14 Agosto de 2018 09:50
El 2 de agosto de 2015, siete días antes de las elecciones primarias, uno de los condenados por el triple crimen de la efedrina, Martín Lanatta, ofreció una entrevista desde la cárcel al periodista Jorge Lanata en El Trece, donde acusó a Aníbal Fernández, por entonces jefe de Gabinete y candidato a gobernador, de ser el autor intelectual del homicidio de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón. Meses más tarde, Lanatta junto a su hermano Christian y Víctor Schillaci se fugaron del penal de General Alvear.
Tres años después, ayer durante la primera audiencia del juicio por la triple fuga, Lanatta se desdijo y aseguró que fue utilizado “para la campaña política para perjudicar a Aníbal Fernández”. “Primero nos hicieron esa nota arreglada para el programa de (Jorge) Lanata, donde tenía que meter a Aníbal Fernández en la causa de General Rodríguez”. Sin embargo, no aclaró quién le exigió "meter" al ex funcionario.
Ayer Martín Lanatta confesó que fue utilizado para la campaña electoral de 2015.
Se trató de un informe destacado, que salió a la luz justo una semana antes de las elecciones legislativas, donde Fernández se medía con Julián Domínguez en la interna del kirchnerismo por la Provincia. Lo cierto es que en aquella entrevista Lanatta apuntaba a Fernández.
El informe se tituló “La morsa es Aníbal”. No era casual: durante el juicio por el triple crimen había surgido el apodo de “la morsa” que era “alguien que supuestamente tenía bigotes”, según declaró en el juicio oral la viuda de Forza, Solange Bellone.
Aunque ahora dio marcha atrás y dijo que aquella entrevista con Periodismo para Todos fue armada para perjudicar al por entonces candidato a gobernador, tres años atrás acusaba al ex jefe de Gabinete como el autor intelectual del triple crimen de la efedrina: “Quien da la orden del susto o la muerte es Aníbal Fernández”.
No fue lo único que dijo. También aseguró que conocía a Fernández desde 1995 porque tenía un taller al lado de su casa, y que retomó el contacto cuando el ex jefe de Gabinete manejaba el Renar en su época como ministro de Justicia. En la entrevista dijo que se encargaba de realizar recaudaciones ilegales y trámites para destrabar sanciones, y que arreglaba negocios con un hombre de máxima confianza de Fernández, Andrés Meiszner.
Durante una entrevista reciente, Fernández sostuvo: “Hicieron un programa con un tipo que va a morir en la cárcel. Agarraron a un preso, les pidió plata, y dice lo que se te ocurra. De un presidente, de mí o del Papa. Era serio, porque decían que yo era narcotraficante y que había matado a tres pibes”.
Según dijo Lanatta en esa entrevista, Aníbal le transmitió que Forza “era un desprolijo”. “Tendría que estar en cana, para sentarse a hablar conmigo tiene que poner 250 mil dólares”, dijo que le respondió Fernández. “El Pago se hizo en el Departamento de Policía”, agregó.
Con un cuaderno con anotaciones arriba de la mesa en el penal de General Alvear del que se escaparía meses más tarde, Lanatta acusó a Fernández de haberse quedado con el “negocio del tráfico de la efedrina”, y prometió aportar supuestas pruebas en la causa, que nunca aportó. Luego, continuó: “Yo llevé dos millones de dólares de un empresario a la casa de Aníbal Fernández. Las segunda vez llevamos 3,2 millones”. Meses después, en otra entrevista, acusó al ex funcionario de ser “un drogadicto, un narcotraficante y un tipo que manda a matar gente”.