10 Junio de 2016 11:18
Con frazadas en la cama, calefactor en la habitación y calefón en el baño, Milagro Sala enfrenta las bajas temperaturas jujeñas. Así, al menos, lo afirmaron desde la secretaría de Derechos Humanos de la provincia, encabezada por Susana Haquim, sobre las condiciones de detención de la líder de la Tupac Amaru.
Así vive Milagro Sala en prisión.
"Sala tiene todas las comodidades", aseguró Haquim luego de la inspección de la Secretaría en la Unidad Penal de Mujeres de Alto Comedero, donde la dirigente social kirchnerista lleva ya 147 días presa desde que el 16 de enero la detuvieran por el acampe frente a la Gobernación de Jujuy, para luego ser acusada de asociación ilícita.
Las "comodidades" de la Unidad Penal de Mujeres en Alto Comedero.
La líder de la Tupac Amaru, quien había denunciado que no tenía acceso a "calefacción de ningún tipo ni agua caliente", comparte su celda con tres internas más. El gobernador Gerardo Morales había reconocido días atrás en diálogo con BigBang que "lo primero que había que hacer al asumir era terminar con la violencia de Sala".
Milagro Sala: la celda por dentro
Según las fotos a las que tuvo acceso BigBang, la dirigente social kirchnerista no sólo cuenta con los elementos básicos para soportar las bajas temperaturas, que durante junio promedian los 3° grados de mínima, sino también un televisor para que las horas pasen un poco más rápido.
"Macri lo hizo", el libro que lee Milagro Sala en la cárcel.
Pero, además, Sala aprovecha el tiempo para leer "Macri lo hizo", el relato de Alfredo Zaiat, Pablo Llonto y Stella Calloni sobre los primeros seis meses de gobierno de Cambiemos. El libro, con tapas amarillas, cuenta con un prólogo del ex ministro de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni.
El "baño privado" que mostró la secretaría de Derechos Humanos de Jujuy.
Así es la ducha con la que se baña la líder de la Tupac Amaru.
Milagro Sala había denunciado que no tenía acceso a agua caliente.
Mientras Sala sufre el encierro, la Tupac Amaru acordó con la Gobernación terminar las 1.800 viviendas inexistentes y las 485 a medio terminar denunciadas por los fiscales Mariano Miranda y Joaquín Millón Quintana. Así, mientras su líder prepara su defensa ante la Justicia, la organización social que supo crear busca seguir de pie.