El acto por el Día del Ejército que encabezó el presidente Mauricio Macri tuvo una presencia más que sugestiva: el fiscal federal Carlos Stornelli, a cargo de la causa de los cuadernos y a su vez investigado por integrar una presunta red de espionaje ilegal y extorsiones en el llamado caso D'Alessio, un expediente que tiene en su poder el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla.
Stornelli fue uno de los invitados en el acto que encabezó el presidente en la localidad de El Palomar, donde se llevó a cabo una ceremonia para homenajear al Ejército a 209 años de su creación. El acto se llevó a cabo en el Colegio Militar y el fiscal federal estuvo cerca de funcionarios del Ministerio de Seguridad.
Pero además, su presencia toma otra trascendencia en un momento clave para la causa: el viernes pasado el juez Ramos Padilla pidió a la Procuración General de la Nación que arbitre los modos para desaforar y remover del cargo a Stornelli, quien fue declarado en rebeldía hace más de dos meses por ausentarse cuatro veces a los llamados a indagatoria dictados por el magistrado de Dolores.
A su vez, Ramos Padilla lo volvió a citar para este viernes a las 10 de la mañana, aunque el abogado de Stornelli, Roberto Ribas, sostuvo a BigBang que el fiscal no se presentará porque no considera que el juez sea quien debe investigar el expediente, a pesar de que la Cámara Federal de Mar del Plata ratificó la competencia del magistrado. Además, Stornelli cree que este expediente es una “maniobra” para derrumbar la causa de los cuadernos.
De hecho, esta semana el fiscal hizo una reaparición en público tras más de un mes sin mostrarse. El martes por la noche dio una entrevista en La Nación + donde afirmó que la causa de Dolores “busca voltear el caso de los cuadernos”. Esta semana, Stornelli pidió que sean llamados a declarar varios ex funcionarios en una causa paralela, que tiene en su poder el juez Claudio Bonadio, que investiga si ex funcionarios K armaron la causa, a partir de una serie de escuchas donde se escucha al ex embajador en el Vaticano, Eduardo Valdés, hablando de una posible causa con los ex secretarios Roberto Baratta y Juan Pablo Schiavi, detenidos en Ezeiza.
Esas escuchas fueron interceptadas por el juzgado Federal N° 2 de Lomas de Zamora, en el marco de otro expediente, vinculado a un narcotraficante detenido en el penal de Ezeiza. Aunque debían ser destruidas, tal como lo establece la ley, llegaron de manera “anónima” al fiscal Stornelli y a las diputadas Elisa Carrió, Paula Oliveto y Mariana Zuvic.
Anoche Stornelli dijo que D'Alessio “apareció como un enviado, infiltrado” y que lo recibió “de buena fe”. “Después fuimos descubriendo cosas de que habría actuado en connivencia no sólo con la persona que llevó a Pinamar, sino con otras personas con quienes habrían armado este operativo”, señaló el fiscal.