25 Enero de 2017 10:51
El jefe de los espías, Gustavo Arribas, cumplió su promesa pero sólo por la mitad: se presentó hoy ante el juzgado que lo investiga pero no aportó ninguna documentación. Dejó un escrito para ponerse a disposición de la Justicia.
Arribas estuvo en el juzgado de Ariel Lijo, que subrroga a Rodolfo Canicoba Corral mientras duren las vacaciones, acompañado por su abogado, Alejandro Pérez Chada, quien pidió copias de la causa, que aún no tiene muchas fojas porque se acaba de iniciar.
El expediente se inició formalmente luego de que la diputada Elisa Carrió ratificó este martes su denuncia, tras lo cual el fiscal federal Federico Delgado presentó una batería de medidas de prueba.
Arribas, al salir del juzgado y enfrenta a los periodistas.
Luego de presentarse en el juzgado Arribas aseguró que "la Justicia es el ámbito en el que quedarán aclarados" los hechos por los cuales se lo investiga, a raíz del dinero que recibió de una operadora vinculada con la constructora brasileña Odebrecht investigada por sobornos en Brasil.
"Es en la Justicia donde se van a aclarar los hechos y, obviamente, yo voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que se aclaren", afirmó Arribas este mediodía en la puerta de los Tribunales Federales de Comodoro Py.
"Lo que tengo para decirles es que he venido a ponerme a disposición de la Justicia, que es el ámbito en que todos estos hechos quedarán aclarados", remarcó el jefe de la AFI.
Carrió denunció al jefe de los espías luego de que el diario La Nación publicó que había recibido cinco giros de un cambista brasileño Leonardo Meirelles, condenado en la causa del Lava Jato, el mayor escándalo de corrupción en Brasil.
Según la nota, Arribas había recibido casi 600 mil dólares para el pago de supuestas coimas a funcionarios argentinos, luego de que durante el gobierno kirchnerista se adjudicara la obra del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento a un consorcio de empresas formado por Odebrecht y la empresa Iecsa, propiedad de Angeli Calcaterra, el primo del presidente Macri.
Sin embargo, en un comunicado el titular de la AFI aseguró que sólo había recibido un giro por poco más de 70 mil dólares correspondientes a la venta de un departamento en Brasil, donde vivía.
Por eso se esperaba que presentara en el juzgado una copia de la escritura o alguna documentación que demostrara la venta de esa propiedad.
