentido.
“Nadie quería trabajar con Cristina, entre los secretarios la apodábamos 'la loca', 'la yegua' y otro término que no quiero mencionar por razones de género. “Renuncié el 25 de mayo de 2005 volviendo de un viaje de Jerusalén en el cual tuvimos una fuerte discusión motivada porque yo había ido al baño del hotel y ella me requería, entonces me reprochó esa situación y discutimos. Estaba realmente extenuado, estaba con ella todo el día desde que se levantaba hasta que se acostaba y estuve sin franco ni descanso durante 4 meses”.
“Ingresaba a trabajar a las 7 aproximadamente y finalizaba mi jornada una vez que Cristina se iba a acostar. Ahí nos retirábamos junto los secretarios de Néstor”. Según Gutiérrez, apodaban a Kirchner como “el Gansito”. “Era más humano, diferente. A veces Néstor pegaba en broma aunque hacía sangrar. Recuerdo una ocasión en que en broma le pegué a Néstor con el teléfono en la cabeza y seguidamente me devolvió el golpe. Bajo mi visión actual mi relación con ambos era de amor y odio. A Néstor lo llamaba 'el gansito', que era como lo apodaban en el sur".
BOLSOS Y BÓVEDAS
Aunque Gutiérrez aclaró que no vio bolsos con dinero, aseguró: “Quiero aclarar que si bien nunca vi el contenido de los bolsos que traían las personas mencionadas, mi percepción y el comentario de los secretarios era que traían recaudación. Vuelvo a remarcar que esto es una conjetura mía basada también en comentarios que se escuchaban. Estas circunstancias también las presenciaba Daniel Álvarez, que luego de todo esto también venía con nosotros en el helicóptero”.
“Daniel Muñoz, la mayor parte de los viajes, llevaba valijas con candado. Era el único que las tocaba y se ubicaba con las mismas en la parte trasera del avión pasando el área presidencial entre la sala que solían usar los periodistas y la cocina. Lo hacía de manera reservada. Yo no vi el contenido de esas valijas pero se comentaba y también yo lo pensaba que contenían dinero. El equipaje del matrimonio presidencial viajaba en la bodega del avión. Recuerdo que en esos viajes cuando llegábamos a la residencia de El Calafate, cuando arribaba Muñoz, Néstor Kirchner nos hacía retirar”.
“En esa casa yo no vi bóvedas pero existía un lugar bajando las escaleras donde había una puerta placa de color blanca cerrada donde siempre decíamos entre los secretarios que 'ahí estaba la historia', en relación al lugar donde se podría guardar los bultos mencionados. Era el único lugar de esa casa a la que yo no tenía acceso, siendo que me desplazaba con absoluta libertad por toda la casa. Es decir cuando los Kirchner llegaban de un vuelo nos dirigíamos todos a la casa y al poco tiempo aparecía Muñoz. Cuando aparecía Muñoz, nos hacían retirar a todos por una hora aproximadamente. Lo mismo ocurría en la casa de Río Gallegos donde había un sector contiguo al gimnasio de las mismas características de lo relatado en El Calafate que todos pensábamos que en este lugar también se almacenaban los bultos aludidos”.
Cristina, junto a su secretario privado.
LA PELEA CON LÓPEZ
Tras alejarse de su tarea como secretario en 2005, Gutiérrez fue a ver a José López parra pedirle “alguna actividad o trabajo para que se subcontratara a mi empresa”. “Me hizo esperar, no me atendió y cuando vi que se iba por otra puerta, lo insulté”, dijo. Cree que esa discusión fue lo que motivó que semanas atrás que López dijera ante la Justicia que fue Gutiérrez quien le avisó que escondiera los bolsos con 9 millones de dólares que el ex secretario de Obras Públicas intentó esconder en un convento.
“Por último quiero aclarar que lo mencionado por José López en cuanto a que lo habría llamado para mover unos bolsos con dinero (los 9 millones de dólares con los que los detuvieron en el convento) es absolutamente falso así como que el encuentro en el hotel NH, siendo que incluso para esas fechas me encontraba fuera de la ciudad de Buenos Aires hacía más de 10 días, circunstancia que habré de acreditar en los próximos días. Pienso que esta falsa acusación de López puede tener relación con aquel episodio que relaté en que lo insulté”.